-Y  ¿te ha surtido efecto?-dijo el tercero.

-No, pero... no quiero y punto, cuando ya no aguante más, lo haré- dijo Louis y su piel comenzaba a ponerse roja, los ojos rojos ya estaban intactos y, si mi vista no me falla, salió una chispita de fuego por sus manos. Se estaba enojando y demasiado, jamás había visto que saliera fuego de sus manos-¡Váyanse!-gritó de pronto, llegó a hacer que diera un leve saltito y gemí de miedo.

Los tres salieron, pero uno me dijo al oído "ten cuidado, no es el mismo diablo cuando expulsa fuego de sus manos, ya lo viste". Me causó temor.

-Me... iré al trabajo... pe... permiso-dije y salí corriendo Él ni siquiera me llamó.

Iba cerca de mi trabajo, doblé por un callejon y de pronto apereció alguien misterioso, de ojos negros y una ropa de color naranja fosforescente. Quedé intacta al sentirlo tan helado.

-Hola ______-dijo.

-¿Louis?-dije dudosa.

-¡Oh! Conoces a ese imbécil... él me ganó... por eso soy tan helado, somos hermanos, lamentablemente, él ganó la batalla para ser el diablo por siempre y sé que quiere tu alma, así que yo la tendré primero-dijo siniestramente, se notaba a millas que tenía un rencor hacia Louis.

Comenzó a tocarme por todos lados. Estaba tiesa de frío y de la impresión. De su dedo apareció una navaja muy afilada.

-Si te mato con esto eres mía y Louis se queda sin tres almas de su infierno-dijo y me la acercó a mi cuello- Aquí está la vena de muerte- apoyó el arma en el lugar, la rozó y sacó algo de mi sangre, la chupó y tragó, lamió sus labios en busca de más- ¿Te desintegro entera y mueres así o prefieres mi arma?- me preguntó y de pronto sentí un calor realmente impresionantemente caliente, Louis estaba aquí...

Suspiré aliviada, este tipo me daba más miedo que el mismo diablo y vi fuego delante de mí, lanzó fuego en forma de pelotitas a su hermano. Me cogió y me tapó los ojos, aparecimos en mi apartamento.

-Siéntate- me ordenó y yo le obedecí, no se veía de buen humor.

-¿Qué me harás?-pregunté con lagrimas en mis ojos.

-Nada preciosa, solo relájate, sentirás mis dientes en tu cuello, nada grave- se acercó a mi cuello.

Sentí sus dientes enterrarse en mi cuello y succionar, lloré de miedo.

-No llores, limpio el veneno de ese imbécil.

-¿Cómo quieres que no llore? Tú furioso capaz de cualquier cosa y me acabas de decir que tengo veneno en mi cuerpo... estoy horrorizada, ¡jamás debí haber pensado en ti! ¡En venderle mi alma al diablo!-dije y sentí sus labios apoderarse de los míos, calor puro recorría mi cuerpo.

-No quiero hacerte daño así que me lo haré yo solo-dijo y volvió a capturar mis labios. Jamás había sentido un beso así, el ardor lo sentía, era una completa inexperta al lado de él, y eso que jamás había besado. Noté su ere... ya saben...palpitar en mi muslo, lo deseaba...

-Es el diablo, ¿qué le puede pasar?-pensé.

Comenzó a recostarme en el sofá y partió besando mi cuello, de pronto sentí el colchón de mi cama en mi espalda... los besos se esparcían por todos lados y sentí a Louis arder más que nunca, me quemó más que ese día que se enojó y me obligó a sentarme con él en la mesa, ¿ayer? Sí, ayer fue eso... y ahora estábamos en esto, bueno... el es un diablo, hace todo con maldad... pero no desaprovecharé esta oportunidad. Me bajó mi brassier y comenzó descaradamente a acariciarlos, yo mietras desabrochaba sus pantalones y ya empezaba a sentirlo más cerca de mí, cuadrabamos justos, salieron los pantalones y su camisa ya no estaba, se la sacó.

-¿Sabes que estoy...comentiendo... el error... de mi vida no?-dijo agitado.

-Lo sé, pero no te estoy obligando, Si quieres dejamos todo hasta aquí y listo- dije, lo menos que quería era eso.

-¿En... enserio?-dijo.

-Claro, no te voy... a estar obligando señor diablo-dije.

-¿Por qué haces eso?

-¿Qué cosa?

-Me provocas y de tu boca la palabra ''señor diablo'' se escucha tan excitante-dijo aún agitado recuperando su ritmo, pero aún sobre mí.

-Que yo recuerde tú comenzaste a besarme cuando succionabas el veneno de mi sangre-dije.

-Me tientas con solo tocarte, eres un verdadero peligro para mí-dijo y se puso a mi lado.

-Okey, entonces no te toco, ni te hablo, ándate porque dudo que me quede callada, hablo mucho -dije.

Louis sentía la necesidad de estar cerca tuyo, no sabía porque, jamás había experimentado eso.

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asalkdsljfkjfkghjlsa No sabía que decir

(Me cago en la de tecnología)

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-Lydia

El Diablo es Malo, Pero no Feo (ADAPTADA)Where stories live. Discover now