9. Te lo prometo, ángel.

253K 9.7K 1.4K
                                    

                                                                   9.    Te lo prometo, ángel.

—Estás invadiendo mi espacio personal —advertí mientras él seguía mirándome de aquella forma, provocándome.

—No creo que te importe.

—Oh, sí, sí que me importa —corregí y puso una mano en mi espalda baja y me pegó más a él—. Hazme el favor y reserva esas manitas para tu Barbie.

—¿Ah? —quiso saber mirándome confuso.

—Tu chica.

—Ah, ¿esto es una escena de celos, ángel? —No sabía si mis ganas intensas de golpearle eran por pensar que podía estar celosa de la Barbie o porque volvía a llamarme ángel.

—Más quisieras.

—Creo que no me estoy equivocando, te gusto, ángel, admítelo —insistió mientras sonreía acercándose más, casi ahogándome con su cercanía y mi cerebro mandó órdenes a mi pierna izquierda para, justo en el momento en el que Luke se acercaba para profundizar el acercamiento, si aquello era posible, estamparse contra su entrepierna haciendo que gruñese de dolor.

—Esto es un aviso, Hemmings, deja tus acercamientos para otras personas —escupí mis palabras y, después de asegurar fuertemente mi mochila a mis hombros, salí de allí directa al baño donde me encerré temiendo por si podía venir a buscarme. Inhalé. Exhalé. Inhalé. Exhalé. Y conseguí tranquilizarme, quizá un poco, puede que le hubiese dado demasiado fuerte pero no estaba de humor para sus tocamientos inoportunos y no iba a permitirle hacer conmigo lo que le diese la gana.

(...)

Caminé por los pasillos dirigiéndome a tecnología, era la última clase de aquel lunes infernal y entonces, choqué con alguien.

—Hey, M, cuidado —habló Brook, espera, ¿me había llamado M?

—¿Brook? —pronuncié confundida hacia aquel diminutivo que solo utilizaba mi hermano.

—¿Qué pasa, cariño?

—¿Por qué me has llamado M?

—Tu hermano siempre que habla de ti utiliza ese apodo por eso yo pens...

—¿Hablas con mi hermano? —quise saber ahora más sorprendida, a Ashton nunca se le había dado bien hacer amigos y pensar que podía tener uno me hacía feliz.

—Sí, es un tío de puta madre —respondió e hice una mueca ante su vulgar lenguaje.

—Guay, me alegro, pero, ¿no le ofrecerás también a él caladas de tus cigarros, cierto? —pregunté sacando mi lado protector, Ashton no era el único que lo tenía.

—¡Claro que no! —Suspiré aliviada.—Todavía no he fumado en su presencia. —Sonrió divertido.

—¡Brook, ni se te ocurra! —le amenacé señalándome con el dedo y él levantó las dos manos en alto mientras reía.

—Está bien, está bien —dijo mientras seguía riendo y le golpeé en el estómago a lo que él hizo una dramática escena de dolor a pesar de que no le había casi rozado.

—Dramático.

—Eh, se me da genial interpretar escenas de dolor y desilusión, soy un increíble actor.

—Y un increíble idiota —añadí con una sonrisa en mis labios viendo como la suya desaparecía.

—Eres cruel, ¿lo sabías?

Rebeldía (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora