Cap 15 Carta.

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—¿Desde cuándo lo sabias?— hablo con Williams por llamada.

—Me he enterado hoy mismo en la mañana— me sorprende por disimular muy bien.

(15 minutos antes)...

Subo a mi habitación decidida a leer esta carta, me parece extraño que Scott tenga esto, aún no se porque quiere que la lea yo y no mis padres.

Llego y suelto mis cosas para sentarme en la orilla de la cama, con la carta entre mis manos la abro.

"06 de junio de 2002"

Querida Julia (mi madre) espero que estés bien, igualmente tu hermosa familia, no sabéis cuanto os echamos de menos en las Navidades, Scott lo único que hace es preguntarme por la pequeña Mía.

Lamentamos decirles a ti y a tu queridísimo esposo que mi esposa Amelia esta muy enferma, el cáncer le ah avanzado por todo el cuerpo, y las quimioterapias no la están ayudando en nada, los medicamentos son de altos costos y ahora con la recién nacida Thamara los gastos los tenemos hasta el cuello.

Os escribo esta carta para pedirles el préstamo que nos deben , lo necesito para salvarle la vida ah mi esposa he hijos, por ahora mi trabajo me ayuda pero no es suficiente, por favor los necesitamos.

Att: Sr Williams.

¿Yo ya conocía a Scott?

No lo puedo creer, asimilar esto es difícil.

¿Mis padres les devolvieron el dinero ah los Willians?

¿La madre de Scott murió?

¿Cuando me lo pensarían contar mis padres?

Y aún tengo preguntas, y las respuestas las tenía Scott.

Tomo mi móvil y le marco.

—¿Desde cuando lo sabías?— le hablo pero solo escucho un suspiro de su parte.

—Me he enterado hoy mí en la mañana—me sorprende por disimular muy bien.

—Necesito que vengas a mi casa, tenemos que hablar— le digo firme.

—Voy en camino—

Cuelgo.

Me sentiría tan mal si mis padres no hicieron lo que los Williams le pidieron.

En cinco minutos tocan la puerta de la terraza de mi habitación, abro y entra Scott algo sucio por las ramas de los árboles.

Sin decir nada devora mis labios hasta arrastrarme a la cama, donde se posiciona encima de mi dandome besos en el cuello y en toda la cara, amo que haga eso.

—¿Como esta la novia más hermosa del mundo?— río ante lo que me dice y me sonrojo.

—¿Somos novios?— el a mi aún no me pregunta nada.

—Si, eres mía, solo mía— y me besa.

Cuando para mi ojos se posicionan en la carta que está justo al lado de la cama, en mi mesa de noche.

—¿Como te enteraste de esto?— le pregunto y la toma.

—Esto es solo una copia, la original la tienen tus padres—dice y la deja a un lado— Como te dije me enteré hoy, casi cumplo los 20 y mis abogados bueno los antiguos abogados de mis padres me la han echo llegar ah casa, quería respuesta y por eso mismo los llamé, y me han aclarado todo, es una larga historia mi niña— concluye pero aún no responde ninguna de mis preguntas.

—Tengo toda la noche— me siento y me cruzo de brazos— Primera y la más importante para mí, ¿Mis padres les devolvió a tus padres ese dinero?— espero la respuesta de Williams, pero el solo se dispone a ver el suelo y recordar.

—No— suelta de golpe— Mi padre siguió mandando cartas pero ninguna las leían, ya no iban a Navidad con nosotros, ni ah año nuevo, era como si se los hubiera tragado la tierra.

—¿Y tu madre? ¿Donde esta ella? — no le quería preguntar si había muerto, creo que es un tema muy delicado.

—Pues el cáncer le ganó— mierda, una lágrima sale de su ojo y me aproximó a limpiarla.

Me siento tan decepcionada de mis padres, como pudieron pasar de lo que le sucedió a la madre de Scott.

