Entre a mi casa, sintiéndome aliviada, había acabado con todo, Franco y yo no volveremos a ser más nunca. Era tiempo de darme cuenta de que no era para mí, que el mundo está lleno de amor, y que no puedo aferrarme a alguien que juega conmigo.
La puerta sonó y me regrese a mitad de camino a mi cuarto para ver quién era, me asomé y era Tom, con los ojos empañados en lágrimas.
--Pensé que te había pasado algo....-dijo, abrí completamente la puerta y él me abrazo.
--¿Por qué?-dije alarmada, correspondiéndole el abrazo, y me tomo más fuerte de las caderas.
--Por qué... No contestabas el teléfono todo el día, llame a tus padres y no sabían dónde estabas, yo... Pensé lo peor.
--¿Mis padres no sabían?-dije alarmada.
--Ellos me dijeron que no sabían nada.
--Ellos sabían dónde estaba ¡Por dios! Debe ser que se les olvido.-dije--Vamos dentro, hace mucho frío.
El asintió, y pasamos dentro de la casa.
--¿Dónde estabas?-preguntó.
--Yo... Tengo que hablar contigo Tom.-dije, tomando asiento a su lado en el sofá.--Hoy, salí con Franco.
Su cara era de decepción, de tristeza, pobre.
--¿Te irás con el no?
--No, déjame terminar... Decidí decirle todo, que ya todo para mí se acabo, que ya no siento nada por el, que ahora estas tu, no se lo tomó bien, me dijo que me me amaba me dijo cosas locas.
--¿Le creíste?
--No, él jamás me a Amado, el solo me quiere tener como un juguete a su lado, usarme y cuando se aburra me deja tirada, él no es tu Tom, él no tiene lo que tú tienes, el cariño, la dulzura, me perdonaste cuando te lastime, me ayudaste cuando lo necesitaba. Yo te amo.
Sonrió de medio lado, era la primera vez que le decía que lo amaba.
--Te amo demasiado, y sé que la pasaste muy mal con todo eso de Franco, de que mi corazón le pertenecía a otro, pero estaba ciega, aveces empeñarte en alguien te hace volverte ciega, eres lo mejor que e tenido en mi vida, y tal vez lo nuestro no dure para siempre, tal vez terminemos mañana o pasado, o quién sabe, pero mientras te tenga frente a mí voy a valorar cada segundo a tu lado, cada sonrisa tuya, cada beso, eres especial Tom, jamás pensé que me tocaría alguien especial a mi, pero lo eres.
Quite sus pequeñas lágrimas, y el sonrió ampliamente, tomó mi rostro y me besó.
