"Capítulo 25: Conociéndonos"

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Unos días habían pasado en aquella armoniosa casa, ver a Marc como chico normal que a veces no le agradaba hacer los quehaceres de la casa me sorprendía, con esa personalidad conquistaba a cualquiera y esa timidez aparecía cuando le convenía que era como su madre decía él seguía siendo el mismo por donde se lo viera pasara lo que pasara y claro que sus padres los llevaban por buen camino, hasta era extraño que aún no tuviera un permiso para conducir una moto pero todos los fines de semana se subía casi a un monstruo que pesaba el doble de él que de cierto modo era algo irónico, todo eso pensaba cuando estaba en mi cuarto mientras marcaba en el teléfono para llamar a casa, de seguro ya estaban enterados de todo por la televisión e internet, pero lo que más que retumbaba en mi cabeza era la forma en que había rechazado a Helena, "¿debería estar feliz?" yo también le pegaría si me rechazaran, pensé suspirando mientras miraba algunos dibujos que había hecho estaba siendo demasiada buena con la situación, luego simplemente me levante y pase por su habitación, me dio curiosidad por entrar que si lo hice, vi el dibujo que le había regalado a Alex por su cumpleaños colgado en la pared a un lado de la cama y su nuevo casco que Play Station le había obsequiado, realmente estaba genial.

- Espero un retrato de mí también- escuche su voz y su respiración en mi cuello que hizo que mi piel se erizara cual puercoespín, en cuanto voltee nuestras narices se rozaron que pude sentir la suya, retrocedí un paso

- Dios me asustaste, si luego tendrás el tuyo, estoy trabajando en ello-le sonreí para luego apartarlo de la entrada.

- No hay nadie, estamos solos- me sonrió de lado como si eso le agradara más mis reacciones, yo en cambio trague en seco, estaba acorralada de nuevo o eso pensaba- Podremos aprovechar para conocernos- dijo esperando una respuesta de mi parte.

- ¿Conocernos? En realidad tú debes conocerme más que yo de ti-le di palmaditas en el hombro y baje a la cocina mientras él me seguía por detrás como un niño a su madre cuando quiere algo, busque en la alacena unas cuantas cosas como en el refrigerador, la verdad no entendía el porqué de su interés repentino tal vez Alex y Dani lo habían regañado un poco por hacerme sentir mal o sus padres, él solo me miraba con esos ojos brillantes que no podía evitar mirar en ciertas ocasiones cuando lo tuve a mi lado.

- ¿Qué harás?

- Un postre que hacemos en mi país, te dije que te prepararía algo si ganabas ¿lo olvidaste?

- Pero no gané, quede tercero.

- Pero ganaste porque llegaste al podio, no importa qué lugar ocupes no dejas de ser el rey- reí cuando dije eso y luego le guiñé el ojo, a Marc en cambio parecía que le había agradado mi comentario, eso le subía el autoestima sin duda. En una olla puse a calentar un poco de leche en la cual le agregue azúcar, me quede allí parada hasta que hirviera- Bien que es lo que quieres saber, acaso ¿Alex te dijo que lo hicieras?- negó con un movimiento de cabeza mientras estaba cruzado de brazos a mi lado.

- ¿Estudias? ¿Tú cumpleaños? ¿Tú color favorito?- comencé a reír con tantas preguntas juntas pero decidí contestarlas en el orden en que me las había hecho que de verdad parecía interesado.

- Me recibí el año pasado de maestra en educación infantil, mi cumpleaños averígualo por ti mismo y el rojo-le guiñe el ojo mientras echaba un poco de arroz en la leche, me miro extraño con el experimento que yo estaba haciendo en la cocina pero sabía que le iba a agradar; muchas otras preguntas vinieron después de esas, sobre mi familia, si tenía amigos y como era donde vivía, mis gustos y disgustos, mientras Marc tomaba nota mental de todo lo que le decía, después de todo nuestro encuentro había sido en una ciudad distinta. Como hice solo un poco ese postre lo puse en un tazón de metal y lo lleve al refrigerador para que se enfriara un poco.

- ¿Y tú admiración?- preguntó sin rodeos, suspire mientras me acercaba a donde estaba para contestar también aquello, no iba a perder nada después de todo.

- ¿No lo recuerdas? Te lo dije cuando escapamos en Austin, pero fue por mi padre-le sonreí- Me mostró las carreras en la televisión y allí fue cuando quise saber más de ti, pero no pienses que por ser una fan me aprovecho de esto, solo quiero ayudarte- en mi interior sabía que estaba mintiendo un poco en esas palabras, él sabía de mis sentimientos en todo su esplendor, era tan obvia en todo que hasta su abuelo se debió haber dado cuenta el día que me conoció, por mi parte no quería alejarme, yo sabía todo sobre él menos lo que había en su corazón.

Luego de un buen rato de espera le hice probar del postre que había hecho, le acerque la cuchara, al principio se negó porque lo vio un poco raro, su cara lo dijo que deje escapar una leve risa de mis labios, luego hizo gestos de aprobación- Es arroz con leche, cumplí mi parte

- Eres buena- en ese momento negué- Aunque casi te sale como mí madre-eso me hizo reír pues había entendido porque me miraba de esa forma.

- Solo se lo básico para sobrevivir- cuando termino de comer le pedí que me enseñara a jugar en la Play Station, me gustaba pero no sabía nada de nada que si fuimos al sofá, puso el juego de moto GP que siempre jugaba con su hermano, realmente quería uno de esos era uno muy bueno, lo divertido era que podía ganarle fácil porque no parecía ser bueno aunque en la realidad lo fuera- ¡Gané con Dani! ¡Se lo contaré la próxima vez! -di pequeños saltos en el sofá como niña, eso hizo reír mucho a Marc, me encantaba escucharlo reír y era mejor que verlo por televisión, podía disfrutar de cada momento.

- Debiste elegirme- me reclamó para molestarme, en ese momento termine cayendo sobre él al perder el equilibrio por los saltos, hice que se golpeara la cabeza con el apoya brazos del sofá, hizo un gesto de dolor que hasta llegó a sobarse un poco.

- ¡Perdón!- dije afligida pero roja a la vez por la forma en la que estábamos solo esperaba que no le dejara ni una marca, se estaba acercando a mi como si quisiera besarme pero yo no podía moverme mi cuerpo no reaccionaba a tal hechizo de Márquez, estaba cayendo de nuevo en su juego; pero fui salvada por la campana o mejor dicho por sus padres y su hermano que nos encontraron uno encima del otro, quería que la tierra me tragara "¡Qué verguenza!", no quería que pensaran mal de mí que si me levante rápido y me fui corriendo a mi habitación, mi corazón quería salir de su lugar.

Love Race (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora