Capitulo 15

45.8K 2.6K 92
                                    

Ya llegamos al quince. Gracias por seguir leyendo.

Un beso, besote, besotote a todos los que me siguen, votan y comentan esta historia. Gracias por animarme a seguir.

Si les gustó, obsequienme un voto. Espero ansiosamente sus comentarios... 

¡A leer!

---------------------------------------- o -------------------------------------------------

Nunca entenderé la maldición tienen los domingos, ¿qué o quién lo hiso así de aburridos?

Estoy como una ostra pasando los canales de televisión sin detenerme en uno en específico. Cuando tus amigos están en una relación no tienen tiempo para ti, y se hace un poco peor cuando tú estás en una no relación con tu prepotente, molesto y jodidamente sexy jefe. Suspiro ante ese último pensamiento.

Saco dinero de la cartera y tomo las llaves del departamento. Me di cuenta de que no quedaban muchas cosas en la nevera para la semana. Tener invitados me cuesta el doble... qué bueno que ya se acerca fin de mes y podré cobrar mi primer sueldo.

Cuando llego a planta baja esta un señor tocando el timbre para que le abran, pero al momento en el que salgo él entra. Eso me hace pensar, ¿cómo demonios hace Robert para llegar a mi puerta sin tocar el timbre? O siempre tiene tan buena suerte que alguien va saliendo cuando va llegando, o tiene una llave… joder, espero que sea lo primero.

La tarde está soleada pero con una fresca brisa, ¡como me encantan estos días! Cierro mis ojos y respiro el aire puro. Me tomo mi tiempo para pensar ¿Qué debo hacer con Accuri?

Ese hombre me está volviendo lentamente loca. Lo que paso ayer es inaudito. Es que ni siquiera puedo entender sus motivos, para venir a mi casa a pesar de que le pedí que no lo hiciera. Pero sin importar lo mucho que me moleste, no puedo evitar estremecerme ante sus caricias, su tacto sobre mi piel y la manera tan posesiva y pasional con la que me hace suya.

Doy un sonoro suspiro mientras escojo los tomates más maduros; unas señoras a mi lado me miran extrañadas.

Sigo tomando las cosas que necesito para la casa. Meto mis tampones dentro del carrito, para principios del mes que viene, me llega la terrible compañera ¡Como la odio!

Mientras recorro el súper, siento una presión a mi espalda. Como cuando alguien te está observando; disimuladamente busco el origen de aquella incomodidad. Giro hacia ambos lados pero no observo nada extraño. La ansiedad aumenta y los vellos de mis brazos se ponen de punta. Decido terminar cuanto antes esta  compra del domingo. Voy a la caja y pago todo lo que compré. Con las bolsas en mano y de camino a casa me lamento por no tener un coche; debería comprarme uno usado.

La ansiedad vuelve a aparecer y cuando volteo un hombre alto con chamarra negra y lentes oscuros está caminando detrás de mí. Trato de no perder la calma y camino un poco más rápido. Giro de nuevo para ver al hombre y noto como él también ha acelerado su paso. Ahora si estoy asustada. Afortunadamente las calles están repletas de transeúntes.

Apuro aún más mi caminar, me vuelvo y el dichoso hombre ha desaparecido. Un par de minutos y ya estoy en mi piso, puedo respirar tranquilamente. ¡Qué extraño ha sido eso!

Placeres Ejecutivos - Emmgy R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora