9

724 74 35
                                    

Daniel.

Tenía miedo de Annabeth.

No sólo por mi sueño (una gran parte es por esto), sino también por la seguridad y fiereza que irradia.

Me gusta su cabello. ¿Ya lo dije?

Ella nos hizo entrar a una cafetería. No tenía idea de por qué estábamos ahí ni de dónde estábamos.

La cafetería olía a café (no me digas) y tenía un aire moderno. Sillas y sillones oscuros, mesas de caoba, todo muy bonito. Algunas plantas colgaban del techo, haciendo que me entren hojas en los ojos.

Literal, me pasó.

Cuando estábamos a punto se sentarnos, una voz cantarina y aguda me llamó. No la conocía, pero igual giré.

Era una chica de cabello corto y oscuro. Usaba un vestido gris junto con su capucha y sonreía como si hubiera rebajas es ropa que parece de un alíen.

-¡Daniel! -habló feliz.

Caminó hacia mí, me abrazó y me plantó un beso en la mejilla. Luego de eso, saludó a Nico con la cabeza y sólo le hizo un gesto de disgusto a Annabeth.

-¿Quién es usted? -le pregunto, intentando alejarme de ella.

-Oh, ¿no me reconoces? -la chica rió.

Se sacó la capucha, dejando ver sus ojos de color azul claro casi blancos, con un gran delineado negro. Sonreía de oreja a oreja.

Wow. Se parece al gato de Chesire.

-Mire, señora ojos de gato -dijo Annabeth-, ¿quién es y cómo diablos sabe el nombre de Daniel?

Parecía enojada.

-Me enoja que no me reconozcan -dice la chica-. Hola, semidioses. Soy Hebe, diosa de la juventud, bla bla.

¿Debería haber hecho una reverencia? ¿Quedó muy mal que la mirara con cara de «quién eres»?

Annabeth resopló.

-Genial. Nos encontramos con una diosa de cuarta.

-Cuidadito, muchacha. Puedo hacer que seas una anciana en un segundo -la diosa chasqueo los dedos.

-Al menos yo no parezco gato de Chesire -respondió Annabeth.

Tenía que hacerlo.

-¡TURN DOWN FOR WHAT! ¡TUTUTUTUTU!

La diosa me miró con cara de asco y me golpeó en el hombro para que me callara.

-¿Qué quiere? -preguntó Nico; parecía aún más irritado que Annabeth.

-Oh, simplemente quería ver a mi héroe -sonríe hacia mí.

-Am, ¿la conozco? -pregunto.

-¡Por supuesto! -alza los brazos-. Yo soy la que aparece en tus sueños, querido.

Sentí como mi mente hacia clic. Había tenido unos sueños desde que había llegado al campamento. En todos pasaba lo mismo: estaba en una batalla, aparecía un destello de luz, ésta diosa aparecía y me daba un golpe. Luego, Annabeth aparecía y me ahorcaba.

De seguro envidian mis sueños. Lo sé.

-Bueno. Esa soy yo -Hebe continúa-. Héroes, sé que se viene una batalla inevitable. Y, aunque cueste admitirlo, perdimos a un gran guerrero. Annabeth sabrá quién es.

Annabeth rodó los ojos, pero apretó los puños.

-Y yo seré parte de tu historia -voltea hacia mí-. Ven conmigo ahora, y podrás evitar tu destino. Hay una profecía que aún no ha sido revelada. Si no vienes ahora, tu destino será espantoso.

Con esas simples palabras, quise correr a los brazos de mi mami. Hebe es una diosa, probablemente esté en lo cierto sobre mi futuro. Yo no quiero un futuro espantoso. Yo quiero un futuro lindo.

Pero, aún así, me había comprometido a cumplir esta misión. Y terminaría la misión.

-Mire, señora Gato de Chesire -me le planté al frente. Con cada palabra que decía, avanzaba un paso hacia ella, moviéndola hacia la puerta-, me comprometí con el campamento para terminar esta misión, y eso voy a hacer. ¿Entiende? Puede ser que mi futuro vaya a ser horrible, pero prefiero no pensar en el futuro. Vaya a meterse en la vida de su esposo y deje de meterse en la mía.

La diosa ya estaba en el umbral de la puerta.

-Bien, bien, me retiro -dice levantando las manos-. Pero -me señala- cuando tu futuro sea un asco, no digas que no te lo advertí.

Se da vuelta y toma el picaporte. Pero antes de salir, dice:

-Le dejo un regalo a la hija de Atenea.

Mueve un dedo en el aire y sale del lugar.

¿Un regalo? ¿A qué se refería?

Escucho un llanto.

-Em, Daniel -dice Nico-. Tenemos problemas.

Me volteo. Donde antes estaba Annanbeth, está un bebé rubio, llorando.

-Oh no.

Miro a la bebé Annabeth antes de golpear mi cabeza contra la pared.

ME REÍ COMO FOCA NARRANDO CON DANIEL. ESPERO QUE USTEDES TAMBIÉN :DDDDD

BAI BAI.

BATTLESHIPS ; PERCABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora