Tercero

286K 5.7K 955
                                    



- ¿Y bien señorita Fiore? – preguntó a mi regreso, mientras entregaba la cuenta al mesero que se retiraba no apartaba la mirada de mí.

- Pues acepto el trabajo, señor Rizzo – dije sin más y él asintió.

- Perfecto, creo que ha tomado una buena decisión, señorita... - dijo, y tomo pausa de nuevo, creo que algo no lo dejaba tranquilo – pienso que debería quitarle el título de "señorita".

- ¿Cómo? – pregunté confusa.

- Debería dejar de hablarme de usted y ya no decirme señor, pero supongo que lo podemos ver más adelante. Por ahora necesito que chequemos bien las bases del contrato y veamos lo que acontecedera alrededor de usted – miro su reloj de mano, y yo hice lo mismo, en 30 minutos iniciaríamos labores – por lo pronto, se tomara el día.

- ¿Cómo?

- Necesito que revise algunos papeles y escoja ciertas cosas, por otra parte será lo mejor pues no creo que quiera lidiar con eso... - señalo tras de mí, indicando a una pareja "sospechosa" con lentes oscuros "paparazis" – y tampoco podrá lidiar con sus compañeros de trabajo.

- Serena... - susurre, y asentí ante lo que decía.

- Entonces, vamos.

Nos pusimos el pie al mismo tiempo, mientras tomaba mi bolso de mano y mi gabardina, por otro lado él me tomaba la mano libre y me acercaba hacia él.

- Creo que la actuación empieza ahora mismo – susurró, llevándome por entre las mesas, yo solo me deje llevar.

Mi jefe me dejo en mi edificio, con unas carpetas, dijo que podría esperar una llamada de él más tarde, aquello me dejo con los pendientes, no agradeció nada y se fue tan rápido como me baje. Tampoco podría esperar un gracias de su parte, después de todo no era un "favor", era un "servicio".

- Mi jefe – susurré por lo bajo, pensé en lo que dijo al final "cambiar los títulos" eso solo significaría que debería llamarlo por su nombre, un diminutivo o en el peor de los casos – Querido o cariño.

Evite pensar en eso, pues me ponía el corazón al cien y el rostro caliente como brazas, me dedique a hojear las carpetas que me había dado.

Me impresione bastante al verlas, no solo había información de tiendas en el "Golden Cuadrilátero" o mega-tiendas en el Corso Vittorio, restaurants de etiqueta o nuevos edificios departamentales. También había una carpeta que contenía información de él, de su familia, de la compañía, cosas personales. Él había dicho que escogiera lo que más me gustara, que después mandaría por mí, para ver todo, y arreglarlo, por momentos pensé que mantendría un perfil bajo, seguir siendo "la chica que no encajaba con él" o tal vez esto era mi pago, o tal vez, ¿no podría pensar verme tan mal?

Deje todas las carpetas de cosas materiales y concentre mi atención en lo personal. Conocería más a mi jefe, me hubiera gustado que esto me lo comentara de frente y no como un libro que tal vez me tendría que aprender de memoria.

Arturo Rizzo

3/Julio

Edad: 31 años

Estatura: 1.82

Lugar de nacimiento: Nápoles, Italia

Estudios:

Licenciatura en Administración y dirección de empresas en Universidad de Milan

Un servicio al jefe  [AHORA EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora