Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.

Capítulo 12.

[JUSTIN]

- Kenny, ¡tú lo sabías! - le grité nada más entrar en casa - Lo sabías y no me avisaste. - dije cada vez más bajo hasta romper a llorar.

- Justin - me dijo acercándose a mí - Lo sabía, pero tu también. Recuerda que está en el contrato.

- Sí, pero tengo veintiún años ¿No van a dejarme vivir? ¿De verdad me van a arrebatar a la primera persona de la que estoy enamorado? Me niego. Dejo la carrera.

- ¿Pero qué dices? - me dice estupefacto. - No estás pensando con claridad.

- Ahora mismo voy a hablar con Scooter. - dije levantándome decidido para ir a su despacho.

Kenny intentó frenarme sin resultado.

- Scooter, tenemos que hablar. - le dije después de entrar sin llamar. Estaba hablando por teléfono y me hizo una señal con el dedo índice para que esperara, pero yo no estaba para perder el tiempo, así que entré y le arranqué el móvil de la mano dando fin a su llamada.

- ¿Pero qué coño haces, Justin? ¡Estaba hablando con Bradford!

- ¡De eso venía a hablarte! - le grité. Bradford era el mánager de Selena. - Dejo la carrera.

- ¿Pero qué estás diciendo? ¿Tú estás loco? - dijo levantándose de la silla. Le estaba sacando de sus casillas.

- Me retiro, Scooter. No pienso ceder ante lo de Selena.

- ¿Cómo que no? - me dijo - Viene en el contrato, no te puedes negar.

-¡Pues lo hago! - le grité - ¡Y lo hago desde ya!

Y así di por terminada la conversación. Eran las tres de la tarde, así que llamé a mi madre para avisarle de mi llegada, y cogí uno de mis coches para ponerme rumbo a Stratford, donde estaba mi casa de toda la vida, con mi familia y mis amigos.

Necesitaba aclarar las cosas y buscar una solución.

Puse el manos libres y llamé a Caitlin. Mi mejor amiga desde pequeño.

- Cat, necesito tu ayuda. - le dije en cuanto descolgó el teléfono.

- Cuéntame. - respondió ella.

- ¿Te acuerdas de mi historia con Val?

- ¡Cómo no me voy a acordar! Sois adorables. - dijo ella.

- Bien...- continué - Pues necesito tu ayuda para no dejar de serlo.

Le conté toda la historia del contrato, cómo se lo dije a Val, cómo se fue corriendo y lo que hice después... Dejar mi carrera para poder recuperarla.

- Cuenta con mi ayuda, Justin. - dijo ella decidida - ¿Sabes donde se está quedado?

- Pues tenía que contarme algo sobre eso. No está en el hotel y hemos quedado cerca del Omaha, así que supongo que vivirá por ahí cerca.

- Tranquilo, la buscaré. Aun así, no estoy de acuerdo con lo que has hecho por muy romántico que sea. A ver que haces ahora sin carrera...

- Lo arreglaré. - le dije. - Gracias Cat. Un beso.

Colgué justo cuando llegué a mi casa. Mi madre salió a recibirme, me dio un abrazo y pasamos dentro.

- Por favor mamá, siéntate.

Ahora me tocaba contarle la noticia a ella, y eso sí que iba a ser difícil.