Simplemente Tuya

Capitulo 7

Los dos siguen mirándome despreocupadas, como que no me he dado cuenta de que me ocultan la verdad, me siento dolida, pero aun hace les muestro una sonrisa que ellas corresponden.

-Bueno, ahora que estamos todas juntas, porque no vamos a algún sitio a desayunar – comenta Sam. Cuando las conocí no hacía más que comer lechugas y pollo, al menos ahora se permite comer algo mas que no sea eso, así que si mas nos dirigimos a un pequeño pero acogedor café a dos cuadras de mi casa.

-Me comeré unas tostadas con huevos revueltos y tocino- digo con emoción, me ruge la panza como si no hubiese comido en días.

Sam me muestra una enorme sonrisa, como esas que me dedicaba mi madre cuando hacia comentarios como ese, mi corazón se encoge y les digo- Saben chicas, me alegro de haberlas conocido, han llenado de felicidad mi solitario corazón – me atraganto y casi se me escapa una lagrima.

Me observan y me toman de la mano – ¿Puedes contar con nosotras, dinos porque te sientes sola? – Lei me dice con suavidad. Y sin mas empiezo a contarles de mi infancia, de mis padres, de su muerte y como llegue hasta aquí.

-Lo siento- susurra Sam, siento que tiene un nudo en su garganta, pero yo no puedo decir nada porque estoy igual de afectada.

-Mi padre- empieza leidy, como para desviar mi atención y deje de pensar en lo que les acabo de contar- mi padre me amaba cuando era pequeña, jugaba conmigo y mi hermano, siempre estaba sonriendo, pero lo que mas amaba era a mi madre, solo tenia ojos para ella, tanto que si le era posible la habría colocado en un altar- sonríe sin gracia- ella también lo quería, a su manera, pero un dia ella cambio, empezó a beber y ya no escuchaba a mi padre, o a sus amigos. Un día se fue y nos dejó. - hace una pequeña pause y prosigue- Fue tanta la desesperación de mi padre que empezó a consumir drogas y a tomar alcohol hasta quedar fuera de si, estaba tan decepcionado que mando a mi hermano donde mis abuelos y se quedó conmigo. No quería que el viera la persona en la que se iba a convertir. Yo soy idéntica a mi madre, por eso me dejo con el – dice con tristeza – El padre bondadoso que una vez tuve desapareció y jamás volvió, se convirtió en un monstruo, ya no lo reconocía – había mucho dolor en sus palabras, tanto que mi pecho se aprieta y no puedo hacer nada más que seguir escuchándola - cuando bebia, el me pegaba, al principio eran golpes leve y lo deje pasar porque entendía su tristeza, o crei entenderla, pero luego – su ojos se cierran al recordan, creo que sus nudillos van a sangrar de tan fuerte que agarra sus manos- sus golpes empezaron a cobrar fuerza, hasta dejarme inconsciente en varias ocasiones, yo estaba tan asustada, tan desesperada por escapar, que un día llame a mi hermano a escondida, sabia que el amaba a mi hermano, siempre fue su favorito- su voz se quiebra pero aun así sostiene la mirada – mi hermano nunca lo perdono, y me trajo aquí con él. Estaba tan impresionado, tan triste, estaba sufriendo por mi- su voz se detuvo.

-Tu hermano te adora- le susurra Sam- mas que nada en el mundo.

-Lo se, se siente culpable por haberme dejado sola, por no darse cuenta del infierno que viví por años. el intenta recuperar todo el tiempo perdido, pero el daño está hecho, al final deje de confiar en la gente, incluso de mi propio hermano, pero el fue muy paciente- susurra entre lágrimas y risas – me dejaba ositos de peluche por toda la casa, a diario, para que saliera de mi caparazón, intentaba con desesperación acercarse a mí.

Yo estoy tan impactada que no se que decir, desde un principio, al ver sus ojos atormentados, percibir su odio a los hombres, al notar como aguantaba la respiración cada vez que alguien roza su hombro sin querer, que ella de verdad había sufrido mucho, ahora las piezas del rompecabeza empiezan a encajar, y yo siento una tristeza tan grande ver a mi amiga así.

-Yo también tengo secretos – dice Sam – y como parece que es tiempo de confesar, solo no me odies- me mira con ojos suplicantes.

-Jamás lo haría- digo segura, no me importa lo que halla sido, puede haber sido una ladrona de bancos y aun así la perdonaría, porque se que bajo esa fachada de mujer ruda hay una persona amable y cariñosa.