Prologo.

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Prólogo

Diario Virtual encendido.

Transmisión iniciada.

¿Cómo ha empezado todo esto? No lo sé. Lo he olvidado o me lo han hecho olvidar con el tiempo. Recuerdo mi nombre, mi apellido, mi edad, pero aun así decido cambiarlos para poder seguir adelante y no perderme entre los Guardianes. Si encuentras esta grabación y no sabes de lo que hablo, te lo explicaré por partes.

Mi nombre era Jacob, aunque ahora no importa cuál es. Soy uno de los pocos sobrevivientes en la tierra. Uno de los pocos humanos que aún sienten. ¿Cuántos quedamos? Es un número que desconozco y que hoy en día me pesa.

Lo que te contaré ha pasado de boca en boca. Yo no existía cuando el mundo se terminó o por lo menos para los míos. Para ti no se ha terminado, si es que estás escuchando esta grabación. Era el 2020 cuando la gente comenzó a perder la cabeza. Comenzaron a matarse, comenzaron a perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos. Las relaciones ya no eran lo mismo. La locura caminaba entre nosotros y las mentiras eran parte de nuestro lenguaje del día a día. Existían en la televisión, en la gente, en donde se mirara. La gente moría por amor, violencia, tristeza o simplemente porque sí. La violencia seguía creciendo: armas nucleares, asesinatos, rehenes... nada tenía sentido. El mundo se había vuelto loco y nadie puede detenerlo.

Hasta que alguien lo hizo: el gobierno.

El gobierno había unido a una cantidad increíble de científicos en nuestro mundo, inteligentes, superdotados, capaces de crear lo imposible... y lo crearon, créeme, crearon lo imposible. Crearon un virus capaz de quitarnos los sentimientos. Las risas, las lágrimas... todo lo que nos apasionaba. Lo crearon y nada tuvo sentido a partir de eso. Lo enviaron al aire, al agua, a la comida. Lentamente el mundo comenzó a perder sentido y la gente dejó de odiarse, dejó de asesinar, pero también dejó de quererse... dejó de amarse.

Algunos no lo hicieron.

Yo fui el primero en descubrirlo.

Con diecisiete años descubrí que sentía. Mi padre era un hombre importante en el nuevo mundo llamado Farewell City, quien no toleraba mis cambios de humor. Él sospechaba, claro que lo hacía. El bastardo era astuto y cuando me descubrió llorando frente a la fotografía de mi madre, trató de matarme. Escapé, como te puedes dar cuenta, corrí tratando de salvar mi vida y me interné en la peor parte de Farewell City deseando morir como lo hizo mi madre. La historia es larga, pero te contaré lo que encontré. Encontré a otros como yo, a personas perdidas, incapaces de volver a sus hogares y que sentían como yo. Lloraban, reían, amaban. Los llamé Iluminados, porque éramos una luz en la oscuridad. Mientras descubría que ellos se hacían llamar Guardianes. Peleamos, vencimos, perdimos y la eterna guerra se vivió. Una guerra que sabemos que no podemos ganar, pero que podemos pelear. De eso se tratan las guerras a veces.

El mundo ya no es el mismo. Hemos perdido todo y lo he perdido todo. Esposa, hijos, amigos, compañeros y padres. Existimos porque deseamos pelear, pero si nos detenemos a pensar por qué, realmente ya no lo sabemos.

Si te encuentras solo o perdido, entre la niebla de Farewell, ven al cuartel y se parte de los nuestros. No todo está perdido y tú puedes ser uno de nosotros. Si eres un Guardián, y escuchas esto, ten cuidado, porque estamos en todos lados. Somos muchísimos más de los que te imaginas, y ya no somos niños, somos adultos. Y si eres mi hija Molly Davies, la salvadora, escuchando esta conversación de este hombre viejo que tiene mil explicaciones que darte, por favor, ven con nosotros. Sálvanos, te necesitamos. Te necesito.


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Farewell City [Farewell City #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora