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¿Qué demonios es esto?

Tn__-.

Han pasado ya tres días desde lo de Jos. Estoy en la escuela, precisamente en la clase de Literatura, pensando en... él. No entiendo por qué me preocupa tanto. ¿Será que el hecho de que no me recuerde me afecta un poco? Tal vez me acostumbré a tener su atención. No... ¿me estoy convirtiendo en Natalie? ¿Acaso solo quiero eso? ¿Su atención? Me removí en mi asiento, incómoda. No soportaba la idea de que él me olvidara.

Al termino de la clase. Caminé hacia mi casillero, sabiendo que él no estaría más aquí. Por lo menos por los próximos meses en los que él se recuperaba bien. Caminé a paso lento, tan solo imaginando los meses anteriores en los que él y yo siempre peleábamos. ¿Eran en serio tan indispensables esas peleas? Pero... ¿qué estoy diciendo? "Basta tn__, basta".

Levanté la mirada y lo vi parado frente a su casillero. Sacando todas sus cosas. ¿De verdad estaba él allí o yo estaba delirando? Caminé algo desorientada hacia allá y abrí mi puertecilla. Miré hacia mi lado derecho y él seguía como si nada sacando absolutamente todo de allí.
-Hola –saludé con media sonrisa y apreté mi mano donde tenía mi cicatriz. Él me miró y me hizo media sonrisa... solo eso. Aún no me recuerda. Sentí una rara presión en mi pecho, no lo sé... era incómoda- ¿Por qué sacas todo de tu casillero? –pregunté algo molesta.
- ¿Disculpa? –dijo como si no me hubiera escuchado.
- ¿Te vas? –pregunté señalando el casillero.
- Solo me cambiaron de casillero, ahora estaré en el 134 –mencionó, el cual quedaba al otro lado del pasillo, al fondo... lejos- dijeron que este ya no me pertenecería más, en realidad no sé por qué.
- ¿Por qué no les dijiste que no? –pregunté.
- Porque no me gusta –mencionó viéndolo- la puerta rechina, el candado no sirve, no tengo suficiente espacio tampoco...
- Antes no te quejabas –susurré.
- Supongo que antes no lo había notado –mencionó con media sonrisa- ¿eres mi vecina verdad? –lo observé por un rato, lucía tan distraído, tan tonto y noble.
- Sí... tu vecina –susurré. Cerré mi puerta y luego de sonreírle levemente me despedí de él.

Era hora de receso, así que busqué a Karla, a cualquiera de mis amigas o cualquiera de los chicos que se habían hecho más apegados a mí. Llegué y no noté a nadie más que a Bryan. Me acerqué a él y le sonreí.
-¿Cómo estás? –me preguntó y yo traté de sonreír, pretendiendo estar bien.
- Supongo que bien –sonreí. Él me dio un leve abrazo.
- No lo estás, ¿cierto?
- No –respondí y caminamos directo a la fila donde recogeríamos nuestra comida. Puse un poco de todo en mi bandeja y había chocolates y postres en abundancia de ella. Cuando me deprimía o me estresaba era lo único que hacía, comer.

Llegamos a la mesa y allí ya estaban el resto de los chicos y algunas de mis amigas, como Day que se la pasaba con Alonso. Karla últimamente estaba muy pegadita a Bryan, no sé por qué... pero no me interesaba. Al levantar la mirada noté que Jos venía caminando con una chica. Morocha, cabello negro, ojos marrones y labios delgados. Era bonita, sin duda y parecía amable, nunca la había notado en la escuela. Supongo que es como las alumnas promedio que no son ni invisibles ni destacadas, simplemente existen.

-¿Quién es ella? –pregunté a Alan inmediatamente. Él levantó la mirada y sonrió un poco.
- Es Olivia, dice Jos que es como su mejor amiga... que desde que la conoció en el hospital no se ha separado de ella –no sé cómo sus palabras me hirieron tanto que cerré los puños enfurecida- Al parecer se llevan muy bien.
- Me alegra –mentí y encajé los dientes en los pastelillos que traía en mi plato.

Jos se sentó en la mesa, junto con "Olivia". Me vio y me sonrió levemente. Odiaba su amnesia, odiaba su nobleza, odiaba que fuera tan tonto, tan iluso, tan idiota, tan... tan despreciable y cuantos más adjetivos despreciativos pudiera encontrar.

-Tú eres Tn__, ¿verdad? –me dijo ella. "Trata de ser amable, ella nunca te ha hecho nada, trata de ser amable, trata, solo inténtalo"
- Sí –respondí tan cálido como me fue posible. Ella me hizo una gran sonrisa- ¿quién eres tú? –pregunté.
- Yo soy Olivia Nickelsen –saludó- mejor amiga de Jos.

-Me... -ni siquiera podía pronunciar esa palabra. ¿Acaso dijo mejor amiga? Para ese segundo todos me veían con miedo. Todos sabían que yo explotaría por alguna razón. La miré incrédula. Jos a penas la había conocido hace tres o dos días. ¿Cómo rayos se atrevía a decir que era su mejor amiga cuando yo tenía años de estar con él?
- Así es... -pronunció Jos. Mi mirada rápidamente se dirigió al rostro de mi "ex" mejor amigo.
- ¿Enserio? –pregunté y él asintió con una gran sonrisa tomando la mano de ella. Bajé las manos de la mesa y por debajo de esta observé mi mano izquierda.

No sé por qué los ojos se me querían llenar de lágrimas al admirar ese tono rozado, casi amoratado de mi J. Aunque me había quemado la palma con tal de que me arrancaran esa capa de piel. Mi cicatriz sobrevivió. Tragué saliva, tratando de disipar ese nudo que se había formado en mi garganta. Levanté la mirada y sonreí.
-Me alegra que tengas una mejor amiga tan... adorable –respondí, cerré la mano y seguí comiendo.

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