Diana //Liam Payne//

Capítulo 2.

Capítulo 2.

*NARRA DIANA*

-Últimamente estás muy despistada, Diana.- me regañó la profesora Mikela mientras yo solo agachába la cabeza y miraba mis piernas.

Sabía que debajo de aquel tejano color oscuro se encontraban las culpables de que yo no prestara atención en clase: Las cicatrizes que la cuchilla me dejaba.

-¿Diana? ¿Lo ves?- me dijo la señorita Mikela mientras se quitaba sus gafas y las dejaba sobre la mesa, mirándome con asombro.

-¿Eh?- fué lo único que pude decir.

-No escuchas a nadie Diana, y eso te traerá problemas.- me advirtió la profesora.

-Oh... lo siento profesora Mikela, le prometo que no volverá a pasar.- dije poniendo mis manos sobre mis muslos.

-Diana... sabes que te aprecio mucho, pero no puedo pasar por alto este comportamiento. Siempre has sido una buenisima alumna, alguien que núnca fallaba en sus estudios. ¿Porqué ahora derrepente estas así?- me preguntó mirándome preocupada.

Mi corazón empezó a latir demasiado rápido, tan rápido que prácticamente no pude pronunciar palabra.

-Lo siento Diana, pero como comprenderás, debo contarle a la directora lo sucedido en clase durante estos últimos.días.- me dijo la profesora Mikela mientras entrelazaba sus propios dedos.

Tragué duro.

-Sube a clase.- me dijo ella rígida.

Asentí y me dirigí a la puerta para cruzarla y salir del despacho de mi profesora.

Subí las escaleras y llegué hasta mi clase.

-Oh... señorita Diana, la estavamos esperando.- comentó el profesor mirandome de arriba a abajo con un tono de odio en sus ojos.

-¿Y para qué, profesor Garcia?- pregunté.

-Para que nos conteste a unas cosillas. ¿Podría explicarnos el porqué de que en su cajón haya aparecido material de la señorita Amanda?- dijo el profesor.

-¿Qué? ¿De qué està usted hablando?- pregunté.

-Diana... no se haga la tonta, lo sabe muy bien. Todos saben que le tiene mucha mania a la señorita Amanda y por eso le robó el material. Lo que pasa que la bromita le salió mal y la hemos pillado. ¿Algo más qué añadir?- preguntó el profesor mientras yo miraba extrañada a toda la clase, que me miraban con burla.

-Si, claro que tengo cosas que decir. Yo no e robado nada, lo juro.- dije a punto de llorar.

-¿Insinua que alguien puso los objetos de la señorita Amanda en su cajón para culparla? Tienen 16 años, no creo que sean tan infantiles, por el amor de Diós.- dijo el profesor poniendo los ojos en blanco.

-Pero profesor le juro que...- en ese momento, una punzada se clavo en mi pecho como si del cuchillo mas afilado se tratase. Vi a Bobby reirse de mi junto a los demas, criticandome por lo bajo.

Una lágrima cayó de mis ojos y la limpié lo más rápido que pude.

-Está llorando.- murmuraban todos mientras yo solo podia observar a mi "amiga", que ella ya se habia percatado de que me habia dado cuenta y me miraba con culpa.

Miré al profesor, luego volví a desviar la vista hacia mis compañeros.

Notaba como más y más lágrimas resvalaban por mis mejillas, hasta que no pude más y salí de allí corriendo.

No queria estár más allí, me daba igual si incumplia las normas, me daba igual si mis padres me regañaban, me daba igual todo.

Bajé las escaleras hasta secretaria y salí por aquella puerta haciendo que todos los padres y profesores que se encontraban allí se tornaran a mirarme.

Todo me daba igual, solo queria salir de este infierno.