Capítulo 1

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-Narra Willy-

-¿Lo llevas todo?.-Preguntó mi madre.

-Por décimotercera vez consecutiva, sí mamá.-Contesté con cansancio. Se acercaba mi primer día como universitario pero mi madre no dejaba de tratarme como si tuviera cinco años y hoy diera comienzo mi primera clase de primaria.

Me colgué mi mochila verde al hombro y suspiré mientras escuchaba los inútiles consejos de mi querida madre sobre entablar nuevas amistades. La mujer estaba muchísimo más nerviosa que yo, que vivía en una calma constante, en una tranquilidad permanentemente presente. Quizá en un pasado habría sentido miedo de empezar a estudiar en una universidad tan lejos de casa, quedándome a vivir en las residencias universitarias junto con otros cientos de desconocidos. Pero ahora no me daba ningún miedo, no le daba ninguna importancia. Uno siempre tiene el miedo de no hacer amigos, pero por mí parte sabía que no quería hacerme amigo de nadie, así que no tenía porqué temer a nada. Mi único objetivo en la universidad sería estudiar económicas, por lo que escogí sabiamente una universidad con buena reputación.. la misma universidad a la que asistió Sergio. Siempre quise ir a la misma universidad que él, y ahora estaba orgulloso de poder decir que estaba a punto de hacerlo.

No sabría decir en qué momento dado de mis extensas divagaciones, el llanto de mi madre eclosionó, pero lo hizo. Me acunó las mejillas con sus manos pequeñas y familiares, las lágrimas se amontonaron en sus ojos oscuros y sorbió por la nariz.

-Voy a echarte de menos, cariño.-

Entorné los ojos al oírla. Yo también echaría de menos estar con mi madre, pero lo cierto era que mis ganas de marcharme eran mucho mayores que las de estar con ella. Quizá en otra época habría correspondido a sus palabras de afecto, e incluso abriría mis brazos en un desinteresado recibimiento de amor familiar, acariciaría su espalda y diría: ''no te preocupes, vendré a probar tus lentejas todos los fines de semana''. Pero no era así. Yo no era así, no era la clase de persona que uno quisiera tener como ser querido, de la que uno espera recibir afecto. Y mi madre lo sabía, así que no pareció sorprendida cuando respondí con un quedo asentimiento de cabeza.

-Deja de llorar.-Exclamé y extendí hacia ella un paquete de kleenex que jamás me sería devuelto.-Te llamaré cuando llegue, sano y salvo.-Mi rostro seguía serio, pero quiero pensar que mamá vio el esfuerzo que hacía por esbozar una expresión menos seria de lo habitual. Levantar un poco el arco de las cejas y torcer la comisura derecha en lo que parecía el hermano gemelo feo de una media sonrisa. Francamente, había olvidado la última vez que elaboré una sonrisa real, las últimas fueron todas falsas.. y todas con el único fin de hacer sentir bien y aliviada a mi pobre madre, a nadie más.

-La tía Ana debe estar orgullosa de ti.-Mencionó, y con las manos temblorosas por el llanto sacó su teléfono móvil, quizá demasiado moderno para ella. Me tensé, nervioso por la lentitud con la que manejaba el smartphone.-Deja que te haga una foto para que se la mande por wasap.-Pensé en decirle que no se pronunciaba de esa manera, pero cuanto antes me permitiera marcharme, mejor. Nunca he sabido posar para una foto. No sonrío, no me muevo, ni siquiera miro a donde quiera que esté el objetivo de la cámara. Me quedo más rígido que la cuerda de un arco, esperando el flechazo del flash que consigue que además de salir mal en todas las fotos, lo haga también con los ojos rojos.

El claxon de un coche pitó en el exterior. ''Salvado por la campana'' pensé. Alcé los hombros, como si no quisiera despegar cuán cometa hacia el vehículo que me esperaba, no exento de cierta impaciencia.-Lo siento mamá, me esperan. Chao.-Afortunadamente no intentó darme un beso o un último abrazo, que sabía que a ella le haría sentir mal, y a su vez me haría sentir mal por ser el único que no llorase, por ser el único sin sentimientos en la sala. Me despedí con un gesto de la mano y la mochila al hombro, salí de casa y entré en el coche de mi tío.

Fantasmas lejanos - Fic WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora