• Capítulo 5.- Un inicio dificultoso

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G-TOP (G-Dragon & TOP)

• Capítulo 5.- Un inicio dificultoso

        Sus palabras inundaron mi pensamiento, de repente me quedé estático y volteé a ver otro lado, no me alcanzaba el entendimiento como para dar una respuesta, mi corazón latía rápidamente casi queriéndose salir. Me llenaba de pánico, nerviosismo y mi mente estaba en blanco, no hallaba una respuesta hasta que lo ví a los ojos, logré ver su ternura y sus ansias por obtener una respuesta así que dije tomé unos segundos para dar una respuesta, tomé aire y le dije...

Tomé aire y lo miré fijamente soltándome del agarre de sus suaves manos. —No—

—¿Que? ¿No soy suficiente para ti? ¿A caso me odias? ¿Dije algo que te hiciera sentir mal? ¡Dime!— TOP estaba muy alterado hasta parecía un dramático y neurótico, tomó mis muñecas fuertemente y me sacudía ligeramente.

—Me duele... Por favor, detente. Me lastimas— cuando dije eso pude sentir como dejaba de apretar mis muñecas, me solté de un tirón, me levanté de la silla para quedar frente a él y lo abracé acariciando espalda y le di un beso lo cual duró unos minutos mientras que tomaba sus mejillas con las palmas de mis manos. Me separé lentamente de su rostro para darle un beso en la frente. —“No”, sería una respuesta equivocada. Me gustas, te quiero. No, te amo, te amo muchísimo, Choi— pude ver que en su rostro se reflejaba lo impactado que estaba y me reí un poco quitándome la tensión de encima.

—G-D... También te amo y prometo que te amaré por el resto de mi vida— me acarició las mejillas con sus manos, sus manos estaban muy frías pero no me importaba. Quiero demasiado a este hombre quien esta parado justo frente a mi, quien casi me sonsaca, secuestra y me hace sentir amado.

Al pasar el tiempo salí para ir a mi trabajo pero TOP me detuvo tomando mi brazo, al instante volteé mirándolo a la cara. —¿Que sucede? Tengo que irme, tengo que trabajar— sonreí mientras abría la puerta de la casa.

—Te llevaré, es lo menos que puedo hacer por ser tu novio— me atrajo hacia él y me abrazó susurrándome al oído. —Te amo demasiado, si te sucediera algo yo me moriría— su voz resonó en mi oído y sólo sentí un ligero escalofrío en mi espalda.

—Esta bien... Dejaré que me lleves pero con una condición— lo miré y lo abracé hundiendo mi cabeza en su pecho, en el momento en que sus brazos me rodearon me sentí tan feliz e indudablemente amado. Sonreí y le piqué una mejilla con mi dedo índice mientras inflaba mis mejillas a la vez logrando que este soltara una risa y comenzara a sonreír. —Tendrás que esperar para poder saber cual es mi condición—

Ya cuando TOP me llevó a mi trabajo en su auto, al bajar el agarró mi brazo y me jaló atrayéndome a él acercándose peligrosamente a mi rostro, me dio un corto beso y yo escondí mi rostro de él por la vergüenza tenía de que me viera reírme. Me acarició la mejilla y me besó la frente despidiéndose de mí, me alejé un poco despidiéndome de él teniendo una sonrisa en mi rostro, entré por la puerta trasera para poder iniciar mi jornada laboral, mi corazón se encontraba acelerado y emocionado, A esto se le llama felicidad, ¿No?
Si, es felicidad y no quiero que esta felicidad se termine.

