Capítulo 20

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Habían pasado semanas y las cosas en el hogar de Aarón se estaban poniendo cada vez peor. Su hija no había aparecido, su esposa estaba distante y el estaba intratable.

Trompetas.

Las trompetas anunciaban la llegada de visitas. No estaba de humos para visitas, pero por cortesía tendría que recibirlos.

Fue hasta la puerta y se quedo de piedra al ver los estandartes rojos del rey. El rey desmonto y avanzo a paso seguro hasta él.

—su majestad —saludo Aarón. —no pensé que vendría en persona...

—déjate de formalidades, —lo paso al entrar —cuando recibí las noticias estaba haciendo una visita a la familia de un viejo amigo nuestro.

El rey con un gesto de la mano despidió a su gente, Aarón hizo lo mismo. Cuando se quedaron solos Brandon dejo de ser el rey por un momento.

—¿Qué paso?

—ella salió y no volvió —dijo Aarón llenándose una copa con vino.

—eso ya lo sé, lo leí en tu carta —le quito la copa de la mano y bebió —lo que quiero saber es que paso antes, tuvo que haber un antes.

—¿Cómo qué?

—¿ya había pasado antes?

—no.

—¿nada parecido?

—no.

—has memoria, ella no se pudo haber ido así nada más.

—ella no se fue. —corrigió Aarón —la secuestraron.

—¿estás seguro de eso? —Brandon siguió sin esperar una respuesta —si al hubieran secuestrado, ya habrían mandado una nota de rescate o tus guardias no hubieran regresado con vida y según lo que me contaste ellos volvieron.

—ella no pudo haberse ido...

—¿ahora ya hiciste memoria? —Brandon tomó una copa mas antes de volver a dirigirle la palabra a Aarón —y bien, ¿Qué me puedes decir ahora.

—a ella le gustaba cabalgar por las tardes.

—¿siempre? —la cara de Aarón le dijo todo —¿y ese comportamiento no te extraño?

Aarón se desplomo en la silla más cercana. No, el comportamiento de su hija no le había parecido sospechoso porque no le estaba prestando atención. Su atención estaba en su esposa.

—sé que has pasado por mucho —siguió Brandon —pero no permitiré que el nombre de mi hijo sea burlado.

—nadie sabía que estaban comprometidos.

—lo sabían, claro que lo sabían —Brandon apretó las manos en puños —Henry se encargo de que todos lo que sean alguien en este reino lo sepan.

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