II

21 4 2
                                    

¿Saben que hizo?


¡¡Nada!!

Me dejo besarla; La emoción que sentí en ese momento de verdad no podría describirla pero aquello fue increíble. Me dedique solo a acariciar sus labios; obviamente no le metí la lengua me parecía una falta de respeto hacerlo en ese momento, aquello fue un beso tierno en donde le transmití todos de mis sentimientos.

-¿Eso quiere decir que si me das una oportunidad?-pregunte nervioso despues que el beso termino.

Ella asintió y me abrazo, se había avergonzado.

Así comenzó nuestra relación amorosa.

Fue el mejor noviazgo que tuve, era increíble la química que teníamos, estábamos hechos el uno para el otro, se que suena trivial pero era así, podíamos estar en el mismo sitio sin hablar sin tocarnos y era suficiente solo sentir la presencia del otro para sentirnos satisfechos.

La primera prueba que tuvimos que superar fue Enrique, el gorila al enterarse casi me rompe la cara.

Recuerdo que Andreina y yo estábamos en una discoteca bailando, ella fue al baño y cuando regreso me dijo que lo había visto y que le pregunto si era cierto lo de nuestra relación y obviamente ella le dijo que sí.

-Simón vámonos-me pidió-. Tengo un mal presentimiento de esto.

-No le tengo miedo-conteste dándomelas de machito-. No pasa nada.

-No seas así vámonos, por favor, vámonos, te lo pido.

Y como todo hombre enamorado no me negué a lo que ella me pedía, así que salimos de la disco sin pensar que el gorila mas dos tipos igual de grotescos que él nos esperaban en el estacionamiento.

-Ese es el mamaguevo que le quito la mujer a mi primo-dijo uno de ellos, Andreina se aferro a mi brazo con fuerza. Estaba asustada.

Los tipos se acercaron a nosotros y yo me puse en guardia, me di cuenta que el maldito estacionamiento estaba solo. Esa definitivamente no fue mi noche.

-Enrique por favor no hagas esto-rogo mi pequeña asustada.

-¿Va a ser tres contra uno?-pregunte valiente. Yo no estaba asustado, de que me iban a joder me iban pero yo también les iba a dar duro-. No eres nada justo.

-Me sabe a mierda-escupió el desgraciado-. Hablas de justo cuando te metiste con una chama que ya tenía dueño.

-Tú nunca fuiste mi dueño-contesto Andreina.

-¡Te callas!-el muy hijo de su madre le grito a la que se supone, era la mujer que amaba; eso me arrecho y me le fui encima.

Llegue a darle en la cara pero los otros desgraciados me agarraron y me dieron la paliza de mi vida, me defendí lo mejor que pude, pero me jodieron, aun así llegue a darle a Enrique unos buenos golpes.

No sé cuánto tiempo paso, pero llegaron unos tipos y nos separaron, Andreina corrió hacia mi llorando desesperada, culpándose por lo sucedido; termine en el hospital bien jodido. Esa sin duda fue una noche terrible para nosotros.

Hable con mi pequeña y quedamos de acuerdo en denunciarlos, se que fue difícil para ella porque por más que sea Enrique fue su primer amor pero Andreina era una persona muy correcta e inteligente, sabía que era lo correcto.

Enrique estuvo preso cuatro años junto a sus primos, fue un tiempo que le sirvió de reflexión.

Yo me gradué junto a mi mejor amigo a un año de la condena de Enrique y dos años después le pedí matrimonio a mi pequeña, en ese tiempo ella tenía 22 años y yo iba a cumplir 24, nuestra relación fue perfecta, con altos y bajos, claro como cualquier relación, unas que otras escenas de celos, discusiones por tener poco tiempo para el otro. Eso si jamás pero jamás le deje de contestar un mensaje, porque puede que estuviese full con lo de mi tesis o el trabajo pero siempre saque un tiempo para ella, porque me importaba, yo la amaba.

MentirosaKde žijí příběhy. Začni objevovat