Capítulo Seis

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Capítulo seis.

— ¿En dónde están tus zapatos?— pregunto entrecerrando mis ojos. Chase solo ríe y lleva una mano a su boca para ocultar su sonrisa.

—Se los comió.

— ¿Quién se los comió?

—Mickey Mouse— responde antes de reír histéricamente.

—Chase eso no es gracioso— pero estoy sonriendo por su locura.

—Grace— Cheryl entra lloriqueando—. No encuentro mi corona.

—Se la comió Mickey Mouse— grita Chase cayendo al piso para seguir riendo. Cheryl llora aun más ante esa noticia.

—No se la comió, ya te ayudo a buscarla Cher.

— ¡Quince minutos!— grita Jorge pasando frente a la habitación.

Mierda, si quiero que me deje en la escuela debo darme prisa. Veo a mis hermanos.

—Muy bien, tenemos quince minutos para esta misión. Objetivo: zapatos de Chase y corona de Cheryl. Enemigo Mickey Mouse ¿Quién entra a esta arriesgada misión?

— ¡Yo!— gritan ambos emocionados. Río, siempre abiertos al juego.



— ¿Por qué no quieres una bebida?— cuestiona Ethan dando un largo trago a su bebida. Parece que alguien tiene muy buena tolerancia al alcohol.

Claramente ese alguien no soy yo.

— ¿Por qué quieres embriagarme?

— ¿Dije que quisiera embriagarte? Joder, debería asustarme de que estés leyendo mis grandiosos pensamientos.

No puedo evitar sonreír. Siento que mi camisa esta pegada a mi espalda húmeda por el sudor. No es la primera vez que bailo con Ethan Jones, pero siempre es... intenso. Tiene que ser el hombre sobre la faz de la Tierra que mejor sabe bailar.

Él susurra con su voz lenta las canciones, se mueve, sonríe y mira. Es inquietante sentir mi espalda mojada por mi transpiración, pero por bailar valió la pena.

— ¿Tienes miedo de embriagarte Grace?— pregunta divertido. Es algo maravilloso poder escuchar lo que dice por sobre la música, quizás se trata de que estamos alejados hacia el final de donde viene todo el ruido de la fiesta.

—Tal vez...

— ¿Sabes? A veces no creo que no recuerdes el día de la despedida de soltera de Hil. Digo, tú parecías estarla pasando muy bien.

— ¿Y si volvemos a la etapa en donde me ignoras y yo me siento rechazada?

—No. Creo que me gusta esta etapa en donde me cuestiono sí recuerdas o no esa noche.

—Cristo, lo haces sonar como sí hubiésemos tenido sexo.

Él deja el vaso suspendido en el aire, iba a llevarlo a su boca. Me observa con desconcierto, sacude su cabeza y da el último trago. Creo que Ethan se ha dado suficientes tragos para ir ebrio, pero él sólo parece más entusiasmado de lo habitual. No luce nada ebrio.

—Si hubiésemos tenido sexo créeme que lo recordarías. En cada lugar de ti.

Abro mi boca mientras lo observo, él me guiña un ojo. Hablando de un hombre seguro de sí mismo, aquí esta Ethan para dar fe de ellos.

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora