El fin justifica los medios

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—Jiyong... Jiyong. —Escuchó que la voz provenía de algún lugar, llamándolo por su nombre. Gimió dándose vuelta en la cama tratando de escapar de la molesta voz. —Ya es hora de levantarse, ya es por la mañana, ¿tienes hambre?

—¿Hambre? —se alegró cuando escuchó aquellas palabras, pudo olfatear algo delicioso. A pesar de que se sentía exhausto su cuerpo fue atraído por el aroma. —Comida.

—Si no te levantas rápido me lo comeré todo, ¿qué te parece eso?

—No, —Jiyong estaba completamente despierto. —¿Dónde estoy? —preguntó, y fue en ese momento que los hechos del día anterior volvieron a su memoria. —Mundo demoníaco, rey demonio...

—Ese soy yo, Seunghyun. Buenos días, Jiyongie.

Seunghyun le dio un beso de buenos días en la frente, mejilla y por último en los labios. Encontró la oportunidad de introducir su lengua y recorrerlo a su antojo, a jugar y dominar al incubo. Y este se sintió mareado al recibir un beso lleno de deseo tan temprano por la mañana, no podía tolerar tanta estimulación, solo esa simple acción le recordó lo débil que es ante el placer.

Un beso de Seunghyun derretía todo su raciocinio, dispuesto a hacer todo lo que le pidiera. Aun cuando sabía que estaba mal y que no debía, su razonamiento no era rival para resistirse al placer que le daba. Un rey muy satisfecho de tener a Jiyong entre sus brazos que comenzó a sonreír.

—Jeje, eres realmente adorable. Lamento que no podamos quedarnos así por siempre. —Besó nuevamente al incubo y lo dejó ir con recelo.

Finalmente el incubo reaccionó y se percató que se encontraba desnudo. —¿Dónde está mi ropa?

—Oh, me deshice de ellas, ponte esto.

Lo habían sacado de su casa tan de repente que ni siquiera había traído ropa con él. Así que no tenía otra opción que ponerse una ropa que se parecía a la de Seunghyun. No estaba acostumbrado a tal estilo.

—¿Por qué te deshiciste de ellas?

Pudo por lo menos haberlas lavado para que pudiera usarlas de nuevo. De cualquier forma, ese era su uniforme escolar, así que estaría en problemas si se habían deshecho de él.

—Esas ropas no te sentaban bien, eres un incubo del mundo demoníaco, así que debes llevar las ropas que usamos aquí.

Jiyong se sintió titubeante, aún no comprendía el hecho de que pertenecía al mundo demoníaco y que era algo llamado incubo. —Supongo que sería extraño si lo aceptara fácilmente, —se dijo a sí mismo. Debido a que no tenía más ropa que ponerse, se vistió con la ropa que le dieron.

Cuando analizó bien, se dio cuenta que parecían fluir de su cuerpo, como si lo hubieran sacado de alguna película. Eran sin mangas, tal vez debido al clima caluroso y la tela llegaba a medio muslo. Pero ya que había pantalones para acompañarlo, parecía que los llevaría debajo de la falda.

—¿Sabes cómo ponértelos?

—Eso creo.

Ciertamente era distinta a la ropa normal, pero no parecían ser demasiado complicados. Jiyong permaneció debajo de las sabanas mientras se cambiaba y pudo sentir la mirada de Seunghyun en él todo el tiempo. —Oh, es bastante cómodo. —Sentía la tela bastante bien contra su piel y era liviana.

—Justo como lo pensé, se te ve bien.

Aun cuando pensaba que la ropa era extraña, realmente no era incómoda. De cualquier forma, Seung Hyun vestía el mismo tipo de ropajes y también lo hacía la chica que había visto el día anterior, aparentemente era la vestimenta típica del lugar. No quería parecer extraño ante los ojos de los demás, así que estaba secretamente complacido de no tener que vestir más su uniforme escolar.

The selfish demon king [GTOP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora