Not in That Way

2.3K 178 333
                                    

Solo tres semanas le bastaron a Dylan para darse cuenta de que estaba enamorado de su amigo, Thomas.

"¡Oh, por Dios!" gritó un día, acostado en su cama. "¡Estoy enamorado!"

Y podía parecer gracioso pero en ese momento Dylan se sentía todo menos divertido. La mezcla de sentimientos lo estaba llevando a la locura, porqué él no— simplemente no, era completamente erróneo enamorarse de su amigo.
Thomas era seguro de si mismo, con su cabello hacia arriba y una sonrisa que hacia que todas las chicas a su alrededor cayeran a sus pies. Y había que aclarar que nadie amaba la sonrisa de Thomas más que Dylan. Maia, quien era amiga de los dos, lo escuchaba jurar todos los días:

"Dios, Maia, ¿lo viste? ¡Él acaba de sonreír!" Y Maia rodaría los ojos. "¡Mira sus hoyuelos, oh por Dios! Está sonrien... ¡Oh! ¡Maia!" Dylan chillaba. "¡Está riendo!"

"Por supuesto que lo hace." La rubia hubiera contestado. "Es un ser humano, idiota."

Y Dylan se sonrojaría, apoyando su cabeza en el hombro de su amiga viendo, a lo lejos, como Thomas hacia reír a todos.

Dylan simplemente amaba a su amigo. Él tenía que alejar la mirada cuando Thomas hablaba por el simple hecho de que no podía despegar sus ojos de los labios de su amigo. Él podría cerrar los ojos y ver toda una proyección del rostro de Thomas, con sus pequeños lunares e imperfecciones. Dylan amaba la risa de Thomas porqué era un imán a otras personas— Thomas era un imán a las personas. Como pegamento.

"Que no parece querer despegarse de tu culo." Le dijo una vez Maia.

Maia siempre lo escuchaba y aconsejaba cuando hablaba del mayor, pero había momentos... en los que la rubia solo podía callarse la boca y dar unas palmaditas.

A veces Thomas sobrepasaba los limites. Decía estupideces y a pesar de lo muy enamorado que Dylan estuviera de él, sentía ganas de golpearlo fuerte.

"Hey, Dy, ¿quisieras que te chupara el pene?" Y Dylan sabía que solo preguntaba eso para avergonzarlo, para hacer que todos sus amigos se rieran de él.

"Hey, Dy, ¿cuantas veces te han follado?" Y Dylan reía amargo, mientras Maia la dedicaba una mirada preocupada.

Cuando Thomas se fuera, Dylan empezaría a llorar camino a casa.

Thomas simplemente no amaba a Dylan y eso era todo. Thomas nunca entendería el sentimiento, porqué el nunca vería por los ojos de Dylan y eso era todo.

El mayor lo hacia todo claro: Dylan le parecía un amigo y nada más, ese amigo con el que podrían hablar de películas y fútbol, ese amigo al cual le contaría con que chica había estado el fin de semana.

"Oh, amigo" Diría Thomas, pasando un brazo por sus hombros y atrayendo a Dylan en un abrazo. "Te amo." El morocho soltaría una risa nerviosa, contestando 'Yo también' y alejando la mirada. Incluso cuando quisiera poder estar ahí (en los brazos de Thomas) toda una vida, él pensaba que no seria muy difícil para el castaño darse cuenta que Dylan estaba enamorado de él.

Solo bastaba con mirar a los ojos del morocho para darse cuenta de que estaba enamorado de su amigo. Entonces, ¿por qué era tan difícil para Thomas darse cuenta de ello? Aunque Dylan rogaba que él nunca se diera cuenta, una parte de él esperaba que el mayor fuera más sutil a la hora de bromear. Últimamente lo único que hacia era romperle el corazón todavía más.





Una noche de Agosto Dylan se encontraba en su cuarto mirando la televisión, aburrido y furioso por una discusión que había tenido con su madre. Era una estupidez, en realidad. Ellos solo habían discutido porqué él había dejado la ropa sucia en el suelo del comedor así que cuando su madre lo castigo por una semana, literalmente, se volvió loco. No podía salir ni con Maia, ni con Leo ni con Thomas.

Not In That Way. (dylmas)Where stories live. Discover now