Nuestro Bebé ✿ HopeV

✿ Capítulo 13: Noticias Grandiosas

- ¿Q-Qué hago aquí?

- Te desmayaste en mi oficina, así que te traje rápidamente aquí.

- Yo... yo debería estar trabajando. -

Traté de levantarme, pero no pude, pues tenía algunos aparatos conectados a mi cuerpo.

- TaeHyung, no te levantes aún, el doctor dijo que debes descansar y recuperar fuerzas.

Al parecer el doctor sí tenía razón, pues últimamente estuve sin apetito, así que eso explicaba los mareos y ahora, el desmayo.

- TaeHyung, no estuviste descansando todo este tiempo, ¿verdad?

- ¿Eh? bueno, sí algo así - mentí, pues no quería que mi jefe y esposo de mi mejor amigo se enterara de mis hábitos.

- ¡TaeHyung! - suspiró- sé que tú y yo no tenemos una relación tan confiable, pero eres el amigo de mi esposo, así que eso te convierte en mi amigo y como el amigo que soy me preocupo por ti.

- Entonces ahora gané un amigo, que resulta que es mi jefe. - lo miré algo confundido.

- Así es.- sonrió, mostrando su bella dentadura. - Oh, por cierto, el doctor regresará dentro de unos segundos con tus análisis.

- ¿Análisis?... Por qué tenías que hacerme análisis, los odio - hice un puchero mientras miraba a mi jefe atentamente

- Los análisis son algo muy común, que toda persona tiene que realizar cada cierto tiempo para ver su salud.

- Sí, eso lo sé y por eso los odio, no me gusta saber que enfermedades tengo. - dirigí mi mirada hacia otro lado para no ver a mi supuesto "nuevo amigo".

- Sí que eres raro, tal y como lo dijo JiMin.

- ¿Qué? ¿JiMin habla de esa manera de mí? - me sentí un poco ofendido al saber que mi amigo decía que era raro.

- Bueno, solo lo dice algunas veces.

- Sí, como no. - murmuré más que molesto.

- Está bien, lo suele... - JungKook no terminó de hablar, pues su teléfono sonó. - ¡Oh! es JiMin, dame un segundo TaeHyung.

JungKook salió de la habitación para hablar con mi amigo y yo, como siempre, me quedé solo hasta que nuevamente entró alguien, pero no era mi jefe, sino el doctor, quien me dirigió una mirada muy alegre.

- Joven Kim - se dirigió hacia mí e inspeccionó alguno de los aparatos que estaba conectado a mi cuerpo.

- ¿Qué es lo que tengo? - dije. Como siempre, me gustaba ir de frente al grano

- Bueno, de tener algo sí lo tiene, pero es algo muy bueno - el doctor me miró nuevamente y sonrió.

Esto sí es algo malo, pues mi madre siempre decía que las peores noticias siempre te la daban personas sonrientes.

- Muy bien, ya dígame, ¿Cuántos días tengo antes de morir? - lo miré con completa seriedad.

- ¡Por dios! Joven Kim - comenzó a reír. Está bien. Esto sí tenía que ser algo muy malo.- Joven Kim, me puede decir desde cuando ha comenzando a tener mareos o algunos vómitos - esta vez sí dejó de sonreír.

Me puse a pensar sobre los constantes mareos que comenzaron solo unos días después de aquel día de la resaca y por un momento pensé que tenía desnutrición, pues desde aquel día, que fue hace como dos semanas atrás, dejé de comer o simplemente todo lo que comía en algunas ocasiones lo devolvía, ocasionando que bajara rápidamente de peso.