Capítulo 1.

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Effie

Conforme paso el tiempo me sentía cada vez mas sola. Haymitch no ha dado ninguna señal de querer saber sobre mi o el bebé, e inclusive de Clary. 

Quería creer que las posibilidades de verlo eran nulas, sin embargo en el fondo aun había una chispa de esperanza. Tengo casi nueve meses de embarazo, y durante mi larga estadía aquí me realice todas las pruebas necesarias para saber si estaba todo en orden respecto al bebé. La suerte estaba de mi lado después de todo, él o ella crecía fuerte en mi vientre, cada patada que sentía aumentaba el deseo de querer tenerlo por fin en mis brazos.

Unos meses antes pude haber descubierto el sexo pero había tomado la decisión de dejarlo en incógnita hasta el día de su nacimiento. La ropa dejo de quedarme, tuve que hacer unos cambios, algo mas elástico para moverme con comodidad, era maternal con un poco de mi estilo. Me encargue de comprar algunas cosas para bebé y entre ellas una agradable cuna que elegimos con mi pequeña. Todavía no quería decorar el cuarto que le pertenecería hasta que tuviera en casa toda la lista de cosas que había logrado hacer. 

Clary estaba contenta en el Capitolio excepto por la escuela, todas las mañanas era un lío intentar despertar a la niña y con mi necesidad de dormir mas, era el doble de complicado. Estas últimas semanas me estuve excediendo en esfuerzo, que la madre de una de sus compañeras se ofreció a llevarla y traerla durante todos estos días, su nombre era Mabel y estaba muy agradecida con ella. Uno de mis grandes alivios fue el que la pequeña no hiciera preguntas sobre Ryan, mucho menos de su madre, podía notar lo dolida que estaba por las palabras que ese infeliz le dijo aquella noche en la cabaña.  

No le gusta dormir sola, a veces suelo dejar la puerta abierta para que pueda venir conmigo sin miedo. Es ahí cuando aprovecha para preguntar por Haymitch, Katniss y Peeta. Entiendo que los echa de menos, y es por eso que le prometí que los llamaríamos apenas regresara del colegio, lo cual solo fue cuestión de segundos antes de la puerta se abriera, provocando que me gire en el sofá abriendo los brazos, esperando por ella. 

—Mamá—gritó, aferrándose con fuerza a mi cuello—, estaba preocupada dejándote aquí sola. 

—Lo único que hacia de camino aquí era preguntar solo por ti, tienes una hija preciosa Effie—agrego Mabel sonriendo, colocando ambas manos en los hombros de su hija—. Muy bien Alice hora de irnos, despídete.

—Hasta luego señorita Trinket—se despidió con timidez—, nos veremos mañana para jugar Clary. 

Asentí con una sonrisa luego de acariciar su mejilla. Trate de darle unos segundos a mi hija para que se de cuenta porque la miraba severamente pero era un caso perdido.

—¿Dónde quedaron tus modales jovencita?—arquee un ceja, luego suspire—. Gracias por todo, en verdad no se como agradecerte el que estés haciendo esto por nosotras.      

—Entre madres estamos para ayudarnos—abrió la puerta—. Pasare temprano por ella, por ahora te dejamos descansar.

Luego de que se fueran volví a soltar un largo suspiro, recostando mi cabeza en el respaldar del sofá, y juntando ambas manos sobre mi vientre.

—¿Podemos llamarlos ahora?

—Ojala con la misma rapidez recordarás las tareas—reí a medias para luego observar la hora—. Aun es medio día, no creo que los niños estén en casa.   

—Entonces llama a Mitch, estoy segura de que extraña escuchar tu voz.

Dudo que él quiera saber de mí.

—¿Estas segura?

—Pasaron muchos meses, casi nace el bebé y Haymitch ni siquiera se molesto en llamar. Debemos aceptarlo cariño.

—¿Entonces no llamaremos?—pregunto cabizbaja. 

—Haremos un intento pero no prometo nada.

Con suerte logre estar de pie para ir en busca de esa vieja agenda donde mantenía todos los números. No tarde en encontrar el de la casa de los muchachos, y apenas lo supo Clary lo arrebato de las manos, para ir derecho a marcar el número de manera rápida.

—¿Hola?—preguntó, esperando alguna respuesta a través de la linea—. ¿Peeta?

Clary...pequeña, no sabes la alegría que me da oírte. ¿Cómo haz estado? ¿él bebé va bien? ¿Effie necesita algo?.

No pude evitar sonreír al escuchar la entusiasmada voz de Peeta, mientras apoyaba mi cabeza en la pared, cerrando los ojos.

—Tranquilo, mamá esta bien, de hecho esta justo al lado mio escuchándote. ¿Deseas hablar con ella?

—Antes déjame decirte que con Katniss te echamos de menos. Espero puedan venir a visitarnos pronto. 

—Intentare convencerla para ir—le susurra al teléfono para luego entregármelo—. Iré a cambiarme, no hables con Haymitch hasta que vuelva.

No reaccione hasta recordar que Peeta seguía esperando que respondiera, me apresure a responder.

—Aquí estoy Peeta, que grosería de mi parte dejarte hablando solo. Discúlpame.

No haz cambiado nada—lo oí reír—. Dime que tal va todo con el bebé, ¿será niño o niña? Katniss y yo queríamos llamarte antes pero con Haymitch...

—¿Qué le paso?—interrumpí, asustada.

Digamos que se ahogará en vomito si sigue bebiendo como hasta ahora. Ya sabes como es de terco.

—De memoria—resople—. ¿Pregunta por nosotras o por su hijo?

No. Sigue sin querer saber de ti, menos quiere saber del bebé. No quería decirle esto a Clary pero tampoco quiere saber de ella. No porque la odie sino por no querer el recuerdo Ryan cerca.

—Creo que esta mas que claro que no volveré al distrito doce—reí sin ganas—. Puedo al menos decir que mi vida esta aquí ahora. Él puede vivir sin mi, podré vivir con ello después de todo solo me importan mis hijos.

No pienses así, él te necesita tanto como tú, y ese bebé los va a necesitar a ambos. Es mas, le daré ese sobre, estaba esperando el momento indicado y creo que es ahora.

—¿De qué sobre estas hablando Peeta?

El de tu embarazo. Es lo único que hará entrar en razón a Haymitch.

¿Cómo fue que ese sobre llego a tus manos?

Mire a Clary, quien se estaba arreglando la chaqueta sin darse cuenta de lo que acabo de preguntar.

Creí que lo sabías, la pequeña me lo dio antes de que se marcharan.

—No le entregues nada a Haymitch—ordene, observando como cierta niña ya se había dado de la situación—. Te llamaré luego para poder saludar a Katniss.

Esta bien, será como tu quieras. No te alteres mucho y dale un beso a la niña.

—Adiós.

Apenas deje el teléfono a un lado me pude dar cuenta como Clary intentó huir lentamente.

—Alto ahí jovencita. Ahora mismo me vas a explicar que fue lo que planeaste a mis espaldas.

—Ups—se encoge de hombros sonriendo a medias, suspiró luego—. Peeta traidor, me haz metido en un gran problema.

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Heeeeeeee vuelto! (? 😂 . Los extrañe un montón, espero no tardar en actualizar como antes :'v 

En fin, ¿qué les pareció este primer capítulo después de haberles roto el kokoro anteriormente? 

Espero que les haya gustado. uwu

Yes, we are a teamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora