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Una abuela es esa maravillosa persona llena de sabiduría y de bondad que nos enseña con paciencia y con todo el amor del mundo como deberíamos vivir la vida. Por eso hoy voy a escribir sobre la mía. Y es que no podría hablar de mi vida sin evitar mencionarte. Abuela, no te haces a la idea de todo lo importante que eres para esta familia. Porque antes de ser la mejor abuela ya fuiste la mejor madre. Se que estoy lejos de ser el nieto perfecto, que a veces no te digo todo lo que te quiero, y que incluso no soy capaz de agradecerte como debería el millón de cosas que has hecho y que sigues haciendo por mí. Yo soy el primero que lo nota y que lo siente, pero ojalá que a pesar de eso al verme te sientas orgullosa de mi. Aunque nunca estarás tan orgullosa de mi como yo lo estoy de ti. Te admiro. Porque siempre has sabido superar todos los palos que te ha dado esta vida, porque a pesar de todo sigues sonriendo tan guapa como siempre, porque siempre lo das todo de ti sin pedir nada a cambio. Eres lo mejor que le puede ocurrir a la vida de cualquiera. Por eso recuerdo con afecto como de pequeño deseaba que llegase el fin de semana solo para verte, para que jugáramos a las cartas, para poder simplemente estar contigo. Una de las principales razones de la maravillosa infancia que tuve fuiste tú. Por ser mi compañera de juegos, por cuidarme y ayudarme a crecer con tanto amor, y porque en ocasiones fuiste mi mejor escuela. Me has enseñado un montón de cosas que jamas olvidaré. Ahora miro con cariño todo el tiempo que hemos pasado hasta llegar aquí, y de verdad te lo digo, que tesoro tan grande es el poder conservarte en mi vida. ¿Sabes? La familia es algo que te viene impuesto, pero la familia que me has dado no la cambiaba por nada. Abuela, no te cambiaba por nada. Vales infinito para mi. Por eso te quiero dar las gracias de la mejor forma que se, escribiendo algo que quizás te robe una sonrisa. Gracias por todo lo que has hecho por mí, y por lo que estoy seguro que seguirás haciendo. Por todo el tiempo y cariño que has invertido en mi. Abuela, yo tan solo te pido dos cosas, que jamás dejes de sonreír, y que por favor, nunca te vayas de mi lado. Te quiero muchísimo.

Poesía para días grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora