Luego de haber escuchado a Thomas decir esas palabras tan cargadas de esperanza en mi mente, me di la vuelta hacia el chico de cabello rubio, que me miraba extrañado por mi reacción tan repentina. Algo se removió en mi estómago al ver que estaba tan confundido como yo luego de la rara (pero no desagradable) situación que acabábamos de pasar.
—¿Estás bien? —preguntó, pero algo había cambiado en su voz.
Por unos pocos segundos, no fui capaz de articular palabra. Luego, me di cuenta de que estaba observándolo fijamente, y desvié la mirada para disculparme:
—Lo siento. Es que... eh, no disfruto mucho estar tan cerca de otras personas.
En parte era verdad. No me agradaba que las personas ocuparan mi espacio personal. Por otra parte era mentira, pues no pareció molestarme que él lo haga. Asintió y rascó su nuca, un gesto que, descubrí con el tiempo, hacía cuando estaba nervioso.
—Ya puedes, eh, ir a ayudar a Minho —le recordé—. Iré contigo, por si necesitan algo más de ayuda.
—Sí, de acuerdo.
Con mi excusa para ir hasta donde Thomas me dijo que vaya, salí por la puerta detrás de Newt. Bajamos las escaleras en silencio, salimos de la Finca y nos encaminamos hasta la Sala de Mapas, donde sabríamos que Minho estaría. Donde yo sabía que Thomas iría en unos segundos. Cuando llegamos, de inmediato Newt fue corriendo al lado del Encargado, que se encontraba inclinado sobre el cuerpo de un chico, rodeado por una multitud de Habitantes curiosos por ver qué pasaba.
Al acercarme, pude ver que era Alby el que se encontraba inconsciente en el piso, con un corte que abarcaba toda su frente. Era mucho más profundo que el de Newt, y parecía haber sido golpeado mucho más fuerte que él. Dudaba de que se despertara tan rápido como el chico lo había hecho.
Minho se incorporó, mientras que Newt seguía de rodillas. Había conseguido un trapo y limpiaba con cuidado la frente del líder, a la vez que le preguntaba cosas en susurros incomprensibles debido al bullicio que los Habitantes hacían. Quise gritarles a todos que hicieran silencio y se calmen, pero sabía que solo lograría que me miren extraño y sigan con el ruido. En cambio, me acerqué a Minho y esperé a que Thomas llegara, como había dicho.
Luego de unos minutos, el chico se acercó hasta nosotros corriendo.
—¿Dónde te habías metido? —le preguntó Minho, pero yo sabía la respuesta incluso antes de que la dijera.
—Fui a hablar con Teresa, ¿qué pasó?
La cara de Minho se arrugó de rabia.
—¿La Sala de Mapas se está incendiando y tú te vas corriendo a charlar con tu novia garlopa? ¿Qué te pasa? ¿Estás loco?
Thomas parecía afligido, pero no estaba ofendido por lo que el Encargado le había acabado de decir.
—Yo pensé que no eran importantes, como a esta altura no habían encontrado ninguna pista...
Minho parecía furioso, lo que le daba una apariencia casi siniestra.
—Claro, este sería un momento ideal como para abandonar todo. ¿Qué te...?
—Lo siento —se apresuró a decir, antes de que el Corredor volviera a regañarlo—. Dime de una vez qué pasó.
Se inclinó sobre el hombro de un muchacho que se encontraba en frente de él, solo para ver a Alby tendido en el piso y repetir la pregunta.
—Winston lo encontró aquí afuera, medio muerto, con el fondo de la Sala de Mapas en llamas. Algunos larchos apagaron el incendio, pero ya era demasiado tarde. Todos los baúles quedaron carbonizados. Primero sospeché de Alby, pero quienquiera que haya hecho esto le golpeó la cabeza contra la mesa. Puedes ver dónde. Es de terror.
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The maze runner: Una nueva variable
FanfictionLuego de la llegada de Thomas, la monotonía rutinaria del Área se ve sacudida ante la súbita aparición de dos nuevas Novatas: ambas chicas, ambas juntas. Juana, decidida a proteger a su hermana Amelie, se niega a rendirse ante las reglas del lugar...
