Las Crónicas de Narnia y el Príncipe Caspian [2/4]

Plan de Batalla

No podía evitar sentir furia en mí al recordar ese momento, ese enojo que se alimentaba de venganza escondido en mí.

Miraba con ojos penetrantes ese dibujo de la bruja blanca enterrándole el cetro a Edmund. Casi atravesando su cuerpo.
Apreté mi arco y lo puse en posición de ataque,saqué una flecha rápidamente y la apunté contra la figura de la bruja Blanca. Mi vista estaba fija en la pared de la cueva, en ese mismo lugar. La viva imagen recorrió mi mente una vez más, regresando ese sentimiento de pérdida de un amigo.
Mi respiración estaba acelerada.
Al sentir la presencia de alguien baje mi arma y me acomodé inmediatamente.

–¿Qué haces aquí?

Sobre salto de mi lugar falsamente evitando mirar ese dibujo.

–Solo... – vacilo – recuerdo.

Peter se acerca más hacia mí y mira hacia dónde yo estaba viendo anteriormente.

–¿Ya no tienes esas pesadillas?

Mis ojos se abrieron al escuchar tal comentario.

–¿Cómo?

–Lucy te escuchó hablar un día con Susan acerca de tus pesadillas de Edmund y la bruja blanca – confiesa.

Respiro pesado y miro fijamente los dibujos.

–Esa conversación era privada, pero no.

Peter me mira fijamente y posa su mano en mi hombro.

–A veces eres muy mala para mentir lo más simple – dice – te prometo que no dejaré que vuelva a pasar.

Yo asiento con un movimiento de cabeza.

–Ni yo – respondí.

Peter vuelve a tomar aire y mira nuevamente a su alrededor.

–Necesito hablar de algo contigo, y solo sé que tú tienes más uso de razón que los demás – dice en voz baja.

Yo frunzo el ceño.

–Tú me entiendes – dice señalando el exterior.

Caminé tras de él, subiendo unas escaleras a lo lejos hasta llegar al exterior de la construcción. Teníamos a nuestros pies el templo y la vista de sus alrededores.

–Se ve lindo desde aquí arriba – dije sentándome en una barda más en la orilla.

–Más refrescante que la ciudad – coincide.

–¿Confías en ese tal Caspian? – pregunté rápidamente evitando contacto visual.

Peter suspira y mira a lo lejos el bosque.

–Es muy raro, pero sí, sí confío en él.

–Nos contó la historia de sus antepasados, ¿por qué él sería diferente?

Hubieron unos segundos de silencio, solo escuchando el viento y oliendo la naturaleza.

–Él nos llamó ¿no?

Lo miré unos segundos y asentí.

–No puedo creer que hayamos luchado por paz y regresemos a otra guerra.

–Somos los reyes, es nuestra responsabilidad que Narnia esté en orden.

–Solo que nos pudieron haber llamado hace cien años. La mayor parte de nuestro pueblo seguiría vivo.

Peter toca mi brazo llamando mi atención.

–No puedes cambiar lo que ya pasó, solo lo que va a suceder.