Capítulo Treinta

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Capítulo Treinta.

— ¿Por qué estás llorando? —Alzo la vista y me encuentro a Leo con el ceño fruncido—Ya sabes que no es tu mejor momento cuando lloras.

Normalmente ese tipo de comentario me haría reír pero lloro más fuerte y de inmediato Leo termina de entrar a mi habitación, la que ahora lo es, y me abraza. Mi amigo es parte importante del por qué aún me mantengo en la realidad.

Hubiese resultado más fácil enloquecer, pero Leo no me lo hubiese permitido.

—Me siento vacía.

—Grace...

—Me siento mala. Anthony es un buen chico, entonces ¿Por qué no puedo solo perderme en él? ¿Solo ser él y yo?

—Niña estúpida, porque quizá él no es el indicado y aun debes esperar.

—Tengo miedo de nunca sentir, de siempre estar entumecida.

—La era del hielo no fue eterna Grace, alguien va a derretirte.

»No llores, no hay nada malo en ti, se paciente.




—Recibiste mis flores.

—Lo hice.

—No me respondiste las llamadas o mensajes y estaba desesperada. Sé que fue horrible lo que te dije y me disculpo por ello. Se supone iba a hacer un almuerzo romántico pero tanto criticar las cosas rosas que parece que no sirvo para recrear una ¡Iba a intoxicarnos! Y entonces se supone ibas a llegar luego y todo iba estar bonito y servido en una mesa— señalo su camisa cubriéndome—. No hay nada debajo por lo que se supone que luego te provocaría y lo haríamos pero se ha arruinado.

Y no entiendo por qué mierda derramo lágrimas, quizás es por la frustración de que los planes no salieron como quise.

—Esto es una mierda. No quise decirte esas cosas realmente, si tú te vas a la mierda entonces yo me voy contigo y— sorbo mi nariz porque las lágrimas idiotas siguen, él da pasos hacia mí— lo siento mucho. Ahora estoy llorando tu camisa ¡Qué asco de situación!

— ¿Por qué lloras?— parece desconcertado e incluso alarmado.

— ¡Joder ni sé! Quizás porque te quiero mucho y no quiero que nuestra relación termine, porque me siento mal de haber sido una bruja contigo cuando ya has tenido suficientes en tu vida.

—Algunas cosas deben decirse en persona Grace, me gustó tus gestos de las flores, pero todo lo que quería era que vinieras y bueno, estaba trabajando en algo que quería darte. Me dijiste que te agobiaba y asfixiaba por lo que no debía buscarte. Solo quería que vinieras y dijeras que todo va a estar bien. Lamento si estaba siendo brusco contigo, pero no me gusta la idea de que te hayan lastimado porque dicen amarme y sentir celos, no estaba molesto contigo, lo estaba con la situación.

» Pero ya sabes cómo soy, a veces no manejo bien las cosas y... lamento si te sentiste atacada por un disgusto que no iba hacia ti.

—Lo sé, no lo hiciste adrede por eso lamento lo que dije. No quise decir esas cosas, disculpa.

—Ya no llores— se acerca y limpia las lágrimas—. Te ves rara y no muy bonita llorando.

— ¡Eres horrible por decir eso!

—Solo bromeaba, pero me gustas más cuando no estás llorando— me atrae y me abraza— ¿Con todo lo que me ha costado llegar a este punto de una relación crees que iba a terminarte?

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora