Capitulo 121.- "¿Sigues allí?".

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- Buenos días, Tennessee - me da un corto abrazo el cual le correspondo con amor- Reeve me mando a que te avisara que ya esta listo el desayuno, para que no te vallas a ir, sin probar bocado.

- Creo que se tomo encerio lo que le dije hace rato.

- ¿De nuevo, verdad?- pregunta con su ceño fruncido, dandome cuenta que está preocupada.

- Si, pero ya estoy acostumbrada. Lo que sigue es darle menos importancia, así que tu no te preocupes.- le sonrío al menos para sonar convincente.

-Te quiero muchísimo y no quiero que sigas sufriendo por ese recuerdo que ni siquiera merece ser recordado.

- El peor sufrimiento es el recuerdo, ¿no lo crees?- la melancolía corta mi voz, sintiendo unas inmensas ganas de llorar. Cada día es una batalla en mi interior.
Karol asiente sin al menos añadir algo a mis palabras.
Trato de que el llanto no haga acto de presencia, estoy cansada de llorar.

Los tres nos sentamos a desayunar como todos los días. Ellos empiezan a charlar de lo que harán en su día, a lo que yo solo fingo ponerle atención a su conversación. No es que no me interese lo que digan, solo es que estoy siempre tan absorta en mi interior, que me es difícil poner atención a lo exterior.

Pienso mientras dura el desayuno en que la mejor decisión fue haberme mudado con ellos dos a Chicago.
Cuando salí del hospital, todo fue un verdadero caos. Mi padre y mi hermana se pusieron a discutir en donde me quedaría, ya que me encontraba sin hogar, así que finalmente me terminé llendo a la casa de mi padre; al parecer él consideraba a mi hermana incapaz de cuidarme.

Cuando llegamos a su casa, recibí las miradas de satisfacción por parte de mi madrastra; es obvio que le había alegrado la noticia de lo que Louis me hizo. No le tome importancia, solo me quedaba en mi habitación, sintiéndome lo peor del mundo, deprimiendome más y más, ni siquiera quería probar bocado. Fue difícil salir de ese estado.

Un día mi padre trajo a Niall a la casa para que me diera una terapia. Me ayudo muchísimo, tal vez no en dejar de sentirme deprimida, pero en lo que si avancé al menos fue en poder formular palabras; salí del shock en el que estaba.

Me entere gracias a Sullivan que
Louis había sido detenido y llevado a prisión por violencia familiar. Incluso, que Liam intervino con la justicia alegando que Louis esa noche estaba actuando bajo los efectos de la droga y que además él padecía de sus facultades mentales.
El señor Harrison, intervino también, pero por petición de mi padre en ese asunto, sin que yo me enterara, así que pidió que Louis fuera sentenciado por los cargos que se le atribuían; el nuevo juez pidió mi declaración y la presentación de los cargos, pero mi padre se los negó, por el estado de shock en el que estaba. El tiempo se alargó como por dos semanas y no dejaron a Louis salir.
Cuando Liam presento la prueba de que Louis consumía drogas y que cuando me ataco estaba bajo sus efectos, pidieron a mi padre que me llevara a declarar pero me negué, yo no quería tener que ver con Louis de nuevo, y mucho menos verlo de nueva cuenta.

Así que no presente nada en contra de él, porque de todos modos iba a poder salir con lo que presento Liam o tal vez pagando su fianza.

En cambio, mi padre se enojo muchísimo ese día conmigo por no haber metido a Louis a la cárcel. Dijo que ese tipo tenia que pagar todo lo que me había hecho, pero ¿quien soy yo para ser justicia por mi propia mano?, nadie. En mi defensa le dije que un día, Dios haría justicia.

Pasaron los meses y en año nuevo, tome la decisión de irme a vivir con Reeve y Karol a Chicago. Todo fue repentino.
En ese tiempo tenia la gran necesidad de escapar a cualquier lugar. Estaba harta de todo, del trato como enferma mental que me daba mi familia, las constantes llamadas por las noches de Louis, de las mirada de odio por parte de Bárbara, en fin todo. Un día antes de navidad, me encontré a Reeve y a Karol en el mall, al cual fui arrastrada literalmente por mi hermana para que me distrajera; en fin, mi hermana entró a una tienda de ropa, le dije que estaría comprando algo de comer. Así que me encontré con los dos hermanos. Estuvimos platicando no tan animadamente, de nuestros planes para el siguiente año, aunque yo ni siquiera tenia ganas de hacer planes; sin embargo, me contaron que se mudarían a Chicago por una gran oferta de trabajo que les ofrecieron a ambos.

Escombros [L.T] #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora