—En serio no sé por qué reaccionó así, no pensé que era para tanto.

—Dante pero... me agarraste fuerte y me tiraste.

—Pero no medí Cali, no es que quise lastimarte, sabés que soy incapaz de hacerlo, me pudo más la bronca.

—Tan incapaz no fuiste, y tampoco fue como para que te enojaras, estábamos jugando y vos ya te habías besado con otras chicas.

— ¿Y no te molestó?

— ¡Era un juego! —me quejé, y él suspiró agarrándome la mano.

—Por favor, perdoname, obviamente no va a volver a pasar, te prometo que no.

—A mí no me gustan estas cosas Dante, yo no soy un medio para descargar tu bronca, que eso te quede claro porque no va a haber próxima vez, de verdad yo misma te voy a romper la boca si me volves a tocar así. —le dije sacando mi mano del agarre de la suya y eso lo desesperó un poco. —Y un perdón no me hace nada, quiero hechos.

—Cali pero te estoy dando mi palabra, no va a volver a pasar, confiá que el hecho va a ser cómo me comporte de ahora en más, por favor.

— ¿Por qué te importa tanto que te perdone? —pregunté por su dignidad, ya que hace una hora lo escuchaba rogarme y más allá de mi orgullo y la gravedad del asunto, Dante agachaba la cabeza por cualquier cosa, llegando a ser hasta desesperante.

—Es obvio ¿no? Me gustas mucho como para perderte tan rápido por algo...

— ¿Por algo qué?

—Que no tuvo que haber sido así, Lauti también...

—Lautaro sólo me defendió.

—Sí Cali pero admitilo, te estaba comiendo la boca. —dijo y yo apreté mis puños para mantener la estabilidad, no quería sonreír por eso ya que lo poco que el alcohol me había permitido recordar, lo que quería guardar para mí. —Lo confieso, me puse celoso.

—No me gustan los hombres celosos, menos cuando estábamos en un juego y más aun cuando no somos novios, y no te pertenezco como para que me reclames.

—Dios sos tan...—se refregó la cara y suspiró frustrado, yo levanté una ceja. —me encantas en serio, quiero seguir con lo nuestro, por favor, perdoname.


Dante creía de verdad que haberse enfrentado a mi papá cuando yo le había avisado que no quería verlo, —y por alguna razón lo había logrado convencer— era suficiente como para que yo lo perdonara y sea historia pasada, así podíamos tener sexo y arreglar todo como en las novelas, obviamente no se esperaba que yo fuera difícil, pero no iba a hacer al pie de la letra lo que Lauti me había propuesto, dignidad tenía y hacerlo sufrir un poquito no estaba mal. Para mí valió la pena hacerlo perder la suya, aunque al fin y al cabo terminamos como él lo esperaba.

—Me contaron que Thiago se tuvo que besar con un gay, y vos con una chica. —me dijo Dani a propósito, ya que se lo había pedido aprovechando que la española estaba sentada detrás de la mesa de nosotros. — ¿cómo fue eso?

—Totalmente asqueroso, no me gustó para nada, de hecho si tenía una fantasía con eso ya puedo decir que la cumplí y no voy a volver a pensarla, prefiero mil veces más a los hombres.

— ¿Tan malo fue?

—Fue una prueba que tuve que pasar, todo bien con las lesbis pero no es algo que volvería a hacer, sinceramente desde mi perspectiva fue un poco feo. —le dije para no ser tan brusca como había empezado, mentí por supuesto en mis respuestas pero no tenía idea de cómo hacerle entender a la española que nada de lo que hiciera me iba a atraer, mucho menos cuando la agresión era parte de su estrategia.

¡Va a ser mío!Where stories live. Discover now