Capítulo III: I'm Going Slightly Mad

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—¡AAAAAAAAH! —gritó Ethan.

—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH! —respondieron ellos.

—¡AAAAAAAAAAAH! —volvió a gritar Ethan.

—No tío, somos cuatro. Más voces gritando —dijo Roger manteniendo la calma durante meros segundos.

—NO PUEDE SER. NO TIENE SENTIDO. NO LO ENTIENDO.

Los cuatro muchachos lo miraron confusos.

—Nah... Probablemente sólo se parecen mucho... Es completamente imposible —dijo el muchacho para sí mismo, perdiendo la calma a cada palabra y con una sonrisa enloquecida—. Sí, seguro que son un grupo tributo o algo así... ¡Claro! ¿¡De qué me estoy asustando!? Pero, ¿qué mierda hacen aquí...? ¿Será una broma de Maggie...? Tiene que ser cosa de Maggie, sólo ella haría algo así...

Devolvió la mirada a ellos y clavó sus ojos en todas y cada una de sus características. Sus peinados. Su ropa. Sus caras. Sus expresiones.

—A ver —tragó saliva, suponiendo que sólo por preguntarlo todo lo que le quedaba de sensatez se esfumaría—... Vosotros —tragó saliva. Habló por señas y gesticulando de más—... Vosotros —ellos asintieron—, los cuatro —volvieron a asentir—..., sois...

Respiró hondo y terminó.

—... ¿Queen? —soltó en un murmullo, sin confianza.

Los chicos se miraron entre ellos, y mirando a Ethan asintieron de nuevo.

—NO LO ENTIENDO. NO PUEDE SER —chilló mirándolos—. ME HE VUELTO LOCO. HE PERDIDO LA CABEZA POR COMPLETO. ESTOY COMO UNA CABRA.

—¿Quién eres tú y por qué estamos aquí? —preguntó John temeroso por los paseos que daba el chico de un lado a otro de la sala.

—Me habré dado un golpe. Sí, eso debe ser —el muchacho sacó su teléfono y lo desbloqueó. Solía tener un fondo de pantalla del escudo de Queen, pero... no estaba. Al igual que su tono de llamada, se cambió al que el móvil programa por defecto—. ¿Por qué...?

Abrió su galería de música. Escribió "Queen" en la barra de búsqueda y no dio resultados. Cerró la galería y se dirigió al navegador de internet. Escribió Freddie Mercury. Sin resultados.

—¿Qué es eso? —le preguntó mientras Freddie a Brian señalando el móvil de Ethan.

—Ni idea —Brian frunció el ceño pensativo.

—Pero..., ¿qué mierda está pasando? —Ethan alzó la vista a los chicos. Estos entendían menos aún. El muchacho se sentó en su silla agobiado.

—Disculpa —Freddie se acercó con miedo al chico, el cual lo miró frenéticamente nervioso—... Yo soy Freddie, eh... Queríamos preguntarte si... Ejem...

—Queríamos saber dónde estamos —se adelantó Brian desde atrás.

—¿Tienes idea de cómo hemos llegado aquí? —añadió Roger. Ethan los miró a los tres sin concebir nada.

—Ni siquiera sé si sois reales, ¿qué voy a saber yo? —Ethan se agarró la cabeza intentando aclarar sus ideas.

—¿Si somos... reales? —John se palpó tratando de comprobarlo.

—Chicos, no sé qué ha pasado —dijo Brian separándose de Ethan y dirigiéndose a sus amigos—, pero está claro que esto no es 1972. Ya habéis visto esos aparatos tan raros que usan, y su ropa también es extraña...

—¿Crees que viajamos en el tiempo? —cuestionó John.

—Eso es absurdo —añadió Roger—. ¿Cómo iba una simple puerta hacernos viajar en el jodido tiempo?

—Pues esa puerta ha debido de llevarnos a alguna parte bastante lejana de Trident, porque...

—¿Trident? —preguntó Ethan desde su silla.

—Sí —respondió Brian. Los chicos abrieron el corro y lo miraron.

—¿Los estudios Trident?

—¿Los conoces? —preguntó Brian de nuevo.

—Estáis en ellos. Esto son los estudios Trident —dijo Ethan sin expresión, agotado por tantos gritos anteriores.

—Pero... —Roger frunció el ceño.

—¿Por casualidad no sabrás en qué año estamos...? —añadió Freddie titubeante, lamentando la absurda cuestión.

—2015 —soltó sin más Ethan.

—¿¡QUÉ!? —exclamaron todos.

—¡JA, JA, JA, JA! —rió Roger, como loco.

—¿¡Cómo que 2015!? —tres de ellos abrían los ojos como platos y Roger continuaba riendo desquiciado.

—Esto es el estrés, Ethan... Esto es el estrés... —el muchacho en la silla se masajeaba las sienes.

—SE ACABÓ, CHICOS. ¡NUESTRO CONTRATO CON BARRY SE ACABÓ! ¡JA, JA, JA, JA! —gritó Roger despeinándose la cabeza.

—ROGER —Freddie le dio un empujón al rubio—, PARA.

—Vale. Si esto está pasando de verdad..., ¿qué vamos a hacer? ¿Volvemos a meternos en el armario? —sugirió Brian.

Los cuatro miraron el gran mueble de color gris, luego se miraron entre ellos, y corrieron hacia él. Se metieron como pudieron de nuevo dentro, y cerraron la puerta.

—NO VEO NADA.

—Evidentemente. No hay luz.

—¿Alguien se siente en el presente ya?

Esto no es viscoso como la puerta de antes. Y no brilla.

—Nada brilla más que yo.

—... ¿Era necesario?

—¿Habremos roto la máquina del tiempo?

—Esto es un armario, no una máquina del tiempo. Idiota.

—Maldito bastardo, no me insultes.

—No fui yo el que cruzó la puerta.

—¡SERÁS ESTÚPIDO! ¡QUIEN QUIERA QUE SEAS!

—¿... No diferencias nuestras voces, Roger?

—No soy yo el que decidió que cada maldita cosa que dijera en esta historia fuera a delatar que soy Roger. Vosotros decís cosas muy básicas.

—Vete a cagar.

—Podría, ¡PERO ESTAMOS EN UN ARMARIO!

—Chicos... Confesaré que tengo hambre.

—Buen momento para confesarlo.

—Me siento un completo estúpido perdiendo el tiempo en este armario con vosotros.

—¿Tienes algo mejor que hacer en 2015?

—¡CÁLLATE, ESE NÚMERO ME DA ESCALOFRÍOS!

Ethan observó la puerta del armario y se acercó hasta ella. Tiró del pomo y al abrirse el armario, los cuatro cayeron de bruces al suelo.

—¿Ya estamos de vuelta? —preguntó Freddie con los ojos apretados y cerrados.

—Eh... —Roger alzó la vista y vio a Ethan mirándolos incrédulo—. Nah. Este tío sigue aquí.

—¿Sigues aquí? —Freddie abrió los ojos, decepcionado por la presencia del muchacho.

—No ha funcionado —dijo John mirando a Brian.

—Había que intentarlo —añadió este.

—¿Qué voy a decirle a mi psicóloga? —se preguntó Ethan en voz alta.

—Que necesitamos una máquina del tiempo, chaval —opinó Roger, tumbándose boca arriba en el suelo y cruzándose de brazos.

KEEP YOURSELF ALIVE #4: Crossing the HOT SPACE! ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora