El Guantelete del Infinito yace en manos de Loki.
6 gemas y 6 aliados.
Una enemiga poderosa que domina el poder del Némesis.
El Titan de Saturno esta sediento de poder.
Un plan que saldrá mal.
Vengadores, Guardianes e Inhumanos velarán por mantener...
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Él observaba.
En silencio miraba.
¿Había hecho lo correcto o sería un error que le costaría muy caro?
Loki no lograba concentrarse entre tantos pensamientos ruidosos. Debía reconocer que su plan era extremadamente arriesgado y sabía que más temprano que tarde, terminaría arrepintiéndose del paso que había dado. No podía confiar en seres tan poderosos. Melómanos que también deseaban el poder a toda costa. Necesitaba idear un plan b, urgentemente, en caso de que alguno de sus "aliados" se convirtiera en un enemigo en potencia.
En primer lugar, Ronan. Un ser tan volátil que en cualquier momento podría darle la espalda y largarse, luego estaba Pietro, era el que menos le preocupaba, pues sabía que él seguiría a su hermana hasta el fin de mundo. Strange, sin duda, un aliado muy valioso. Sin embargo, no había terminado de decidir si apoyar a Loki en sus osados planes o mantenerse al margen de todo. Definitivamente, el Dios del Engaño, debía pensar en la forma de seducirlo para que El Supremo se uniera a él, pero... ¿Cómo? Stephen era un hueso muy difícil de roer...
Wanda.
Sin poder evitarlo, Loki dejó escapar un suspiro. Lo que sentía por ella era peligroso y lo sabía. Se había dejado llevar y se había expuesto. Esa bruja adorable, de ojos verdes y suave piel, en la cual se había sumergido gustosamente, lo había arrastrado al borde de la locura total, haciéndolo sentir impotente ante la pasión que generaba en él. Ella se había convertido en su debilidad y en el único ser capaz de manejarlo a su antojo. Esto último, debía mantenerlo en secreto. No podía permitir que alguien lo supiera, pues sería su perdición.
Por ultimo...
...Erik, o como era conocido por la humanidad, Magneto. A él no lo conocía, pero sabía que para ser un simple mortal, era extremadamente poderoso. Un mutante, como le había dicho Strange...
—¿Estas completamente seguro de esto? —Stephen se acercó a Loki y le lanzó una mirada inquisitiva.
—Por primera vez en mi vida, no sé qué responderte —el asgardiano observaba en la distancia como el mortal que acababa de rescatar abrazaba a su hijo. Pietro se mostraba animado por tener a su padre con él, mientras Wanda se limitaba a verlos y mantenerse alejada de la nostálgica escena entre padre e hijo.
—También puedo sentir su angustia —dijo Strange. Se refería a Wanda.
—Si su propia hija no es capaz de aceptarlo, algo muy turbio debe haber detrás de él —Loki comentó. Era innegable que su mujer se mostraba incomoda con la presencia de ese hombre.
—Es un mutante, Loki. Lo que nosotros conocemos como un hibrido —expresó Stephen al leer el pensamiento de su amigo.
—¿Estas metiéndote en mi mente? —el Dios del engaño se mostró indignado.