Lo tomo entre mis brazos y le doy un fuerte abrazo, luego de separarnos tomo su rostro entre mis manos y lo beso, el me sigue el beso y lo intensificó, me toma de la cintura y me sube a su regazo, sus manos viajan a mis glúteos y las mías a sus finos cabellos, otra vez la erección de Scott se hace presente entre mis piernas, pero no quiero arruinar este momento, así que tomo la iniciativa y le quito su camiseta sin esfuerzo, su cuerpo es perfecto, mis manos pasan tocando y masajeando cada rincón de su torso desnudo, parece que esto le excita porque el bulto ah crecido, sus suaves manos se hacen presentes en mi abdomen, esto se siente divino, su mano bajo hasta mi pelvis no lo detuve.

¿En verdad Scott Williams es el hombre indicado para perder mi virginidad? 

Esa pregunta rondaba por mi cabeza, lo conocía de toda la vida, y es el chico que ahora amo y quiero para mí, me ah demostrado que me quiere y que está para mí, sin dudas es el indicado.

—¿Segura que quieres hacer esto?— y como si hubiera leído mis pensamientos le digo —Si—

Me saca mi pijama y quedó solo en un conjunto que consistía en finos sujetadores de encajé negro con mis pequeñas bragas de la misma tela y el mismo color, esto algo apenada nunca le había enseñado a un hombre mi cuerpo de tal manera, mis mejillas se tiñen de rojo y el me besa cada una, me deposita suavemente en la cama, como una muñeca de porcelana, baja sus pantalones y queda en ropa interior, un boxers de Calvin Klein que resalta su hinchada y erecta polla, se posiciona encima de mi y me besa el cuello con pasión, de mis labios sale un gemido.

—Eres hermosa — me dice al llegar a mi abdomen y besarlo sin parar, mis piernas se abren por inercia, sentía que estaba algo mojada, Scott se posiciona entre ellas, se deshace de mis bragas y mis mejillas se vuelve a teñir de rojo, Williams pasa su lengua por mi sexo y me estremezco, mis piernas empezaron a temblar, mi vagina quería más de eso, sentía necesidad— Y sabes divino, me encantas— Al terminar esa oración su lengua viajó hacia mi feminidad, era como estar en el cielo, su lengua iba desde mi clítoris hasta mi abertura y me penetraba con esta, sentí que mi vientre se tenso, lo único que se escuchaba en mi habitación eran mis gemidos y su lengua chocar contra mi feminidad, creo que voy a tener un orgasmo.

Y así fue, sentí que llegue al clímax, mi primer orgasmo lo había causado Scott Williams.

Pero ésto no había terminado aún, succiona mis jugos y me sonríe, me sonrojo más de lo normal.

—Eres exquisita, y solo mía— me besa, luego me levanta de la cama y pone en una posé específica, en cuatro.

¿No me dolerá más así?

—Tranquila, voy ha ser delicado— me asegura y confío en el.

Quita sus boxers y se frota por toda mi feminidad, esto me excita, tanto que me molesta, la punta de su pene de hace presente en mi abertura y solo con eso ya gimo, me penetra suavemente, hasta el final, y sus movimientos son lentos al principio.

No les voy a mentir, la primera vez duele pero luego ese dolor se vuelve placentero y solo pides mas y mas.

—SCOTT— gimo su nombre y de un momento ah otro sus embestidas son violentas.

Hace un cola de caballo con mi cabello y tira de mi, ya no me duele ahora todo es placer.

—Tómame del cuello preciosa— me ordena, lo obedezco y me levanta de los glúteos, mis piernas de enrollan en su cintura y me acorrala contra la pared.

—Te Amo Mía — me lo dice a los  ojos y le creo.

—Te amo Scott—

(....)

Una luz que me paga fuertemente en la cara me despierta, mis ojos se acostumbran a la luz, veo y a mi lado está Scott durmiendo plácidamente, lo abrazo y pongo mi cabeza en su pecho, me encanta estar así.

Un Viejo Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora