Cap.O9

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-Oh, Louis -gimió roncamente el ojiverde- y pensar que había tomado el disculparme contigo como una mala idea -acomodó los muslos del pequeño alrededor de su cintura, haciendo las embestidas más profundas- me disculpas por haberte gritado así, ¿cierto? -miró al chico frente a él con un pequeño gesto en el rostro.

-¡Ah, d-dios, Harry! -asintió torpemente mirando al rizado y sonrojandose aún más- sí, sí, Harry, t-te, ah, disculpo -Se abrazó al cuerpo del más alto para poder sostenerse.-

Harry hundió la cara en el cuello de Louis mordiendo y besando la zona para así estimularlo más.
Gemidos, jadeos, el sonido de sus pieles chocando con el vaivén de las embestidas que Harry le otorgaba a su pequeño Louis, en todo eso se convirtió el cuarto de limpieza del conserje.

-¡Harry, Harry! -Gemía el pequeño en el oído de su amante- Harry, despierta... Harry...

-¿Qué? -Preguntó este, confundido-....

-¡Harry, despierta! -la voz de su madre comenzó a despertarlo- levántate ya, se te hará tarde para la escuela -y dicho aquello, dejó la habitación de su hijo para bajar a prepararle el desayuno.-

Harry se removió en su cama y minutos después se sentó de golpe en la cama recordando el sueño que había tenido. Había tenido un sueño húmedo con ese chiquillo.

-¿Pero que? -Movió sus piernas y levantó las sábanas al sentir húmeda su ropa interior- mierda -tenía una erección y se había venido encima- no puede ser, mierda -bufó levantándose de la cama, tomando ropa limpia y dirigiéndose al cuarto de baño para tomar una ducha rápida.-

O Harry se había vuelto loco o... No, ese niño te trae loco.

No.

Sacudió su cabeza alejando esos pensamientos. Era un simple estudiante, como todos los demás, es mas, a muchos estudiantes les ha gritado como lo hizo con él, incluso los ha llegado a golpear, ¿Por qué precisamente a él le tenía que pedir disculpas?, no, a la mierda las disculpas.

Y entonces salió para alistarse y bajar a desayunar junto a su madre.

...

Cuando Harry por fin llegó a la escuela, procuraba no encontrarse con el ojiazul, no sabría cómo iba a mirarlo después de haber soñado aquello. Se había retractado de su propia decisión de pedirle disculpas por haberlo tratado mal.
Pensándolo bien, ya habían pasado dos semanas de haberlo hecho, Louis de seguro ya lo había olvidado y él pensaba en pedirle disculpas por algo que seguramente ya no importaba para ninguno de los dos, o al menos para Louis.

Louis, por otro lado, desde aquel día que por accidente le tiró el almuerzo encima a Harry, intentaba llegar al rizado para pedirle disculpas, pero de algún modo siempre terminaba acobardándose y huyendo a los baños o bien, Harry ya no estaba cuando el pequeño estaba decidido a e frenarlo. De cualquier manera, Louis no había hecho nada malo, fue un accidente, Harry fue quien le gritó y lo trató mal enfrente de todos, debería ser Harry quien se disculpara, no él, el problema de Louis era que sentía que había hecho algo mal y por eso debía disculparse, aunque simplemente pudo haber ido a con el director y acusar a Harry para que este tuviera detención y tal vez un reporte o suspensión.

Pero no, Louis no es así.

Así que ahí estaba, recargado en su casillero abrazando sus libros a la espera de que Harry pasara y así poder disculparse. Se había empezado a impacientar, faltaban días minutos para entrar a clases y el rizado no aparecía, si lo esperaba, se le haría tarde, si se iba, no lo vería en todo el día, de nuevo, porque no pensaba sentarse con él en clase, ni tampoco lo haría en el almuerzo.

Eres mío, Tomlimson. (-*Larry Stylinson*-)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora