Capítulo X: Leaving Home Ain't Easy

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—Oye Ethan —Maggie observaba a su hermano fregar los platos y ordenar la cocina.

—Qué, Maggie.

—Son las nueve menos cuarto... —alzó la muñeca muy alto y se dio unos toques con el dedo.

—¿Y...? —el muchacho guardó un montoncito de platos en un armario fingiendo no entender.

—¿Tus amigos —miró hacia la puerta que daba al salón—... tienen casa?

Ethan la miró frunciendo el ceño.

—Bueno, si vienen del pasado seguro que ya pagaron la hipoteca. Ha pasado "mucho tiempo".

—Mira, Maggie. Vete al carajo.

—Qué agradable respuesta.

—No me crees, y te burlas de todo esto. Vale. Pero déjame en paz con tus bromas.

—De acuerdo, pero tengo que saber si vas a hacer una fiesta de pijamas o voy a poder dormir tranquila.

—Voy a celebrar el Hanukkah, ¿te parece?

—Con que no invites a Arthur —Ethan resopló—... Pensé que ibas a dejar de hablar con él.

—Y lo hice. Pero necesitaba un favor.

—¿Le pediste un favor? ¿A Artie? ¿¡En qué demonios pensabas!?

—¡Estoy desesperado! —el tono de la conversación comenzó a elevarse—. ¿¡Querías que te lo pidiera a ti, que ni siquiera me crees!?

—¡Podrías haberme consultado antes que a él!

—¿¡Y me habrías creído entonces!? ¡Piensas que estoy majara! Además, ¡no tengo que consultarte nada! ¡Eres mi hermana pequeña!

—¡Has metido en casa a cuatro tipos con pelo largo y dices que han viajado en el tiempo! ¿¡Qué mierda quieres que piense, Ethan!?

—¡Soy tu hermano, y encima el mayor! ¡Deberías creerme sólo por eso!

Abrió la boca ofendida— ¡N-no voy a creer una estupidez del tamaño de tu cara tan sólo porque seas mi hermano!

—¡Entonces no tengo nada más que hablar contigo!

—¡Pues yo tampoco...!

—Disculpad —interrumpió Brian.

—¿¡QUÉ!? —gritaron ambos hermanos. Brian dio un respingo. Segundos después aparecieron tras él Freddie, Roger y John. Los cuatro estaban ahora en el umbral de la puerta de la cocina. Ethan y Maggie los miraban expectantes.

—No queremos que discutáis por nuestra culpa... —dijo Freddie.

—Nosotros mejor nos marchamos ya —añadió Roger.

—Gracias por todo, Ethan. Has sido muy amable y nos has ayudado mucho —dijo John.

—Sí, muchas gracias por vuestra hospitalidad —agregó Brian.

Los cuatro se giraron como cachorrillos perdidos y se dirigieron a la puerta. Maggie estaba cruzada de brazos observándolos. Ethan bufó, mirándola con rabia.

—Esperad, esperad —dijo el chico, parándolos. Los cuatro se dieron la vuelta alicaídos—. No tenéis a dónde ir.

—Nos las apañaremos —dijo con optimismo John.

—Sí, no puede haber cambiado todo tanto —añadió sin convencimiento Roger, con una risilla nerviosa. Volvieron a girarse y a caminar hacia la puerta.

—No, no vais a iros. Tenemos mantas y el salón es grande... Además creo que tengo un saco de dormir.

—Pero... —Freddie y los demás miraron hacia Maggie, que ahora estaba apoyada en el quicio de la puerta con los brazos cruzados.

KEEP YOURSELF ALIVE #4: Crossing the HOT SPACE! ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora