Capítulo 58 parte 2

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-    Ossu – respondió coqueto.

-    Deja de hacer esa cara, mi padre se dará cuenta.

-    ¿Qué cara?.

-    Esa, donde sonríes y agachas la cabeza mirando de lado – lo tomó de las mejillas – esa carita que tanto me encanta, no la hagas por favor.

-    Kageyama me estás tomando de las mejillas, ¿no es peligroso?.

-    Sí, pero no me resisto a un pequeño beso – miraron alrededor.

Había una persona paseando un perro con una bolsa plástica en la mano mirando fijamente a su mascota; un caballero estaba sentado en una banca leyendo el diario, además había una pareja que comían helado y lo compartían, no se quitaban los ojos de encima, no había nadie mirando por lo que Kageyama se acercó y besó con ternura los labios de Hinata, fue un movimiento rápido, para que nadie se diera cuenta, después de eso caminaron alejados con un metro entre ellos.

Llegaron a la casa del peli negro, éste estaba tan nervioso que tuvo que agacharse antes de abrir la puerta, respiraba profundo intentando calmar los latidos acelerados de su corazón,

Cuando se puso de pie sacó la llave de su bolsillo, la insertó en la ranura, de nuevo suspiró, "cálmate, no se dará cuenta, todo va a estar bien, puedes mantener tu noviazgo en secreto, no tengas miedo, vamos, abre la puerta", así lo hizo giró la llave y entró.

-    Pasa Hinata – le hizo un ademán con la mano.

-    Gracias Kageyama – intentaban ser formales.

Se sacaron sus zapatillas, Kageyama caminó hacia el living seguido por el naranjito, su padre estaba sentado en el sillón viendo un canal de noticias y alegando por el mal gobierno que tenían, que eran todos corruptos, el peli negro tosió para llamar la atención de su padre.

-    Padre, buenas tardes – dijo con voz trémula.

-    Hijo, por fin te dignas a aparecer – miró a Hinata – y acompañado por lo que veo.

-    Buenas tardes señor – el pequeño se apresuró a saludarlo.

-    Buenas – frunció el ceño, Hinata ya sabía de donde había sacado ese gesto su novio.

-    Padre, estamos haciendo un trabajo con Hinata y quería saber si me das permiso para quedarme este sábado, estamos atrasados y además Hinata faltó por lo que debemos entregarlo a más tardar el lunes, fue el último plazo que nos dieron – mintió con descaro, "ojalá me crea".

-    Mmm – se tomó el mentón pensativo.

Hinata estaba a un metro de distancia de su novio, se puso nervioso al ver la expresión de su suegro, ahora él también le tenía miedo.

-    Está bien, pero quiero que me muestren el trabajo terminado.

-    Claro padre – dijo con demasiada seguridad según el naranjito.

-    Por supuesto señor – acotó Hinata titubeando.

En eso parece la madre de Kageyama – ¡hijo!, Hinata, que bueno verlos – se acercó a cada uno tomándole las manos de forma afectuosa dándole la espalda a su marido, les sonrió cómplice y les cerró un ojo, luego agregó bajito – ya lo sé todo.

Hinata y Kageyama se pusieron blancos, toda a sangre se les fue a los pies, no podían creer que la madre del peli negro supiera todo, ¿cómo era posible?, ¿acaso tiene poder extrasensoriales?.

-    Mi mamá le debe haber dicho – Hinata le susurró a su novio.

-    Creo que tienes razón – lo miró de reojo – más rato conversamos – miró a su padre dándole a entender que mejor no hablaran sobre eso delante de él.

-    Tobio mi niño vayan a la pieza – la mamá les volvió a cerrar el ojo cómplice.

Ambos afirmaron e hicieron una pequeña reverencia al padre de Kageyama y se dirigieron a la pieza, cuando llegaron Kageyama cerró la puerta y se apoyó en ésta dando un profundo suspiro para relajarse, Hinata también se había puesto nervioso, recién entendió a cabalidad el miedo que sentía Kageyama a su padre, él también suspiró; además del miedo ahora tenían que trabajar, esto también le preocupaba de sobremanera.

-    Kageyama, el trabajo... ¿Es de verdad o es una mentira? Y además... Tenemos que mostrarle uno a tu padre – dijo cabizbajo.

-    No te preocupes amor, ya lo tengo listo, lo hicimos en clases, por eso lo dije, tan idiota no soy – le sonrió de medio lado, "esa carita de asustado, te ves hermoso Hinata, pareces un animalito apuntado con un rifle".

-    Kageyama eres un genio – 'corrió' sólo dos pasos y se colgó al cuello de su novio – te amo – lo besó suavecito y se separó rápidamente por miedo a que los pillaran.

-    No te alejes – lo abrazó fuerte reteniéndolo – extrañaba esto – acercó sus cuerpo, "necesito tenerlo cerca, siento que en cualquier momento desaparecerá", lo miró fijamente a los ojos y sonrió, su naranjito es hermoso y tierno – te amo pe que ño – esto último lo dijo con amor a sabiendas que eso le molestaba a Hinata.

-    Que no soy pequeño – dijo con un puchero y enojado de mentira – malvado – se empinó y lo besó nuevamente suavecito y se alejó.

-    No te escapes – no aguantó y lo besó con ganas como si nunca más lo fuera a besar.

El beso fue en aumento, ambos estaban comenzando a excitarse, las hormonas de adolescentes estaban sobrecargando su sistema; las manos acariciaban la espalda del contrario, sus cabezas se movían en completa armonía, ya no se quedaban sin aire, respiraban por la nariz en completa sincronía con el beso que no se detenía. De pronto Kageyama se separa bruscamente, Hinata se sorprendió de lo brusco que fue, "¿se habrá arrepentido?", todo fue muy rápido, Hinata a penas pudo apreciar cuando el puño del padre de Kageyama aterrizaba en la mandíbula de su hijo, inmediatamente un hilo de sangre apareció en el mentón del peli negro, Kageyama no tuvo tiempo de defenderse se quedó así sorprendido y asustado, su padre es alto, fuerte y de manos grandes, lo agarró de la polera con la mano izquierda y lo levantó para quedar cara a cara, tenía los ojos desorbitados, rojos y expresaban sólo furia, asco, decepción, una mezcla que resultaba en odio, un odio profundo, le espetó en el rostro.

-    Me das asco adefesio, ya no eres mi hijo – lo soltó y le pegó con el puño en la boca del estómago provocando una arcada fuerte en Kageyama que inmediatamente se dobló y puso sus manos protegiendo esa zona, sólo le salió un quejido cuando le pegó pero en general estaba en silencio.

-    No señor... Por favor... – Hinata estaba estático, a penas le salieron las palabras, tenía miedo, un miedo profundo por lo que le pudiera suceder a Kageyama, reuniendo todo su valor, se interpuso para que el próximo golpe no llegara a su amado, se tapó la cara con los antebrazos, empuñó las manos y cerró los ojos con fuerza preparándose para recibir el golpe, no lo recibió sólo sintió como voló hacia la puerta golpeándose con ella, abrió los ojos sólo para ver como le llegaban una combinación de golpes a su novio – ¡¡¡no!!!... ¡¡¡deténgase, por favor!!! – se paró de nuevo dispuesto a interponerse.

Volemos (yaoi) [ Haikyuu] [kagehina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora