#35 | Correr

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Cuando la vida corre tan rápido sin darnos cuenta, es cuando más extrañamos esos momentos de libertad mezclada con felicidad.

El atardecer continuaba siendo el mismo, con la misma nitidez que Taehyung recordaba desde su infancia hasta ahora convirtiéndose en un joven adulto pero las cosas habían cambiado en el transcurso de los años de una manera sorprenderte.

Sin darse cuenta ya había cumplido dieciocho años, estaría por entrar a la Universidad pero no a una normal sino a una de artistas como él... si es que las cosas salían bien y pronto sus fans olvidaban su error pero eso no venía al caso dentro de los pensamientos del castaño, lo que ahora atormentada su cabeza era cómo sonreír sinceramente de nuevo.

No tenía idea de cuantos días habían transcurrido desde que volvió a Daegu pero los sentía como si fueran años, no lo malinterpreten, él amaba estar aquí pero en ese momento prefería no estar en ningún lugar, con nadie que lo conociera ni lo juzgara.

Sus padres ahora más calmados, con menos conducta severa hacia él, se encontraban administrando la tienda de comida rápida y le permitían salir más y todo gracias a HeoJun que continuaba yendo a su casa puntual para hacerlo sufrir con su melosa voz cantando hasta más no poder, teniendo la mala suerte de que fuera amante de películas de terror y lo obligara a verlas para que luego HeoJun terminara dando saltos ridículos en su sillón por el susto.

Definitivamente ni siquiera deprimirse cómodamente podía ya que aquel pelirrojo molesto no lo dejaba ni un momento solo.

Las oleadas de soledad habían sido llenadas con visitas hasta las tres de la mañana por una excusa ridícula y con un poco de helado y comida chatarra en la mano al llegar tocando su puerta, los días depresivos fueron reemplazados con madrugadas saliendo a correr para gastar todas sus energías, las ganas de llorar ahora eran enormes ganas de asesinar al pelirrojo que se atrevía de hacerle las peores bromas.

Cada día el muchacho de la costa se metía más en su vida y aunque quisiera alejarlo, se había convertido en un buen amigo.

-¡Cabeza de melón! -Taehyung se quedó shockeado con el nuevo sobrenombre del jodido HeoJun.

-Vuelve a-

-Cállate y come -un gran pedazo de pan con carne fue introducido en la boca del menor haciéndolo casi ahogarse por tan profundo que había llegado, HeoJun se carcajeaba por cómo golpeaba su espalda para no morir.

-¡Ahh, te detesto! -Respiraba agitado, con el pan en la mano, lo observó un momento para luego llevarlo a su boca tranquilamente.

-Me lo dices todos los días que hasta creo que en realidad quieres decirme ''oye, gracias, eres tan guapo'' -rompió en carcajadas en cuanto empezó a sentir los dolosos golpes del castaño.

-Ridículo, me recuerdas a uno de mis amigos, Jimin, él tiene un ego enorme como su trasero -sonreía aun con la comida dentro de su boca, HeoJun lo observaba.

Una de las inquietudes de Taehyung desde que el pelirrojo lo conoció fue que nunca sería el mismo, no quería que sus fans pensaran que siempre estaba triste por nunca sonreír pero a sus ojos, observaba aquella sonrisa risueña muchas veces al día solo que el castaño nunca se daba cuenta.

-Entonces tiene un trasero al estilo Kim Kardashian -esta vez los dos se rieron muy fuerte hasta dolerle el estómago.

-Algún día le diré eso, gracias por el chiste -le dio un empujón con el hombro al tiempo que daba otra mordida al pan.

-Dame créditos, oh, espera, ¿es el de los músculos y lavabo incluido? -Taehyung asintió- Olvídalo, que te golpee a ti.

-En realidad si conocieras a Jimin pensarías que es el chico más sexy y adorable por su cara de bebé pero es buena gente, la verdad que quieres comértelo a besos por su forma tan tierna de ser -la cara de Taehyung se llenaba de una especie de luz cada vez que hablaba de sus amigos y eso a HeoJun le gustaba.

¿AMIGOS? ; VHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora