Capítulo 48

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Cuando logro tranquilizarme un poco, noto que Mason yacía muerto en el piso al igual que Vladimir, y no me sentí mejor sabiendo que estaban muertos. No sé a dónde pudo haber ido Brenna luego de lo que sucedió, estaba tan aferrado a la idea de que mi madre no iba a morir que no me di cuenta de nada más. Me encontraba desconcertado, perdido, quería despertar de esta pesadilla lo antes posible.

Arrastrando los pies salgo del lugar con Thomas y mi padre a mi lado, sentía que me desmayaría en cualquier momento, llego a donde están mis hermanas e inconscientemente las abrazo, son las únicas que podrían entender como me siento yo. Soy ajeno a todo lo que sucede a mi alrededor, siquiera se quienes se llevaron a mamá, busque fuerzas de donde no tenía para no romper en llanto, mis hermanas me necesitan fuerte.

—Entren al coche..., nos vamos a casa —susurro con la voz entrecortada y débil. Thomas se despide de mí y espero a papá fuera del auto mientras el habla con sus hombres. Me recuesto del coche al momento que escondo mi cabeza entre mis manos, veo a Thomas dar la vuelta en su auto para irse, ahí es cuando veo a Brenna en el asiento copiloto, con su cabeza escondida entre sus piernas, sé que está llorando por cómo sube y baja su espalda. Desaparecen de mi campo de visión, y papá llega a mi lado.

Durante todo el camino a su casa permanezco en la parte trasera del auto, consolando a mis hermanas, tratando de ser lo más fuerte posible y recordando la última conversación que tuve con mamá la noche anterior, mientras yo le tocaba el piano.

—De nada servirá que la alejes de tu vida, tienes que hablarle Zackie, yo he visto cómo te mira, te ama —susurra mientras se sienta a mi lado en el piano.

—No la merezco, ella está en peligro por mi culpa y tú también, lo último que quiero es hacerle daño, no quiere ver la realidad madre, tengo que hacerlo por ella —le respondo sin dejar de tocar el piano.

—Tiempo, solo dale tiempo, no lo arruines y dile lo que sientes, eso siempre funciona —susurra.

—Recuerda que cada persona percibe e interpreta la realidad de una forma. Por ello trata de comprender la visión que ella tiene e intenta explicarle la tuya —me aconseja.

—¿Cómo es que siempre sabes que decir?, te amo —murmuro dejando caer mi cabeza sobre su hombro.

—Sabes que yo te amo más —murmura.

***

Intentaba ser fuerte y no desvanecerme en el mar de lágrimas, pero es imposible cuando entierran el cuerpo de tú madre. Todos están aquí, los chicos, Danielle, yo solo me limitaba a consolar a mis hermanas, Isacar lloraba en silencio. Cuando vi como enterraban su cuerpo sentí que arrancaban con furor el corazón de mi pecho y lo arrojaban a la llama del fuego. Me encontraba arrodillado, con lágrimas empapando mis mejillas, yo era muy unido a ella, siempre ha estado ahí para todo, para escucharme quejarme de Kathia, para darme los mejores consejos, era la mejor para darme su amor, y me arrebataron eso.

Cuando un ángel llego para salvarme, un demonio se hizo presente y lo arruinó, me quitó todo lo bueno que el ángel tenía para darme, volvió mi vida más miserable de lo que ya era, ese demonio era mío y yo era el único culpable. Cuando pasan los minutos, la gente que está aquí me dan el pésame, que recibo por educación, ellos realmente no lo sienten, no hay forma de que sientan lo mismo que yo.

Quedamos solo papá y mis hermanas en el cementerio, ha llegado la hora irse, pero le hago saber a Isacar que me quedaré un rato más, necesito despedirme de ella y decirle lo mucho la amo. Aún con lágrimas en las mejillas le pido perdón por haberla expuesto a ese peligro, por ser un mal hijo y no hacer el esfuerzo suficiente para dejarlo.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora