Parte 6

4.5K 381 5
                                    

—¡La santabárbara ha explotado! —exclamó Sophie, aterrorizada. Era cierto. La santabárbara del Gallardo acababa de saltar por los aires, y no tardaríamos en hundirnos.

—¡Sophie, tenemos que salir de aquí! —ordené, poniéndome en pie de un salto. Comenzaron a escucharse chasquidos y crujidos por todas partes. El suelo tembló y las paredes amenazaron con desmenuzarse. Saltamos por encima del escritorio y echamos a correr por el pasillo, dejando atrás nuestros propios camarotes a los pocos minutos y dirigiéndonos a la escalerilla de cubierta todo lo rápido que nuestras piernas nos lo permitían. En el momento mismo de subir a la superficie comprobamos, horrorizadas, que el fuego ya había logrado convertir la propia cubierta en una gigantesca ruina humeante. Y entre los escombros a medio consumir por el incendio podían verse decenas de cuerpos sin vida, unos del Gallardo, otros procedentes del barco pirata. Aquella imagen se me antojó dantesca.

De los tres palos del navío únicamente quedaba en pie el trinquete, y casi toda la arboladura estaba siendo pasto de las llamas, a excepción del sobrejuanete y los dos juanetes de proa. Las jarcias de proa se encontraban intactas. Si no encontrábamos pronto una manera de abandonar el barco, nos ahogaríamos sin remedio. Para colmo, los botes del Gallardo también se estaban quemando. ¿Qué era lo que nos quedaba por hacer?

Miré a babor casi instintivamente. Allí estaba aquel maldito barco pirata, tan cerca de nuestro barco que, de haber saltado por la borda, habría llegado a su cubierta.

—Wilmot —balbuceó Sophie, captando al vuelo la idea que yo acababa de tener—, no estarás pensando en…

—Sí —la interrumpí—. Coge aquellas drizas de allí. —Señalé hacia un montón de cuerdas que el fuego aún no había consumido—. Intentaremos amarrarnos a una de sus orzas.

—¡No! ¡Eso sí que no! Si subimos a bordo de ese barco nos matarán.

—¡Y nos ahogaremos si nos quedamos aquí! Aún estamos muy lejos de la costa, Sophie. No podemos hacer otra cosa.

Un recuerdo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora