Capítulo 1.

14.2K 538 83
                                    

(ASHLEY)

¡Pum!

Golpeo la alarma de mi despertador para apagarla, pues el sonido de ésta me estaba taladrando los oídos, y sigo durmiendo, o trato de hacerlo. La puerta de mi cuarto se abre, y por un peculiar olor a churros, reconozco que se trata de mi tía, quién viene ha destruir mi momento de paz, como todos los días, algo que odio de ella, por cierto.

-¡Arriba, Ashley!-Se acerca a mis ventanas, y corre las cortinas, haciendo que la luz choque en mi cara, y gruña-Deja de gruñir, y levántate, que sino llegas tarde al instituto.

-No quiero-Me encojo en la cama-Déjame tranquila.

Me giro y escondo mi cara en la almohada, evitando así que, el sol me moleste, aunque eso no evita que mi tía siga atacando.

-¡Arriba!Y dicho eso, me quita las sabanas de encima-Espabila, el desayuno está servido.

Y se va cerrando la puerta a su salida. Me levanto a base de gruñidos, y camino hacía mi armario. Lo abro, y cojo lo primero que pillo, que consiste en: unos tejanos cortos rotos grises, con unas medias negras debajo, una camisa que dice "You don't know me" (Tú no me conoces), un poco desgastada negra, y mis botas con cadenas, también negras que me llegan hasta debajo de mis rodillas.

Soy una rebelde, y me gusta demostrarlo. Soy -como me gusta llamarme- pelirosa, es decir, tengo el pelo rosa, obviamente, otro acto de rebeldía por mi parte hacía mis tíos, y es liso. Mis ojos son marrón oscuro, y mis pestañas cortas, pero abundantes. Tengo un buen cuerpo, muy desarrollado, y tengo un montón curvas, muchas, soy blanca de piel, y soy de estatura normal.

Abrí la puerta de mi habitación bostezando, y salí, topándome con mi hermana melliza, Miranda. Ella  es castaña oscura -Yo antes de teñirme lo tenía marrón claro- tiene ondas suaves, sus ojos castaños oscuros también, es morena de piel, y un poco más alta que yo, su cuerpo, al igual que el mio, está muy bien desarrollado, tiene muchas curvas.

Va vestida con: unos tejanos negros piratas, con una especie de pañuelo como cinturón, unas bambas Adidas, a conjunto con su chaqueta de Adidas blanca y rosa, y una camisa rosa con agujeros debajo.

-Hola-Me saluda, totalmente despierta-.

-Hola-Gruño, totalmente dormida-.

Bajamos unas escaleras que nos llevan al salón, y vamos a buscar a nuestros tíos, en la cocina. Entra primero Miranda, y después yo.

-Buenos días-Les saluda ella-.

-Buenos días-Nos saludan ellos, mi tía -que estaba de espaldas a nosotras- se gira, y hace un gesto de desaprovación de nuestra ropa -sobretodo por la mía-.

No dice nada al respecto, pero lo piensa, eso seguro, ella odia mi vestuario. Yo no saludo, me siento directamente. Mi hermana se sienta a mi lado, y se mira las uñas -recientemente pintadas de un gris claro con puntos negros-.

Mi tía nos coloca dos vasos de chocolate caliente frente nosotras, y una bandeja con churros. Comenzamos a desayunar, acaba primera -como de costumbre- mi hermana. Después de terminar yo, lo recogimos todo, y nos preparamos para ir al "Instituto", aunque intentaríamos hacer campana como de costumbre, pero lo más seguro es que nuestros tíos nos tuviesen vigiladas, ya que nos pillaron cuándo debíamos de estar en el Insti en la calle, no se fían de nosotras. 

Cogimos nuestras mochilas, y nos despedimos. Pero antes de poder huir de ellos, nos detuvieron, diciendo mi tío "Como tengo que ir a un sitio cerca os llevaré en coche", vaya mierda de excusa, lo que quería era no poder dejarnos hacer campana. No nos pudimos negar, así que acabamos yendo al instituto en el coche de nuestro tío.

Al llegar, nos quitamos el cinturón, y nos despedimos de él. Vamos subiendo unas escaleras que nos llevan al instituto hasta que desaparece el coche de mi tío. Cuando se ha ido, bajamos corriendo, y nos vamos a un parque que hay cerca, donde nos reunimos con unas amigas.

Cuando llegamos, ya todos están allí. Nos acercamos a ellos.

-¡Hey!-Saludo. Choco puños con ellos-.

-Pensábamos que no vendríais al final-Me dice Cassandra, una amiga francesa-.

-Pues pensabais mal-Cojo una cerveza de una bolsa, que había traído un amigo-.

Comenzamos a beber, yo me acabo 2 cervezas, y mi hermana aún sige saboreándo la primera.

Un amigo salta, y nos dice de hacer la gamberrada del siglo al director de nuestro instituto, que es un hijo de p*ta, por cierto. Todos nos miramos sonriendo, y digo yo:

-Si, ¿Por qué no?-Ensancho mi sonrisa-.

La gamberrada es sencilla, pero no por eso menos divertida. Hoy es el día de puertas abiertas, y ¿Qué mejor manera de vengarnos que, ridiculizarlo frente de miles de padres?

Ese amigo fue a comprar dos botes de pintura y la amiga francesa plumas. Como la tarima en la que estaría el director daba justo delante de uno de los edificios del instituto, nos facilitaría ridiculizarlo.

Las primeras en llegar, fuimos mi hermana y yo, observamos al director desde arriba.

-"Bienvenidos, querías saber por qué este instituto es el adecuado para vuestros hijos, pues lo es por..."-Estaba diciendo su discurso de todos los años, algo ya cansino y repetitivo-"Y por nuestra excelente aplicación de la disciplina"

"Sí, disciplina"-Pienso con sorna-. Cuando llegan mis amigos con todo, nos preparamos para lanzárselo. Yo, y mi hermana seriamos quienes lo tiraran. Era un bote de pintura marrón, del color caca, o por lo menos parecido.  

Abrimos los dos botes, y sin más espera, se la vertimos encima. Cuando le cayó la pintura encima a penas reaccionó, y eso lo utilizamos en nuestro favor. Cogimos las plumas, y se las lanzamos también. 

Cuando acabamos nuestra "obra maestra", nos reímos hasta que ellos reaccionaron y comenzaron a venir a por nosotros, realmente furiosos.

Los profesores que acompañan al director venían a por nosotros con unas caras rojas del enfado, y la señora directora nos fulminaba con la mirada.

Salimos de la azotea, y comenzamos a correr por las escaleras de emergencia. Vamos a parar al 1 piso, y allí unos cuantos profesores nos esperaban. 

-¡Corred!-Grita, Sebastián-.

Mis amigos se escabulleron por los pelos, pero nosotras no tuvimos tanta suerte. Nos atraparon en una esquina que daba la calle, y claro está que llamaron a nuestros tíos, los cuales de seguro nos lapidarían. 

La habíamos cagado, solo que en ese momento, no lo sabíamos. Solo pensábamos que sería otro castigo que, nos saltaríamos, como siempre. 

"Pero no era así, todo cambiaba"

N/A: Aquí el primer capii, disfrutadlo :) Votad y comentad

Rebeldes 1. Dueña de mi Vida. "Reescribiendo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora