«Detrás de nuestras mascaras un amor se ha de esconder, detrás de las miradas hay mucho que saber»
«Secretos». Marinette había decidido rendirse al saber que su amor por Adrien no sería correspondido, pero lo que esta chica no sabía es que su querid...
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Marinette
Finalmente había decidido declararme a mi querido Adrien, las clases terminaron y él estaba en las escaleras con su amigo Nino. Alya me animó para que pudiera acercarme al chico rubio, pero por alguna razón mis piernas no se movían, sentía recorre por todo mi cuerpo mis enormes nervios.
—Marinette, si no lo haces ahora él se irá. —me dijo Alya.
—Cre-creo que se lo diré mañana. —tartamudeé nerviosa—.Ahora está con Nino, no quiero molestar Alya...
—Por Dios Marinette, llevas diciendo eso toda la semana, es ahora o nunca.
Me quede observando fijamente a la dirección donde estaba aquel chico que tanto quería, sentía nervios de solo pensar estar un poco acerca de él, no sabía si hacerlo, escuche a mi amiga suspirar y en seguida de eso grito:
— ¡ADRIEN!
Quedé perpleja, observe al rubio acercarse a nosotras, sentía que mi corazón saldría de su lugar, pensé que moriría de vergüenza, Alya se marchó hacia donde Nino estaba, dejándome sola con Adrien, no quería ni sabía que decir... pero tampoco debía parecer una tonta, tras pasar unos segundos sin decir nada me decidí a hablar.
—Adrien... Emm, yo, digo tú, ehh... ehh
« ¡Maldición! Dilo de una vez Marinette, no puedes estar así por más tiempo.»
— ¿Marinette? ¿Todo bien? Estas roja. –observé su rostro y noté su expresión de preocupación.
— ¡SI! Estoy bien... So-solo quería decirte que me encanto la nueva colección de ropa de tu padre. —mentí—.Me compre la revista ayer...
—Oh, eso era, gracias. —me sonrió y sentí que mi corazón paro por un segundo—.Ma-marinette, quería preguntarte algo...
— ¡Claro!—dije animada.
—Tú eres una gran amiga mía... Y bueno como eres una chica... Quería saber si me puedes aconsejar—note como se ruborizaba poco a poco—Hoy pienso confesarme a quien me gusta.
En ese momento sentí mi mundo hecho pedazos.
— ¿Qué podría hacer?—me miró fijamente y pudo notar que mi expresión cambió—.Disculpa si te molesto...
—No... No me molesta, sólo me tomó de sorpresa... Sólo eso...—tragué saliva—.Creo que sólo tendrías que decirle lo que sientes, Adrien... Cualquier chica estaría feliz a tu lado.
Sentí un horrible nudo en la garganta, solo rezaba por no llorar frente a él, no quería verme patética, no sé por qué siquiera pensé en un futuro con él; es imposible.
— ¡Gracias Marinette! Eres súper. —me sonrió tiernamente, traté de devolverle la sonrisa, pero me fue inútil—.Me tengo que ir, le prometí a Nino ir al cine con él, adiós.
Me despedí de él sacudiendo la mano mientras le mostraba una falsa sonrisa, al verlo alejarse dolía, jamás pensé que se pudiera sentir un dolor igual, sin darme cuanta Alya ya estaba aún lado mío.
— ¡Cuéntame Marinette! ¿Se lo dijiste?
No conteste, solo la mire con una enorme tristeza, mis ojos se pusieron llorosos, mi amiga lo entendió.
—Oh Mari... Lo siento tanto—dijo mi amiga con voz ronca.
Solo pude abrazarla, no quería hablar de lo sucedido, quería odiar a Adrien para no sentir esto, pero no puedo. Yo realmente lo quiero y mucho.
Había pasado el día rápido, ya era de noche y en París no hubo señal de ninguna Akuma, parecía un día normal y tranquilo, estaba en casa y no quería que mis padres me vieran mal, por lo que decidí no salir de mi habitación, me duche y me puse mi pijama para dormir, me acerque al balcón de mi habitación y observé el hermoso cielo estrellado, todo me recordaba a él. Sin darme cuenta nuevamente estaba llorando.
—Muy buenas princesa.
Escuché decir una voz, me sonoba conocida pero no sabía de dónde. Volteé y subí la vista, me sorprendí al verlo.
— ¡Chat noir!—Me seque los ojos rápidamente.
— ¿Estabas llorando?—bajo del tejado y se acercó a mí— ¿Estas bien?
—No, no es nada chat... Espera ¿Qué haces aquí? ¿Hubo algún problema?
«No tiene motivo para estar transformado si no pasó nada y estar aquí a esta hora, es raro.»
—No, hoy no hubo ningún tipo de Ataque... Solo estaba esperado a Ladybug, me había prometido encontrarnos yo y ella en la torre de parís, creo que tuvo algo más importante.
Su tono de voz cambio.
« ¡No puedo creer que lo olvide! Chat me había pedido ir, dijo que tenía que decirme algo importante, soy una horrible persona, Perdón Chat.»
— ¿Quieres pasar Chat? Hace frio aquí afuera.
—Será todo un honor mi princesa. — me hizo reverencia y reí.
—Déjate de bromas gato tonto-dije entre risas.
«Él sabe cómo animarme, es tan lindo»
Chat se recostó sobre la cama y observo toda mi habitación, me senté a su lado y lo mire fijamente, me sentía rara, jamás había estado tan tranquila con él o al menos no estar como ladybug.
— ¿Te gusta el modelo Adrien Agreste?
« ¿QUE?»
—Tienes un póster de él—señalo la pared y me ruborice.
Había olvidado que lo tenía en mi pared, por todo lo que pasó hoy no pensé en nada.
—Yo... Yo iba a quitarlos, solo lo olvidé—me puse roja y trate de ocultar mi cara con mis manos
—Te vez linda avergonzada princesa.
— ¡CHAT! ¡Déjate de bromas! - me recosté a su lado— harás que me apene más...
—Déjame sin respiración y no vuelvo a hablar sobre lo linda que eres—sonrió.
— ¿Cómo?—miro fijamente sus ojos verdes.
—No sé, bésame o algo.
Al escuchar eso me reí como si no hubiera mañana, en ese momento olvide mi dolor, el me hizo olvidar mi horrible día. Al dejar de reí pude observar su rostro sonrojado y con una expresión de sorpresa, me pareció lindo... Y en seguida me mostró una tierna sonrisa y dijo:
—Podría verte reír toda la noche, Princesa.
Aquí esta mi primer fanfic de Miraculous Ladybug , en verdad espero les guste, me esforcé mucho en ello, disculpen los errores ortográficos, soy novata, DISFRUTEN DEL FANFIC.
