Luna de miel...

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La luna de miel, la situación más importante para una mujer y un hombre recién casados. Pero en especial para las mujeres. Terasaka no estaba con ella, estaba sacando sus penas en el bar de aquel bello hotel. Sentía que su corazón ya no aguantaría más aquel engaño. Acepto casarse con ella por que la persona que realmente quería estaba muerta o por lo menos eso le dijo la rubia.
La chica había tejido una maraña de mentiras interminables, podía considerar se le una astuta viuda negra. Primero quiso conseguir a Nagisa engañando a la chica que vivía eternamente enamorada de él. Al no conseguirlo vino a arruinarle la vida a otra persona.

Pero con el karma es tan grande todo lo que haces en esta vida, lo pagas. Y no estamos hablando de Karma Akabane, aunque él tan bien es grande. Pero no hablamos necesariamente de él. Estaba sola en su gran habitación. El gran y blanco vestido le estaba empezando a estorbar, y lo peor de todo que su esposo se encontraba llorando en el bar con un par de copas de más.

—¡Joder si hubiera sabido que esto terminaría seguiría intentando con  Nagisa!—confeso mientras se tiraba en la cama y revolvía las sabanas de color café.

Tomo su celular que se encontraba en la cómoda y empezó a buscar en el una canción en especial. Le gustaba le recordaba muchas cosas. La encontró y le dio play a su celular.

No soy fan de los titiriteros pero tengo un miedo constante 
Alguien más está controlando los hilos 
Algo terrible se aproxima a través de toda la ciudad 
Malvada anarquía y todas sus consecuencias.

 Empezó a cantar, se sentía bien en esos momentos. Tal vez no había conseguido a su primera presa. Pero consiguió a la segunda. La canción era una de sus favoritas.
Pero lo que sucedió a continuación no se lo espero. De un disparo apagaron la lámpara que se encontraba en la cómoda.

—¡Vaya, vaya, vaya!—exclamó una voz entre irónica y repulsiva—. ¿Disfrutando de tú luna de miel?—preguntó él extraño con voz burlona.

—¿Quién eres? ¿Qué quieres?

—Ja Ja Ja—río divertido—. ¿Y aún preguntas?—le disparo a la otra lampara.

—¡Largo de mi cuarto antes de que...

—¿De que? ¿De qué le hables a la policía o a tú esposo?—dijo burlón.

No puedo sentarme de brazos cruzados, no, no me puedo mover 
Maldigo el nombre, de quien esta detrás de esto. 

—¿Qué quieres?—preguntó ya un poco asustada.

La música seguía sonando a la par de las miradas de horror de la rubia y las de odio del sujeto enfrente de ella.

—¿Qué que quiero? O querida eso es más fácil de lo que crees. Quiero que sufras, que sepas que es el dolor—respondió con voz seca.

Discord, estoy aullando tristemente a la Luna 
y durmiendo en medio de una tarde de verano 
¿Discord, que te hicimos 
para que te lleves nuestro mundo? 

Él desconocido le disparo en el vientre, la rubia se sujeto sintiendo apenas el dolor punzante del disparo.

—Has dicho que estas embarazada ¿no?—una brillante sonrisa se pudo distinguir entre la oscuridad.

Se aproximo a la chica, el blanco vestido con un escote de corazón estaba quedando de color rojo. Se teñía del bello color carmesí que era su sangre.

—Comprobemos si eso es cierto.

Se puso en cima de ella, saco un cuchillo y la apuñaló en el estomago con tal fuerza que se escucho cuando el vestido se rasgo.

De regreso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora