23.- Marzo 25 - Día 67

450 71 2
                                    



Había comenzado a olvidar lo que era estar completamente despierto. Me sentía como si estuviera nadando, como si el agua entrara por mi boca y cada vez me dificultaba más respirar. Era como si lentamente me estuviera hundiendo entre arenas movedizas, el oxígeno entraba levemente en mi cerebro mientras trataba de mantenerme lúcido.

Tenía un montón de obligaciones con mis pacientes, con Yesung, con Eunhyuk y conmigo mismo, pero todo lo que quería hacer era dormir y flotar entre mis sueños por siempre. La última vez que vi a Eunhyuk fue el Martes y lo único que hice durante mi visita fue quedarme dormido despertándome hasta las tres de la madrugada con Eunhyuk aferrándose a mis dedos debido a un enorme dolor de cabeza que la tenia en ese momento.

Podía sentir que me rompía en pedazos cada vez que me movía, mi respiración se me dificultaba, mi cabeza pesaba cada vez más. Necesitaba parar pero no tenía tiempo, tenía que seguir y también seguir esperando que mi cuerpo tuviera la fuerza para seguir.

Llegué a la habitación de Eunhyuk alrededor de la 01:00 pm, me quité mis zapatos y dejé mis cosas a un lado. El alzó la vista al notar mi presencia mientras una sonrisa se desvanecía de su rostro al notar mi apariencia. El bajó de su cama sujetándose de un lado de esta para mantenerse en pie mientras caminaba hacia mí con preocupación en sus ojos. Sentí frío al estar parado ahí, estaba consciente de que tan mal me veía, mis mejillas tenían un tono morado y hundido mientras que mis ojos estaban pesados, pero no podía mejorar en ninguna forma mi apariencia así que solo me quede ahí evitando su mirada.

El alzó su mano frotando sus dedos en mi mejilla. Pasaba sus dedos con cuidado sobre mi piel como si tuviera miedo de que me fuera a romper ante su contacto, como si en algún momento me hubiera vuelto frágil.

—Donghae, te ves muy mal.

Asentí mordiendo mi labio inferior tan fuertemente que pude sentir mi propia sangre en mi lengua. No estaba seguro de cómo me había empeorado tan rápido. No fue hace mucho tiempo cuando todo estaba bien. Había tenido noches en donde me despertaba lleno de sudor y me hacía falta la respiración pero podía soportarlo. Parecía que después de la quimioterapia todo se había convertido en un espiral que descendía rápidamente y no tenia salida alguna.

Eunhyuk bajó frotando su dedos por mi barbilla en un modo tierno y reconfortante. Abrí mi boca para hablar, para decirle que estaba bien y que no tenía que preocuparse por mí, pero me di cuenta que había perdido mi voz en algún lado. El mantuvo su mirada en mi, sus pacientes ojos bellos esperando a que hablara.

—No... no puedo.— Y entonces me quedé sin palabras, no podía hacer las dos funciones básicas del cuerpo humano al mismo tiempo; hablar y respirar.

Eunhyuk me miró y vio como lo último de normalidad en mi cuerpo desaparecía, sentí que me iba a caer cuando colocó sus brazos alrededor de mí abrazándome.

—Ven aquí, te tengo.

Me aferré a su cuerpo apoyando mi cabeza contra su pecho dejando que me abrazara.

—Lo sé.— susurré con mi voz rompiéndose en medio de la palabra. De momento comencé a llorar apretando su camisa lo más fuerte que podía mientras que aprisionaba mi rostro contra su hombro. Saqué cada frustración que había tratado de esconder durante el día, mi cuerpo entero temblaba mientras me desahogaba.

Parecía que mi cerebro se había desconectado, la desesperación y el agotamiento que tenía se reducía a un momento entre los brazos de Eunhyuk. No estaba consciente de nada, solo tenía en mente no separarme de Eunhyuk. No podía dejar de llorar. Todo era inútil, era una lucha que nunca iba a ganar.

Sujétame, me estoy cayendo. ( HAEHYUK )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora