Capítulo 11.-Inocencia.

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Dicen que los sueños son deseos que queremos realizar o también sueños frustrados. La mayoría de las veces pude interpretar mis sueños como deseos que no pude realizar y este es uno de esos casos, pero me pasó cuando volvía del hospital (ya me habían dado el alta), no sé en que momento me dormí y...

Otra vez en un bosque lleno de luz, sopla un viento frío. Siento el pasto y dos o tres hojas crujiendo bajo mis rodillas, ¿porqué estoy de rodillas atrás de un tronco? Miro hacia mi alrededor,conozco este lugar hay muchos árboles y pequeñas casas ubicadas a al menos 500 metros de la otra, distancia que, en Buenos Aires no se ve. Ya que todas las casas o comercios siempre se encuentran ubicadas juntas.. pared con pared.
Inhalo el aire puro y caluroso, esta no es mi provincia.. Es Paraguay. Y, a juzgar por mi forma de vestir, mi cuerpo y mi pelo, no tengo más de 10 años.

-Te encontree!- y como si mi cuerpo no me perteneciera corrí, corrí instintivamente con todas mis fuerzas hasta el árbol que tenía una huella, venían persiguiendome dos personas más,hasta que toqué el árbol.
- Pica para mi, pica para todos!-dije y seguido de mi, tocaron el árbol mi primo Juan y mi prima Ana. Ahora le tocaba contar a Deje otra vez.

-LLEGAMOS!- dice mamá, y una lágrima se escurre por mi mejilla. Jamás me había sentido tan mal.. todo fue sólo un sueño.

Ya estaba en casa y me sentía terriblemente mal. Me habían dado de alta gracias a mi pronta "recuperación", lo pongo en comillas porque en vez de recuperada, me sentía destrozada como recién salida de una pelea de boxeo de 20 personas contra mi.
Mi mamá no me dejaba mirarme al espejo porque según ella eso me deprimia y ¿cómo no? La mitad de mi cara estaba completante hinchada, desde la barbilla hasta la frente.
Quería que mis amigas fueran a visitarme pero a la vez no quería que me vieran así.
De todas formas ni una "amiga" fue a verme o llamó para ver como estaba, eso me ponía peor. En ese momento me di cuenta de que hasta mi propia sombra me había abandonado, ya que me encontraba en la oscuridad.
Los días pasaban y mi tormento crecía, lo único que podía hacer era pensar y eso me consumía completamente.
Pensaba en el, en cómo estaría.. en sus ojos y su piel.. él fue mi mayor ancla hacia el dolor y tormento. Porque el era mi mayor ideal, mi príncipe o como quieran llamarlo. Si tan sólo me ubiera hablado, todo el tormento y dolor habría desaparecido,pero eso jamás paso.
¿Qué ironía, no? Él tenía el poder de matarme y también de darme fuerzas, alegrías y ganas de vivir, pero bueno.

Más que un sueño fue un recuerdo que no recordaba, hasta este momento. Ocurrió cuando tenía 10 años, quería volver a formar parte de ese hermoso pasado y de alguna manera lo "logre" recordándo a través de un sueño. Era una nena llena de inocencia y alegría en el lugar donde transcurrió mi infancia... en Paraguay. Pero eso era antes, ahora tengo 13 y soy casi una adolescente al igual que mis amistades de la infancia, todos y todo había cambiado incluyendome. Mis "amigos/as" se alejaron.. ya no recibía la misma atención que antes.. ya no jugábamos más, ahora había otras cosas más "importantes" como por ejemplo el celular, los novios/as, de un año a otro todo había cambiado, para mal.
Cuando iba a Paraguay me aburría demasiado, me quedaba encerrada con mis primos o aveces salía afuera para ver si lo veía a Mariano pero nada. No había rastro. Con suerte lo veía de lejos pasar.. Y mi corazón daba un millón de vuelcos, tan grande es su efecto en mi.. todavía no lo puede comprender. Las veces que fui, fueron en eventos especiales como los 15 de mi prima Gisel, la mamá de Mariano había decorado la casa de ella, para la fiesta y por lo tanto su familia fue invitada. Recuerdo que llevaba un vestido fucsia con una cinta y una rosa de tela en la cintura. Me sentía tan linda, quería que el me viera, queria verlo, y lo hice.
Toda la noche planeé besarle, mi primer beso.. pero no me atreví ni siquiera a bailar con él. En realidad desde lo que supe lo que era un beso quise dárselo, que el fuera el primero... Y yo la primera.
Pero esa noche el ni se percató de mi presencia y esa indiferencia me dolió en el alma, y empecé a plantearme qué había de malo en mí.
Mi cuerpo.
Mi cara.
Mis dientes.
Todo.
El era hermoso y yo no era nada... Me enteraba de que había chicas que le gustaban y todas eran flacas, blancas y lindas. No había comparación.
Él, rubio.
Yo, morocha.
Él, alto.
Yo, petisa.
Él, flaco.
Yo, gorda.
Él, lindo.
Yo.... bueno.
No había comparación alguna, no teníamos nada en común pero incluso al saber eso mi amor no disminuyó, al contrario. Era más fuerte. Y decidí cambiar, por él... por mi amor.




Volví! Perdón por tardar tanto. Pueden votar? Si? Gracias por todo❤

Hola Y Adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora