Capítulo 11

431 36 6
                                    

Y se empezó a escuchar una música.

La cara de María cambió y es que creo que esa era su canción.

-¿Qué es esto?-dice María.

Entonces se encienden las luces y aparece mi hermano de rodillas al lado de María y una tela enorme, colgando del techo en la que pone: ¿Te quieres casar conmigo?

Y de cuya tela empiezan a caer globos rojos en forma de corazón.

-¿Qué cojones? ¿David tu habías visto algo ahí arriba?-le pregunto susurrandole al oído.

-Yo no.-me responde también al oído.

Entonces se escucha gritar un "sí" súper agudo.

Casi me rompe los tímpanos.

Mi madre estaba llorando.

Madre mía.

Que personajes.

Yo me dediqué a sonreír y a aplaudir como hacían todos.

Nadie sabía nada.

Todos se quedaron descompuestos porque nadie se lo esperaba ni nada.

Cuando nos fuimos David y yo íbamos hablando de eso en el coche.

-A mi me ha parecido...

-Una gilipollez.-digo antes de dejarle acabar.

-Más o menos. Lo veo muy apresurado. Pero si ellos son felices nadie se lo va a impedir.

-Ya pero a ver, ¿cuánto llevamos nosotros ya?

-No te creas que llevamos tanto porque con todas las veces que hemos cortado.

-A ver, cortamos cuando lo de Dani y cuando lo de...

Suspira.

-Bueno sí, dos veces, ya está, no hace falta recordar. El caso es que yo no habría hecho eso.

-Yo tampoco la verdad. Osea yo te quiero mucho pero, ¿casarnos? Ni de coña.

-¡No te casarías conmigo?

-Si tú quieres sí, pero si no no. A ver, no es por ti, es porque las bodas no me van mucho, a mí no me gustaría casarme la verdad.

Me quedo callada.

-¡Qué pasa?-dice David con cara de extrañado.

-No sé. Me he rallado un poco.

-¿Por qué?

-A mi tampoco me gustaban las bodas y eso pero la verdad es que si quisiera casarme contigo.

Ambos nos callamos.

-No sé, tenemos toda la vida por delante todavía. A lo mejor algún día me levanto con ganas de pedirte matrimonio o a lo mejor no, pero si tú tienes muchas ganas pasará.

-Bueno, es verdad, tenemos mucha vida por delante.

Llegamos a casa y al poco de apagar las luces para dormir suena un teléfono.

-¿Quién es?-le pregunto a David cuando lo coge.

Cuelga alterado y empieza a vestirse.

-¿Qué pasa? ¿Qué haces?

-Mi madre se ha puesto muy enferma.

-¿Qué?

Me levanté rapidísimo y empecé a vestirme cogí solo el móvil y nos fuimos en el coche.

Te sigo (David Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora