Capítulo cuatro. Tres y a escena.

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¡Ya es miércoles! Vamos con un nuevo capítulo. Más de uno ya lo sabéis pero me encanta leer vuestros comentarios a lo largo de la novela así que ¡no paréis!  Por cierto, para todos los que quieren ver más sobre Justin, este capítulo y el siguiente os encantará. ¡Disfrutad!

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"This is the start of something beautiful"


—Tienes que decirnos qué paso—dijeron Sheila y Andrómeda, arrastrando a Violet a una de las butacas del Salón de las Mujeres.

Era viernes por la mañana y las seleccionadas no podrían salir del salón hasta la comida, después vendrían tres horas de preparación para el Report de la noche. Violet casi no había hablado durante la noche anterior y, aunque muchas habían hecho preguntas, se había negado a responder. Justin no se había presentado a la cena debido a las jaquecas, pero la presencia de Noah valía el doble, no había dejado de observarla mientras cenaban. Aquella mirada azul inquisitiva, con un brillo de más por los cristales de las gafas, no había abandonado su rostro durante la cena en ningún momento. Tras el postre, Violet se había excusado y había vuelto a su cuarto antes de que nadie pudiera alcanzarla.

Por la mañana había despertado con una carta del príncipe Justin esperándola, donde decía:

"La apuesta sigue en pie. Que empiece el juego"

Ante esto, Violet solo había podido sonreír con gracia, ignorando las risitas de sus doncellas. Había pedido papel y bolígrafo para responderle lo más rápido posible:

"Participar es divertido, pero vete olvidando del tiro con arco"

Tras esto y un obligado desayuno en su habitación, sus doncellas la habían preparado con un vestido de día verde, ligero y que caía hasta las rodillas. La habían calzado unos tacones y, después, enviado al Salón de las Mujeres, donde se encontraba ahora. Tenían orden de permanecer allí toda la mañana, preparándose para su primer Report, siguiendo los consejos de Laura y atendiendo a distintas normas que debían seguir.

Y según atravesó la puerta, Andrómeda y Sheila se habían lanzado sobre ella para obtener respuestas. Violet se alisó el vestido y colocó las manos en su regazo, mirando con una ingenuidad fingida al resto de seleccionadas que se habían acercado. Notó cómo el número de seleccionadas había disminuido, no encontró a Julia o Tabea. A las demás, no tuvo tiempo de conocerlas. El resto de chicas parecían entusiasmadas por seguir allí, Violet podía comprender esto, pero el egoísmo y la poca empatía que mostraban hacia las que se habían marchado la ponía de un humor de perros.

—Vamos, Violet, queremos saberlo—dijo Abby acercándose.

—Sí, Violet, suéltalo—animó Philippa, que caminó hacia las demás contoneándose.

Ella se encogió de hombros y se reclinó en la butaca, pretendiendo tener todo el tiempo del mundo.

—No hay nada que contar—respondió con simpleza.

—Violet—Alice la miró con seriedad—, te marchaste del jardín donde estaban los invitados y la familia real con el príncipe Justin. Ninguno de los dos volvió.

Puede que sí hubiera sido tan sospechoso como Alice lo explicaba, pero tampoco quería contar lo que había hablado con Justin. Igualmente ellas no iban a creer que solo hablaran.

—Tan solo le acompañé para que pudiera coger su remedio contra el dolor de cabeza. Charlamos un rato, las jaquecas se hicieron más fuertes y me marché. Cuando volví al jardín todos os habíais ido—explicó, sin mentir en ningún momento.

Doble Elección (Orígenes de la Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora