Perrie: -Tranquilízate, por favor. No debes hacer esfuerzo.

Jane: -¡Quiero verla!

Perrie: -Cariño, no puedes, no puedes levantarte- la puerta se abrió.

Harry: -Edward ya está dado de alta, ya le curaron los raspones de los vidrios.

Jane: -Harry ¿Qué tan mal está mi mamá?- él suspiró.

Harry: -Bastante mal- arrugó su cara- la puerta se abrió.

Edward: -¿Cómo está?

Perrie: -Ya despertó.

Jane: -Edward ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Edward: -Estoy bien- se acercó, miré que tambien traía los ojos hinchados y rojos, aparte de su cara de decepción total- ¿Cómo te sientes tú, hermanita?- unió nuestras frentes.

Jane: -Me duele un poco la cabeza.

Edward: -Sí, te golpeaste muy fuerte- acariciaba mi mejilla- la puerta se volvió a abrir.

Doctor: -Disculpen pero, hay mucha gente aquí.

Harry: -No se preocupe, yo me salgo.

Zayn: -Tambien yo- salieron.

Doctor: -¿Es usted pareja de ella?- le preguntó a Edward.

Edward: -No, soy su hermano gemelo.

Doctor: -Mientras ella dormía ella llamaba a su nombre.

Perrie: -¿A Edward?

Doctor: -Así es, decía que lo amaba.

Jane: -Debí haberme golpeado muy muy fuerte- reí.

Doctor: -¿Son muy unidos?

Perrie: -Ni pregunte.

Doctor: -Por cierto, su hija me dijo que quería verla- le dijo a Perrie.

Perrie: -Gracias- se levantó- cuídala y...dile- Edward suspiró ¿Decirme qué? Perrie salió de la habitación.

Doctor: -Bueno señorita Styles, se ha golpeaod muy fuerte y puede que le den dolores de cabeza severos durante las próximas dos semana, necesitamos que se revise cada fin de semana.

Edward: -¿Le va a recetar algo? ¿Cuándo le dan de alta.

Doctor: -Mañana en la mañana, necesita descansar. Cuando le den el alta le daremos prescripción médica para los medicamentos, usted debe limpiarse esas heridas cada día.

Edward: -Sí, doctor- el doctor salió- ¿Cómo te sientes, Nana?

Jane: -Hace años que no me decía así ¿Recuerdas cuando te llamaba Nano?- ambos reímos

Edward: -Sí, ahora sólo me llamas inútil.

Jane: -Me parece más apropiado para ti- acaricié su mejilla.

Edward: -Jane, yo estaré contigo siempre ¿Lo sabes, no?- Asentí- Siempre serás mi hermanita y te amaré a pesar de todo. Tú eres mi alma gemela, mi mitad, una parte de mí de la que nunca podré apartarme.

Jane: -¿Qué pasa?- miré una inquietud en su mirada.

Edward: -Nana....-tragó con dificultad-...Mamá está en coma.

Jane: -¿Qué?- las lágrimas comenzaron a rodar de mis mejillas. Edward me abrazó con delicadeza.

Edward: -Ya, mi niña. No llores- él también lloraba.

Jane: -¡Quiero verla!

Edward: -No puedes, no nos dejan verla, está muy delicada.

Jane: -Pero...¿Cómo fue?- decía entre sollozos.

Mala Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora