50. Necesito respuestas.

2.5K 217 18
                                    

Si me hubieran dicho esta mañana, antes de que Lily inrrumpiera mi hermoso sueño con Louis, que me encontraría con un viejo amigo, a pesar de que no era tan viejo, -sin decir que de a Dave me refería-, no me hubiera levantado de mi cama. De hecho, pensándolo bien... Ni siquiera hubiera hecho el intento de despertar.

Una cosa de la que estaba segura desde hace unos meses atrás, era de que no precisamente era importante el hecho de qué piensen de ti, sino qué piensas tú de ti mismo. Y yo no pensaba muy bien respecto a lo sucedido con Dave.

De acuerdo, sí. Lo admito, quizá mudarme me libró de toda explicación a lo sucedido esa noche, pero eso no significa que nunca tendría la oportunidad de arreglar la situación.

Había pasado muchos meses tratando de evitar el tema, tratando de olvidarlo y pasar página porque no tenía necesidad de recordarlo cada vez que salía de casa para encontrarme con mis amigos, para salir un fin de semana. Y vaya que ése fin de semana fue el más horrible de toda mi existencia. No me malinterpreten, yo no quería que las cosas hayan sido como lo fueron.

No quería pensar en esto ahora mismo, es más, no quería hacerlo otra vez, no ahora, no nunca. No justo ahora que lo tenía enfrente mío, con preguntas que no sabía las respuestas de ellas.

Leila, ella era la culpable de todo. Ella era tan culpable como yo, tal vez, hasta ella sabría cómo enfrentarse en esta situación. Es ella quién debió darle las respuestas que sé que quiere él. Leila debería ser quién responda todas las dudas que tenga porque yo no sabía cómo decirle que no pasó lo que él piensa que había pasado.

— ¡Es bueno verte, Emma Johnson! —en cuanto sus palabras me sacan de mi ensimismamiento, por un momento pienso que su voz es extraña para mí.

—Dave —digo, pero no sé si lo dije tan alto como para que sea audible. De repente, se me ha ido la voz.

Ahora mismo, no está Louis para que forme un escándalo sobre sus celos enfermizos y me libre de todo este rollo de enfrentarme con él.

No hay modo de que yo sepa que él quiera dejarlo estar. ¿Por qué querer saber de algo que pasó meses atrás? Es como si después de que sanara la herida, quieras abrirla a como dé lugar para saber su situación actual.

—Ems, no sé por qué me da la impresión de que no te alegra verme de nuevo —él habla mientras yo ideo mil y una formas de huir de este maldito lugar. Ya me había olvidado de cómo solía llamarme.

—Me has dado un gran susto, eso es todo —digo en modo de disculpa, aunque no debería hacerlo.

—Sabes —dice en tono relajado—, no sabía que eras fanática de la moda.

—Y no lo soy, créeme —digo y miro a través del vidrio que da al maletero con vista de todas las prendas que acaba de comprar Lily—. Si lo dices por lo que tengo aquí, en realidad, no es mío.

Sonrío pero mi gesto no llega a mis ojos por el simple hecho de que sé que hablará sobre ése tema en esta ocasión.

— ¿Por qué pienso que me sigues?

— ¿Por qué no pienso lo mismo sobre ti? —él cuestiona de vuelta.

—Tú me has encontrado —aclaro—, y dos veces en un mismo fin de semana.

—No lo tomes a mal, pero nunca pensé que nos volveríamos a ver.

Él está más tranquilo que nunca. Sus ojos son más brillosos de lo que recuerdo, su mandíbula luce perfecta a través de la luz del sol, y qué decir de su piel...

—En realidad, yo creí que te habías olvidado de mi —trato de sonar calmada y relajada tanto como Dave lo está.

¿Olvidarte? —suelta una carcajada—, ¿crees que te he olvidado? Es decir, ¿después de lo que ha sucedido entre nosotros? Yo no lo creo.

Lo que siento por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora