Boxea para mí [PAUSADA]

Capítulo 9

Lean nota del final, es una pequeña sorpresa del siguiente capítulo, les dejo con el capítulo.

Dirigía mi mirada hacia la puerta a medida que Mike salía por ella, mierda, yo tenía que saber porque esos señores se lo llevaron así. Sin pensarlo me levanto, pienso rápidamente en una excusa convincente.

-Voy al baño.

Ni siquiera me miran, están todos comiendo y hablando sobre Mike. Con paso decidido abro la puerta de la cafetería pero en el pasillo no hay nadie; sigo andando hacia delante hasta que escucho unas voces y unos golpes contra los casilleros y puedo visualizar a Mike a los lejos. Sin hacer ruido, me dirijo en silencio hacia allí y me escondo en la puerta del baño que quedaba a unos cuantos metros de donde se encontraban esos hombres. Conseguí enfocar la vista y vi como esos malditos lo tenían cogido del cuello y le daban golpes contra los casilleros, podía ver algo de sangre en su labio ¡es injusto, eran tres!. Escuché que estaban hablando y puse interés.

-Mike, tienes tres días para conseguir el dinero, ya te damos hace un mes la mercancía, ya deberías de habernos dado el dinero- habló el más bajo de los tres.

-He dicho que yo no tenía la mercancía, se encargó un amigo -dijo Mike escupiendo sangre al suelo y llevándose otro golpe contra los casilleros haciendo que cerrara los ojos y gimiera de dolor.

Mierda, eso le tiene que estar doliendo ... pero ¿¡porque mierda me da pena y algo me dice que tengo que salvarlo?!

Porque te gusta.

Definitivamente aparto esos pensamientos de mi cabeza, porque no me gusta, si no, no le odiaría tanto como lo hago y me dirijo hacia ellos.

-Suéltenlo, le están haciendo daño -dije como una tonta, me estoy metiendo en problemas por este desgraciado y lo peor es que aunque no se notara estaba muerta de miedo, esos hombres me daban miedo.

En el momento en que pronuncio esas palabras Mike me miró y maldijo por lo bajo como si estuviera enfadado por haber venido a salvarlo, desagradecido. Pude ver como movía los labios y pude distinguir un ''vete ya'', pero ya me había atrevido a venir, ya no me iba a ir.

-¿Y tú quién eres bonita? -me pregunto uno de aquellos hombres, haciendo que mi cuerpo tiemble, esas miradas me transmitían cosas malas.

-Ni la mires, ella no tiene nada que ver con esto -gruño Mike intentando soltarse consiguiendo darle un puñetazo en la mandíbula a uno de ellos.

-Está bien, no queremos que esta preciosura se asuste ¿verdad?, no tendrás otra oportunidad, dentro de tres días quiero mi dinero -dijo el hombre bajo de antes para irse y hacer señas a los otros dos hombres para que desaparecieran de ahí.

En el momento en el que le soltaron, Mike cayó al suelo tocándose la garganta. Sin dudarlo me agaché y me puse a su altura.

-¿Estas bien? -le pregunté dirigiendo mi mano a su labio roto, tenía muy mala pinta, pero antes de que pudiera tocarlo me agarró fuerte de la mano y me tiró junto a él, frente a frente.

-¿Por qué hiciste eso?- me preguntó sin soltarme la muñeca.

-Casi te ahogaban, simplemente vine a ver si podía hacer algo -le dije mirándole a los ojos, notando como cada vez se enfadaba más conmigo -suéltame, me haces daño bestia.

-¿Si podías hacer algo? La cagaste, yo tenía todo controlado -me dijo furioso acercando su cara a la mía, podía notar como apretaba la mandíbula de lo furioso que estaba- pero llegaste tú y lo empeoraste todo, no te acuerdas que te dije ¿no? Aléjate de mí, olvídate y si me ves ni siquiera me mires, no quiero tener más problemas por culpa de niñas como tú.

-¿Controlado? Y por eso tienes todo el labio partido y casi te ahogan ¿verdad? No cuela, esta vez sí estabas en problemas- dije levantándome y limpiándome los pantalones.

Estaba decidida a irme cuando recuerdo lo que me acababa de decir y me giró para mirarle a la cara.

-No quiero estar en tu vida, ni siquiera me importas imbécil, pero no pude estar quieta mientras que veía como te pegaban. Créeme cuando te digo que no me importas y que no quiero saber nada de ti, pero siempre hay algo que acaba acercándome cada vez a ti -esto último lo dije en un suspiro porque simplemente me salió solo, se me escapó.

En menos de tres segundos ya se había levantado y me había agarrado de la cintura y estampado contra los casilleros.

-¿Por qué hay algo que siempre haces que tengas que estar detrás mío, Emily? -me preguntó dirigiendo su mirada de mis ojos a mis labios, estábamos demasiado cerca.

-No lo sé, simplemente es así, pero olvídalo no quiero saber nada más de ti- le dije mirándole fijamente a los ojos.

-¿Sabes qué? ¿No has hecho de mi heroína hace tan solo cinco minutos? Pues ahora si vas a estar en mi vida, y ya te aviso que no voy a dejar que salgas de ella bonita -nada más decirme eso acercó sus labios a los míos y los rozo, sin prisas y suavemente como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacerlo.

Me encontraba cerrando los ojos deseando que me besara, pero ese beso nunca llegó, simplemente maldijo y se fue, dejándome sola en medio del pasillo.

Todavía sentía a mi cuerpo temblar, me arreglé el pelo y la chaqueta y me dirigí a los baños a arreglarme un poco para la próxima clase. Mierda, estaba toda roja y tenía una calor del demonio, y pensar que todo eso lo hizo un simple roce de labios, no quiero imaginar si me hubiera besado de verdad.

***

¡Hola! Estoy un poco decepcionada, bajamos mucho las visitas y los votos, que no es importante pero suben el ánimo para seguir la novela, les agradezco que lean ^^. Gracias a esas personitas que si que votan y me ponen buenos comentarios.

Sé que este capítulo es un poco corto, así que les traje un adelanto del próximo capítulo.

Nos vemos pronto, besos ♥

***

-Mike, están ahí ¿Qué hacemos? -le dije agarrando su brazo y susurrando para que no nos vieran.

-Mierda, Emily corre, yo iré detrás de ti. Dirígete al fondo de ese pasillo y enciérrate en los vestuarios, yo conozco otra puerta que llega al mismo lugar, tengo que entretenerlos, no tengo el dinero -me dijo soltándome y mirando hacia todos lados.

-¿¡Pero que dinero?! ¿Porque narices tienes que darles dinero a esos tipos?

-¡Cállate Emily, no es hora para tus jueguecitos, ¡vete ya! - me dijo antes de salir corriendo. Me dirigí hacia los vestuarios, cerré la puerta y me senté en un pequeño banco a esperar. Habían pasado 20 minutos ¿y si le había pasado algo?. De pronto escucho como una puerta a mi izquierda se abre y entra Mike rápidamente y la cierra.

-Bien estabas aquí, creía que no me ibas a hacer caso -dijo soltando aire por la boca.

-¿Por qué no te iba a hacer caso en una situación así? Estamos en un gimnasio donde te ví antes en una pelea ilegal, tengo derecho a saber.

-No tienes derecho a saber nada, simplemente nunca haces caso de nada y creía que no me harías caso. Esto no te importa, sal de aquí y no vuelvas, olvida lo que has visto -me dijo acercándose a mí pero quedándose a medio metro de distancia.

-¿Otra vez?¡No pienso irme y hacer como si nada hubiera pasado! El otro día me pegaron y hoy casi me atrapan de nuevo y todo por tu cul ...

De repente no podía hablar, los labios de Mike me lo impedían-