Con gusto te are los honores

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Sonreí con lujuria y comencé a devorar a besos el cuello de Madara, mientras el gemía de placer.
Rápidamente le saque toda su ropa para tener mas acceso para devorar a besos y mordidas todo su cuerpo.

De su cuello fui bajando hasta sus pezones, los cuales empece a lamer y morder con delicadeza, mientras que de los labios de Madara solo salían gemidos.
Yo sonreí al escuchar sus gemidos y deje de jugar con los pezones, comencé a hacer un camino de besos desde ellos hasta el abdomen de Madara, donde allí jugué con mi lengua en el ombligo de el, sentí unas pequeñas risas, eran de Madara, al parecer le estaba haciendo cosquillas.
Lo torture un poco mas jugando en su ombligo, mientras que con mi mano derecha empece a masturbar su miembro, allí mismo las risas pararon y se transformaron en jadeos.

Baje del ombligo hasta el miembro donde le di solo una lamida a la glande, no me iba a concentrar en el.
Baje mi cabeza hasta llegar a la entrada de Madara, le hice una señal para que levantara un poco, mientras aun lo masturbaba.
Cuando tenia su entrada frente a mi la comencé a lamer, los gemidos de Madara seguramente se sentían por todo el lugar.
La seguí lamiendo hasta que pare y deje de masturbar a Madara, me levante y mire el rostro de Madara, el cual estaba completamente sonrojado.

Me comencé a quitar la ropa hasta quedar completamente desnudo, puse dos dedos en la boca de Madara, quien comenzó a lamerlos sensualmente.
Parecía como si estuviera chupando y lamiendo un helado, o mejor dicho mi miembro.
Cuando note que ya estaban completamente ensalivados se los quite de la boca y volví hacia atrás de el, donde coloque sus piernas en mis hombros y con cuidado metí mis dedos en su entrada.
De su boca salio un quejido de dolor, me agache un poco mientras aun no paraba de masturbar lo.
Allí comencé a besar todo su cuello para calmarlo, mientras yo aun trabada de encontrar su prostota.
Cuando la roce el lanzo un suspiro de placer.
La roce varias veces hasta retirar mis dedos y remplazarlos por algo mas grande, mi propio miembro.

Lentamente comencé a penetrar a Madara, el se levanto un poco y paso sus brazos tras mi cuello, me sorprendí de lo flexible que llegaba a ser.
Seguí adentrándome en el hasta estar completamente dentro de Madara.
Estuvimos varios minutos quietos ambos hasta que Madara, con un poco de enojo me susurra:

-Ya... ya mueve... h-hashirama 

Y al escucharlo comencé a moverme lentamente, Madara tiraba su cabeza hacia atrás mientras suspiraba y gemía, podía notar que estaba sonrojado.
Cada vez comencé a moverme mas rápido, se poda escuchar el choque de las pieles, como mi pelvis chocaba contra sus nalgas.
Me excitaba demasiado sentir los gemidos de el y tenerlo tan cerca mio, y mas cuando me pedía que me moviera cada vez mas rápido.
Hasta cierto momento que roce un punto que lo enloqueció de placer.

-ALLÍ HASHIRAMA! AAAHHH! MAS! ALLÍ! -Gritaba de placer Madara.

No podía creer que en ese momento Madara se olvido de su orgullo, quebrando lo por completo, sin importar aquello lo penetre mas rápido, hasta que el climax llego, sentí como el se corrió entre ambos vientres.
Di unas cinco embestidas mas antes de correrme adentro de Madara, al correrme el arqueo lo máximo que pudo su espalda, y dio un enorme grito. 


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