Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.

Capítulo 32.

[JUSTIN]

Pasaron las semanas - dos concretamente - hasta que le contamos a nuestras madres que nos habíamos comprometido.

Un día decidimos quedar todos a comer, y Val fue con el anillo - igual que siempre - pero que no sé por qué ese día destacó más. No hizo falta decir mucho más. Ambas ahogaron un grito y se levantaron a abrazarnos al instante. Aunque cuando les contamos que la boda no sería hasta dentro de unos dos años, noté como sus cuerpos se relajaban.

Ay... Madres.

Valeria estaba en clase, al igual que Caitlin y Christian. Aunque iban a institutos diferentes, por suerte o por desgracia los tres habían repetido curso una vez a lo largo de su vida escolar, así que coincidían en que estaban en su último año y tan solo quedaba un mes para la graduación.

En una semana había quedado con Christian para buscar nuestros trajes, pero las chicas ya llevaban un mes recorriéndose todas las tiendas de vestidos de Canadá para encontrar el adecuado.

La verdad es que siempre eché de menos poder terminar mis estudios en un instituto normal, pero cuando empecé a ser Justin Bieber el famoso, eso se acabó. Aun así, tenía un profesor particular con el que quedaba tres veces por semana, pero tardaría años en graduarme.

Eran unos días extraños: Valeria estaba nerviosa por sus exámenes, mi madre estaba escribiendo su primera novela y estaba estresada por cumplir los plazos de entrega, mis amigos también tenían que estudiar y yo... nada. No tenía absolutamente nada que hacer, así que aquel día me puse a escribir una canción.

Se llamaba 'Nothing like us'.

Esta canción estaba inspirada en lo que sentí cuando Valeria se fue de mi vida y os prometo que es una de las canciones más sinceras que he escrito en mi vida.

Quería grabarla en el estudio y subirla a Youtube, porque aunque el canal principal lo manejaba Scooter y ni siquiera sabía si seguía operativo, yo tenía el mío.

Llamé a un amigo que tenía un estudio y me tiré allí tres días seguidos grabando y editando la canción.

Llegó a las veinte mil visitas en apenas un día y para mi sorpresa, un tal Rory James me llamó para que comiéramos juntos y habláramos de mi carrera.

Era un mánager y al saber que seguía creando música quiso hacer renacer mi carrera.

La verdad es que fue de los pocos que en los términos y condiciones de su contrato, no hubiera puesto algo que únicamente le beneficiara a él. Siempre echaría de menos a Scooter, pero él era el que me había negado la vuelta, así que tenía que seguir a adelante.