Daesung, Taeyang y yo nos cambiamos y fuimos hasta la entrada para comenzar nuestro trabajo, me divertía con las pequeñas bromas de Taeyang pero reía más al escuchar a Daesung reírse para después tartamudear al hablar. Dejamos de reírnos pues las chicas nos veían raro como si fuéramos unos idiotas sin remedio, cuando de repente entró el gerente Seungri, le saludamos y él nos devolvió el saludo yéndose a su despacho; cuando llegaron algunos clientes comencé a atenderlos, era la temporada de frío y por cierto la más horrible de toda mi vida, tenía miedo al entregar las tazas de café o de chocolate pues tenía miedo de quemarme con el líquido. Terminé de atender las mesas que me correspondían, en eso el gerente me llamó para que fuera a su despacho, atendí a la última mesa y entonces, fui a su despacho entrando lentamente por la puerta.

—Buenos días, Gerente. ¿Me llamaba?— entré poniéndome frente al escritorio mirándolo a la cara.

—Buenos días, Kwon. ¿Sabes por que te mandé a llamar?— su tono de voz me llamaba la atención y hasta me daba miedo por tanta seriedad que se reflejaba en su rostro.

—En realidad, no... ¿Por que me llamó, Gerente?— estaba tan confundido que hablaba con la voz baja y con cierto miedo al responder su pregunta.

—Recientemente hay más clientes desde que llegaste, tienes mucha popularidad entre los clientes, específicamente en las mujeres, muchas vienen aquí sólo para verte y la venta disminuye el día de tu descanso. Eso es bueno pero por otra parte todo tiene su límite, ¿Haz dado información con alguna de las clientas del café?— me miraba seriamente.

—No, claro que no. Estoy siguiendo las reglas de Sweet Honey, ¿Sucedió algo malo?— confundido miré a Seungri.

Éste se levantó de su silla y se me acercó lentamente tomándome de la cintura con sus manos, me quedé quieto estaba totalmente impactado que no podía moverme, él pasó sus manos hasta mi espalda abrazándome y me susurró al oído. —Me alegra, no quiero compartirte con nadie... Kwon...— un horrible escalofrío recorrió mi espalda que hasta sudé frío, tuve miedo de ese tono de voz tan frívolo y entonces, me lamió la oreja mordiéndola suavemente.

Mi cuerpo reaccionó e intenté alejarlo oponiéndome empujándolo de los hombros y tratando de zafarme pero después, lo único que hice fue suplicar al ver que mis intentos eran en vano y comenzó a tocarme en eso dije. —No, por favor. ¡Tengo novio!— apreté mis ojos fuertemente mientras suplicaba y gritaba.

—No me importa, esto lo mantendremos en secreto, mientras tú eres mío. Sino me obedeces puedo despedirte si lo deseo... Tendrás que satisfacerme si quieres mantener tu estadía y vele el lado positivo, tu salario puede aumentar considerablemente— lamió mi cuello bajando lentamente. —Esto lo disfrutaremos los dos...— chupó mi cuello haciéndome un chupetón, solté un gemido parecido a un quejido y al momento de querer soltarme di unos pasos hacia atrás chocando contra una de las paredes de la habitación. —No tienes otra opción— me besó apasionadamente acorralándome sin tener ninguna salida.

Lo único que hice fue temblar de miedo y seguir cerrando los ojos. Escuché la puerta abrirse así que abrí los ojos, Daesung había entrado sin darse cuenta de que yo estaba allí, pero de repente.

—Gerente, ¿En dónde están...?— se quedó completamente paralizado al ver al Gerente por así decirlo casi encima de mi. Tragó saliva y humedeció sus labios. —¿Que le está haciendo a Kwon?— era una respuesta tan obvia que casi quería golpearlo y él aún permanecía en la puerta.

—Eso no es asunto tuyo, ¿Que quieres?— me soltó y lo miró enfadado, su voz y sus palabras eran muy frías.

Aproveché que me había soltado para salir del despacho del Gerente tomando de la mano a Daesung para llevarlo lejos del despacho del pervertido pero antes de salir escuché. —Vuelvan a trabajar. Después hablaré contigo, Kwon— asentí y me fui con Daesung quien seguía perplejo.

Continuará...

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