Prólogo

8.1K 350 34
                                    

No saben lo que es andar de locos hasta que te mudas. Pero no me refiero a ese tipo de mudanza de una casa a otra en donde cambias de vecindario, me refiero al tipo de mudanza en donde dejas todo, tus amigos, tus enemigos, tu vida y tu país, para irte a otro en donde no tienes ni idea de cómo son las personas y la cultura de ese lugar.

Eso mismo me ha pasado a mí, que a mis padres se les ocurrió la magnífica idea de mudarse desde América hasta Irlanda. Casi al otro lado del mundo. Aunque bueno, debo agradecer que el idioma prácticamente es el mismo, no sé qué haría si me mudara a Japón o un país donde se habla una lengua completamente extraña.

Aunque, no hay que omitir que lo peor de todo es, que lo único que conozco de Irlanda es que de aquí se originó la celebración del Halloween y que aquí son un tanto supersticiosos, pero ¿Y si me equivoco?

Considero que no es muy correcto que asuma que aquí comen Halloween, respiran Halloween y vivan Halloween, sería muy estereotipado pensar de tal forma. No creo que sean personas supersticiosas ni nada por el estilo. Solamente, que poseen una historia que se hizo mundialmente famosa y celebrada en otros países solo porque es entretenido.

Por eso, en el transcurso que mis padres y yo nos transportábamos a la casa pasé fijándome en las casas, parques y todo se veía bastante normal, a pesar de que ya la estación de otoño comenzaba a hacerse notar.

Y eso era lo que me ponía más los pelos de punta. Dentro de tres días será mi primer día de clases en un lugar que no tengo la menor idea de cómo es.

Para mí siempre fue terrorífico el hecho de comenzar un nuevo año. En América me daba terror pensar en cuántas bromas nuevas inventarán mis compañeros para molestar a la nerd—a mí—, si algún chico de mala fe querrá enamorarme para luego dejarme botada porque ganó la apuesta. Sí que eran pesados. Y claro, yo podía convertirme en el blanco perfecto, ya que siempre fui de las que nadie se interesaba, ya que era la nerd, aunque no importara el hecho de que no sacara notas de A corridos, era la nerd y punto.

Me como las uñas mientras veo como entramos en el auto a un vecindario bastante común y bonito a la vez. No es lujoso, es más bien modesto, ya que las casas son pequeñas pero se ven bastante acogedoras. La mayoría de ellas están pintadas de blanco con tejados color terracota y son de dos pisos; con un pequeño corredor exterior y un jardín cuadrado apenas para colocar unas cuantas masetas que darían vida y color a ellas, aunque no todas las casas cuentan con ellas.

Me sobresalto de sobremanera cuando noto que el auto ha parado y veo que mi padre se ha volteado a verme. Creo que me está avisando que hemos llegado a nuestra futura casa, sin embargo no le oigo porque estoy escuchando música con mi móvil. Miro hacia mi derecha y me encuentro con una casa muy parecida a lo que había visto en los ejemplos anteriores. Una casa de dos pisos, no muy grande, más bien de un tamaño mediano, pintada de blanco como casi todas, aunque esta pareciera que necesita una mano de pintura porque los bordes se ven raídos. Lo que más me angustia es cuando noto el poco césped seco y con flores que ahora son solamente ramitas muertas y con colores cercanos al amarillo y marrón.

Definitivamente es una casa que ha estado desocupada por mucho tiempo. Si fuera supersticiosa seguramente diría que parece una casa embrujada.

Pocos segundos después, veo que papá y mamá se bajan del auto, volteo atrás y veo como el camión de mudanza para justamente detrás de nuestro auto. Me volteo a mi posición, cierro los ojos y suspiro profundamente. Esto va a hacer cansado, pienso al imaginar de todas las cajas que me pondrán a llevar a la casa.

Desbloqueo mi celular y pongo en pausa la música. Abro la puerta del auto y una vez que estoy de pie, meto mi móvil al bolsillo. Cierro la puerta del auto y siento que los nervios comienzan a hacerse presente de forma incontrolada. ¿De verdad viviré aquí? Se siente como una experiencia surrealista, como si estuviera viendo una película en 4D y me siento la protagonista, pero no lo soy, que en realidad sigue viviendo en América en mi monótona vida, acostada en mi cama leyendo un libro mientras escucho música.

Almas Gemelas (DISPONIBLE EN FISICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora