Capítulo 28. Hablemos.

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-LEXA-

Salí de la habitación. Clarke se quedó dentro con Abby y Marcus. Debía encontrar a Indra y hablar con ella. El pasado sería el pasado, la necesitaba. -¿Habéis visto a Octavia?- pregunté a uno de mis guardias -Si, Heda- asentí -Traédmela a la sala del trono. He de hablar con ella- el guarda asintió y se digirió escaleras abajo a buscar a la chica. Yo me dirigí a mis aposentos a colocarme la armadura. 

En unos minutos estaba en la sala del trono, esperando a que Octavia llegase. Rato después la chica entró por la puerta, con su atuendo habitual, estaba acompañada por dos guardias. Por protocolo, sabía de sobra que podría zafarse de ellos en cualquier situación. -Comandante, quería verme ¿No es así?- me acerqué a ella, en medio de la habitación, asentí -Así es Octavia, necesito tu ayuda- ella se acercó un poco más -La ayudaré, Heda- dijo sin ni siquiera darme la oportunidad de decirle para que la requería -Necesito encontrar a Indra. Los tuyos serán enviados de vuelta a casa, no os quieren aquí en Arcadia estaréis mucho más seguros- Octavia sonrió irónicamente -¿Sabe Clarke de esto?- asentí -De hecho fue su idea... Digamos que la mía era mucho más...Cobarde- la sonrisa de la chica se borró de inmediato de su cara - Sé dónde está- dijo. 

Inmediatamente Octavia se dio la vuelta y salió de la habitación. Yo la seguí. Bajamos todos los pisos por el ascensor y llegamos a la planta baja. Dos guardias estaban esperándonos. Habrían bajado andando, era más rápido. 

Éstos nos abrieron las puertas. Una vez en las calles de Polis nos escoltaron a Octavia y a mi... Era intimidante, necesitaba serlo. -Por aquí- dijo Octavia, escabulléndose entre unas casas. Los tres la seguimos hasta una chabola. -Esperad aquí- dijo la morena. Ella pasó a la tienda, delante de mí. Tras unos segundos salió -Podéis entrar- dijo. Me apresuré a entrar en el habitáculo. Indra estaba de pie en medio de este -Heda, que grata sorpresa- estiró su mano para saludarme, la acepté con cordialidad. -Necesito tu ayuda- le dije sin miramientos -¿En que puedo ayudarla Heda?- paseé por la habitación observando dónde estaba residiendo Indra -Necesito que vuelvas a tu puesto, Skaikru necesita nuestra protección -hice una pausa- Sé que esto es difícil para ti Indra, pero es necesario si no queremos entrar en una guerra imposible de ganar para mi- Indra se giró para mirarme, estaba a sus espaldas -¿Que ha pasado?- preguntó alarmada -Las amenazas de muerte ya no las recibimos solo por parte de Azgeda, también por el resto de los clanes- respondí con total sinceridad.

- ¿Y para qué me necesita a mi, Heda?- preguntó la mujer, aclaré mi garganta -Necesito que despliegues un ejercito de guerreros que proteja Arcadia de cualquier ataque- esperaba algún tipo de reproche por parte de Indra, aunque ésta no estaba en posición de hacerlo. Simplemente aceptó -Lo haré, Heda- Indra se colocó su espada y su puñal. Sonreí -Vamos- miré a Octavia -Tú irás con ella, irás a Arcadia junto a Marcus, Abby y Raven, Lincoln te acompañará- Octavia me miró confusa -¿Clarke no vendrá?- apreté mi mandíbula y volví a mirar a la chica, negué -Clarke estará bajo mi propia protección en todo momento, no saldrá de Polis- aparté la vista de Octavia e Indra y salí del habitáculo, si se le podía llamar así. 

Me paré ante la chabola -Coged un caballo cada una, quiero informe diario. Todos los hombres que solicites estarán a tu disposición, sin contar con los que ya han sido asignados en Polis- Indra asintió -Gracias por la oportunidad, Heda. Será bien aprovechada- asentí seriamente -Eso espero- emprendieron su camino hacia el establo, los guardas se quedaron conmigo -Octavia- la llamé antes de que se alejara lo suficiente -Confío en ella, pero vigila su comportamiento- manda a alguien de total confianza a informarme si no eres tú personalmente- Octavia asintió- Lexa...- dijo tímidamente -Cuida de Clarke por favor- en un mismo día dos personas me había dicho que la cuidara, ¿A caso no se notaba que ya lo hacía lo mejor que podía?- Lo haré con mi vida Octavia, puedes estar segura de ello- asintió con media sonrisa y corrió para alcanzar a Indra.

-CLARKE-

-Lexa te quiere, hija- mi madre se sentó en el sillón, Marcus a su lado. Asentí sonriendo -Si, pero tengo miedo- ellos rieron -Siempre se tiene miedo en el amor, Clarke ¿A caso no lo tuviste con Finn?- eso dolió pero tenía razón, lo tuve. Ella lo tuvo con mi padre, Marcus con su madre, Thelonius con Wells... En el amor había partes... Y una de ellas era el sufrimiento. -Todo está yendo bien entre nosotras... ¿Hace cuanto Lexa no tenía eso?- les miré -Lexa jamás lo ha tenido... Temo por ella- dije sini poderme aguantar una lágrima. 

Mi madre se levantó y se acercó a mi. -Es una gran guerrera, sabe defenderse- dijio Marcus desde el sofá. Le miré -Todo guerrero tiene su punto débil y yo soy el suyo, los clanes lo saben... Todo el mundo lo sabe- estaba empezando a enfadarme. -Pero la amas y estás con ella, eso la hace fuerte Clarke... Lo sabes- dijo Abby, volví a mirarla, una leve sonrisa salió de mi boca y una lágrima se deslizó por mi mejilla, la sequé con la palma de mi mano. -Ey ven- mi madre se acercó a mi y me abrazó -Todo va a estar bien, es Lexa- se apartó de mi. En ese momento llamaron a la puerta. 

Entró Titus -Clarke, Heda quiere verte- dijo seriamente, asentí. Miré a Marcus y mi madre y me dirigí a la puerta. -¿Dónde está?- le pregunté a Titus al salir de la habitación -Sus aposentos- agradecí con una sonrisa. Entré al cuarto, Lexa no estaba -¿Hola?- dije un poco más alto, salió de la parte del aseo, secándose el pelo -Hola preciosa- me dijo tirando a un lado la tela con la que se secaba el cabello -Hola...- le dije sensualmente acercándome a ella, tomó mis manos entre las suyas -Tenemos una cena...- dijo susurrándome -¿Cómo?- pregunté sorprendida -Privada- hizo una pausa alzando su ceja, gesto del cual me había enamorado- Solo nosotras dos, tras los recientes acontecimientos no creo que tengamos mucho tiempo de estar juntas en los próximos días, o meses y esto es una forma de...de... mostrarte- me acerqué a ella, los nervios podían con ella, me encantaba. Puse mi  dedo índice en sus labios, ella cerró los ojos -¿Cuando es la cena?- le pregunté, separé el dedo de su boca- en unos minutos -Bien...Tengo algo para tí... Te lo daré después de la cena- bajé mi dedo por su cuello, a lo que ella suspiró intensamente sin abrir los ojos. 

Me acerqué lentamente a su boca y besé suavemente sus labios, puse mi mano en su mejilla y profundicé el beso. Ella me agarró de las caderas, apretándome más hacia ella. -Dios...- susurró- ¿Que pasa?- pregunté separando mis labios de los suyos -Que estoy enamorada de ti, eso pasa- sonreí y volvimos a fundirnos en un beso. Nuestras lenguas invadían la boca de la otra, nuestras manos acariciaban cada poro descubierto de su piel. -Ai hod...- no dejé que terminara -Yo a ti también- hice que retrocediera y cayera sobre la cama -Ups, que descuido- dije riéndome, me apretó contra su cuerpo. Llamaron a la puerta. -Adelante- dijo Lexa levantándose de la cama suavemente -La cena esta lista, Heda- asintió, ambas sonreímos. 

HEDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora